9 de septiembre de 2014

Una segunda madre

Está visto que para tener visibilidad en PV es necesario sufrir. Exceptuando algún caso puntual, parece que para llegar a tener un minuto de gloria (o varios) se ha de pasar por una situación extrema o dolorosa. Ahora le vuelve a tocar a Candela, uno de los personajes actualmente con menos protagonismo, y una magnifica actriz, en mi opinión, sumamente desaprovechada.
De todas maneras creo (y espero) que Candela se tome con pragmatismo el desplante de Inés. En realidad ésta no merece que la mujer sufra ni un minuto por ella. Y no voy a decir lo que pienso de la actitud desconsiderada, egoísta y borde de la chica para con su pariente, aunque también por su actitud general, porque creo que de dar rienda suelta a lo que me provoca me saldrían sapos y culebras. O algo peor. De hecho si pretendían que le cogiera manía, lo están consiguiendo con ella y Bosco, y mucho tendrán que cambiar las cosas para que varíe mi opinión y les preste más atención.
Pero no quería hablar de ellos sinó de Candela.
Creo que Tristán hizo la mejor elección para sí mismo, pero también para darles un referente materno a sus hijos. Cierto que los dos ya eran mayores para necesitar alguien que les encauzara, pero lo suficiente necesitados de cariño como para que su padre no tuviera dudas cuando decidió unir su vida a la de ella y supo además que era la persona que sabría querer a sus hijos con creces y de manera desinteresada. 
Ésta era y es Candela. Para Aurora lo más parecido a una madre que ha conocido y la que le da amor como lo haría ésta. Y para Martín, que si conoció a Pepa, es la mujer que ha estado siempre a su lado desde que llegó al pueblo, dándole su apoyo y cariño sinceros.
Por supuesto, no creo que nunca haya estado en el ánimo de Candela el de sustituir a Pepa, pero lo cierto es que la corriente que se ha establecido entre los chicos y ella es lo que más se asemeja a una relación materno-filial, con enormes dosis de estima y complicidad, en las que hay que incluir ahora también a María. Solo que, sin Tristán a su lado, su papel en la serie actualmente parece casi relegado a esto, además de a ejercer de abuela suplente. Y no digo que no sea importante, pero como suele suceder con algunos personajes, su historia ha pasado a segundo o tercer plano. Y lo considero injusto, especialmente para una actriz que se ha ganado a pulso el lugar que ocupa en la serie y en los corazones de l@s espectadores. Sobre todo teniendo en cuenta su entrada en escena, y los recelos (o directamente antipatías) que despertó entre algun@s seguidores de la pareja Tristán-Pepa, que la consideraban poco menos que una intrusa.   
Pero una vez superado esto y con sobresaliente, otra vez la situación se antoja que puede ir a peor, suponiendo que Martín desaparezca temporal o definitivamente de la serie. Con Aurora en Madrid, las escenas en el Jaral definitivamente van a perder totalmente el sentido.
Aunque espero que sólo sean conjeturas mías.    

2 comentarios:

  1. Pobre Candela. No me gusta Inés. Candela me encanta.

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  2. Aída de la Cruz es, a mi parecer, la mejor intérprete de El Secreto de Puente Viejo. Y su personaje me encanta, llegando a gustarme más que el de Pepa (que me gustaba mucho también!).
    Cuando murió Tristán, la amistad con Olmo creo que fue tan mal vista por los espectadores, que la finiquitaron bastante rápido.
    Cuando Fernando la secuestró con Esperanza, la trama no fue del todo bien manejada por los guionistas, con varias escenas en las que ella hubiera podido escapar con la cría y no lo hizo (incomprensible!), pero interpretado excepcionalmente! Y hasta había momentos que quería que realmente Candela hubiera mudado en su carácter, sólo por ver otro registro de ella...
    Me encanta la actriz, y me encanta el personaje, espero que dure mucho, pero no me imagino una trama realmente chula con ella, esto de Inés es un poco pesadito, y la chica, un poquito insufrible...
    Un beso
    Miguelitas

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