Dicen que el pasado siempre
vuelve, pero parece que va tan atrás que para algun@s de los que se han
incorporado tarde a la serie, la irrupción de un personaje como la doctora
Casas casi debe sonar a chino. Igual que para Aurora, que es evidente que jamás
ha oído hablar de ella por parte de nadie de su familia, aunque también de su círculo
más cercano son pocos los que conocen la relación que la mujer tuvo en otros
tiempos con Tristán. De todas maneras tampoco creo que haya de existir motivo
para hablar de ello, además de que es un episodio que lo más normal sería que hubiera quedado relegado al fondo del baúl de los recuerdos. Aunque los que lo padecieron salieran
sin daños físicos aunque si sentimentales. Tristán con remordimientos que logró
superar, y Gregoria con un gran desengaño amoroso, acrecentado por el hecho de
que no debe ser plato de gusto ser abandonada el día de su boda y en el altar.
Pero de verdad espero que el tiempo haya conseguido cerrar esta herida, y en
consecuencia no se lo haga pagar a la chica.
Aunque también dicen que el peor
enemigo de una mujer, a veces es otra mujer. Y de ello hay pruebas más que
fehacientes en la serie, con su máximo exponente en Francisca. Para ésta no supone
ningún problema trasladar su inquina y sus deseos de venganza a segundas partes,
pero espero que Gregoria no caiga en el mismo error. Aunque lo que se ha dicho
de ella no haga albergar muchas expectativas sobre la posibilidad de que se
decante por el lado contrario, y muestre algún tipo de afinidad con alguien de
su mismo género y una de las pocas mujeres que han decidido seguir sus pasos.
Pero ahora mismo todo son
conjeturas y es difícil establecer un retrato de lo que puede deparar la
relación de Aurora con esta mujer, de la que aún no se sabe si ha conseguido
superar su amargura. Porque dureza ya la demostró en su momento, con un carácter
nada fácil, pero que le permitió hacerse con un título universitario veinte
años atrás de la época en la que trascurre ahora mismo la acción. Si en 1921
era complicado, me imagino que en 1900 debía ser casi una utopía. Y aun así lo
consiguió y, por lo que parece, también labrarse después una posición destacada
en un mundo de hombres.
Un mundo por otra parte, que
parecía estar plagado de sujetos movidos por obligación y no por vocación. Un buen ejemplo de ello lo tuvimos en Fulgencio, que cursó esta carrera porqué el azar
lo dispuso a través de un papel extraído de un sombrero. Aunque evidentemente
no se puede generalizar, como todo en la vida. Lucas a pesar de que parece tener
algo de vividor, también tiene la idea de ayudar al prójimo con sus conocimientos.
Que, por cierto, creo que tendrá que revisar si es incapaz de hacer algo tan aparentemente
sencillo como volver a colocar un hueso en su sitio.
Muy bien explicado Ana, como siempre entrando en profundidad..
ResponderEliminarYo creo como dije y he vuelto a comentar por la red, que Gregoria, que como tu, a los nuevos venidos, les ha dejado en pausa... ya que el único comentario que recuerdo, salió en el Jaral, y fue cuando Gonzalo era cura, o todavía diácono, y comían al rededor de la mesa unos turrones que había traído Candela para probar, antes de que llegara navidad. De pie al rededor de la mesa estaban Rosario, Fernando Mesía, Candela, Tristán y Martín.... ahí comentaron lo de la boda con la doctora casas.. Así que poco más se habló del tema.
Aunque Gregoria era una mujer de bandera, porque había que tener muchos bemoles para estudira en aquellos tiempos, su caracter agrio nunca dejó, ni actualmente dejará entrever ni pizca de sentimientos hacia Aurora, aunque lo más duro que vivió en Puente Viejo, no se han mostrado en sus recuerdos, ni el abandono en la iglesia del que fuera su prometido y futuro marido, ni la pérdida de su bebé, ya en el Jaral.. unos hechos que marcarían para siempre la vida y el futuro de una mujer, que además era esquiva, fria, que no abría sus sentimientos al exterior y que cuando estos los entregó se los devolvieron hechos añicos. Así que tendremos que esperar a que el peso de las bondades y de las ayudas desinteresadas que hizo la Partera por ella, inclinen la balanza a su favor, y que poco a poco tenga más afinidad con Aurora y le ayude aunque sea a escondidas a la dura lucha que le espera. No en vano sabe que es hija, y en consecuencia parte, de aquel gallardo capitán que la elevó a las estrellas, sangre de la sangre del que fue su gran amor. Tristán Castro Montenegro.
A ver que pasa!! Besitos!! y muy bueno tu café.. aunque ya por la hora que es... me se cierran los ojos...
A más ver.!! ♥
Me gusta mucho Gregoria.
ResponderEliminar