12 de septiembre de 2014

Entrada al papel couché

No creo andar muy errada al considerar poco probable que María jamás haya contemplado, ni en sus sueños más remotos, la posibilidad de ser la protagonista de una de las revistas de moda que, en aquel tiempo, debían ser una de los pocas distracciones y también una mirada al exterior de las ociosas señoritas de buena posición.
Creo que María es sincera y tiene muy claras sus prioridades. De hecho no ha expresado dudas al rechazar la oferta, aunque después y en “petit comité” haya admitido que siente que de haberse dado otras circunstancias y su situación fuera distinta, quizás habría aceptado esta oportunidad de salir del pequeño mundo que es PV. Pero, dando pruebas otra vez de madurez, ni siquiera se ha planteado cual había de ser la respuesta. Su lugar está junto al hombre de su vida y su hija.
Porque esta propuesta la obligaría a replantearse toda su existencia.
Quizás en la actualidad no sea tan descabellado ser maniquí, esposa y madre, pero la concepción de la mujer en la sociedad, y otros factores no menos desdeñables como las distancias, hacían en aquella época que un tema de este calibre tuviera un sentido muy diferente. A menos que la mujer estuviera totalmente decidida a escoger, veo muy complicado compaginarlo todo y además hacerlo bien.
Otra cosa es la opinión que me merece el destino que los responsables de la serie parecen querer imprimir a los deseos del personaje de María de ampliar sus horizontes con algo que la haga sentir más realizada. Y al parecer ello pasa por un trabajo difícil de imaginarse para alguien que no tuviera sus características: refinada e incluso con un cierto toque de glamour. De hecho es algo que han cuidado bastante de resaltar, especialmente si la comparan con la otra señorita del Jaral, absolutamente en las antípodas de ello, y que ha escogido una profesión en la que el físico es lo de menos y si cuentan otras cualidades.
Por descontado no es mi intención denostar contra las maniquís, porque aparte de ser una profesión como cualquier otra, un saber estar y físico agradable no tienen por qué estar reñidos con una cabeza bien amueblada. María tiene de todo ello y de hecho también tod@s conocemos ejemplos en la vida real, como se me ocurre ahora mismo podría ser Judit Mascó. Pero hay otras. A lo que quería llegar es que precisamente han escogido una salida para ella que en el caso de que siga por ahí va a dejar de ser un florero para pasar a ser lo mismo pero en papel couché. Eso sí, probablemente con una buena remuneración. Por cierto, no hay que obviar que ello también supone una oportunidad de oro para Nicolás
Admito que cuando expresó desazón por su sensación de inutilidad, pensé en otros caminos para ella. Es la señora del Jaral, por lo que no hubiese visto nada mal que se implicara en los asuntos de la finca y ayudara a Martín, al menos en la administración. O quizás ayudando en una escuela (porque debe haber niños en PV, aunque no sean visibles). Por descontado nada que la obligara a alejarse del pueblo.
Aunque supongo que toda esta trama es para dar sentido y la antesala de la partida de Jordi.

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