Después de todo, y a pesar del
pequeño salto temporal que lo único que ha cambiado ha sido la barriga de las
embarazadas, la sensación es que todo sigue de la misma manera. También es
cierto que las cosas quizás necesiten un ritmo natural, pero pasamos de
velocidad de vértigo, con situaciones casi surrealistas, a coger otra vez la
pájara. Porque ninguna de las posibles expectativas se ha cumplido, ni parece
vaya a hacerlo en los próximos días.
Centrándome concretamente en
algunos personajes.
No voy a negar que el de Inés no
ha conseguido despertar mis simpatías, pero aún así creo que debo romper una
lanza por ella. Ya lo dije en otra ocasión, pero me parece que aparte de
estropear al personaje aún más, lo que están haciendo con ella no va a ayudar
mucho a darle visibilidad; más bien al contrario. Sus escenas son calcadas cada
día, pero también la están vaciando de la escasa personalidad que aún poseía. Es
cierto que ahora mismo representa a una persona desvalida y sin perspectivas,
que se agarra con uñas y dientes a quien supuestamente le quiere bien (aunque sabemos
que no es así), pero las horas de soledad, que deben antojarse eternas, pueden
dar a una persona para al menos cuestionarse algunas cosas. Los razonamientos
de Amalia tienen tantas incoherencias, que cuesta entender como Inés no se ha
dado cuenta de que no todo es lo que parece.
Pero con Bosco, al que aún no
considero perdido del todo, tampoco pienso que lo hagan mejor. Que lo que le suceda
es que dude de la actitud de su esposa pero no sea capaz de dar un golpe sobre
la mesa y poner los puntos sobre las ies, haciendo por el contrario dejación de
ello en Francisca, no es que diga mucho a su favor. Tirar la toalla no es lo
que se podría esperar de un marido responsable; de hecho está quedando como un
bobo, e incluso un cobarde, al que aunque es evidente que le gusta el contacto
con la naturaleza y el trabajo físico, parece que lo busque como coartada para
salir huyendo. De verdad lamento lo que están haciendo con este personaje, que presenta
rasgos de sus padres, pero al que están anulando cada día un poco más.
Lo que es más que claro es el
hilo argumental de lo que va a ser la serie a partir de ahora: Francisca y lo que la rodea. Mucho
más de lo que ha sido, que ya es mucho.
Pero al menos en mi caso,
comulgar con ruedas de molino no entra en mis planes. Si la historia de amor de
Raimundo y Francisca va a ser la gran historia que va a intentar conmover a la
audiencia (visto que la Conrado y Aurora va de capa caída, y la de Inés y Bosco
va para largo, si es que llega a cuajar algún día), apaga y vamonos. Porque
además de los dos personajes anteriores y Amalia, considero que el hombre va a entrar
también en el Olimpo de los desahuciados por buena parte de l@s espectadores, que
no creo que entiendan mucho este repentino sofocón. Y que además se deje vapulear por
una mujer incapaz de asumir su parte de culpa en una relación que ambos dejaron
perder, quedando además como un cobarde y el culpable de todo.
Lo siento, pero lo que yo
entiendo por una historia de amor va por otros derroteros. Y aún a riesgo de
parecer que me dejo guiar más por prejuicios que por otra cosa, no veo cómo
puede enganchar una relación entre dos personas maduras, con el añadido de que una
de ellas cuenta con un historial delictivo sobre sus espaldas, entre lo que se
incluye daños a su propia familia. La de ambos.
No logro asumir que después de
todo esto, aún exista una llama que pueda prender. Además ¿alguien piensa realmente que la
doña se merece una oportunidad?.
Del resto de personajes, poco o
nada se puede comentar. Salvo que parece que vuelven malos tiempos para Mariana
que, otra vez, opta por callar y sufrir en silencio.
Sinceramente me voy a limitar a lo triste que resulta escuchar que no puede enganchar la historia de dos personas maduras. Y, de todos modos, ¿qué tiene que ver el amor con la justicia, las oportunidades...? El amor es el amor y punto. Es un sentimiento irracional, por encima de la lógica. Es así para todos, lo que ocurre que, por circunstancias en la historia, en ellos dos ese tipo de frases tienen mucho muchísimo más peso que en otras parejas. Puede no gustar (porque de gustos está lleno el mundo) pero sin duda la muestra de este amor, y ha quedado claro con el capítulo 1.000 (entre otros), está tan a la altura de las demás. Porque no es una historia muerta (pese a las mamarrachadas del camino) y porque no está interpretada por actores de quinta.
ResponderEliminar¿Quien dice que el amor es irracional y que está encima de la lógica ? Creo que una persona puede estar muy enamorada y tener al mismo tiempo los pies bien asentados en el suelo. De hecho las otras relaciones en PV han demostrado que ello es posible.
EliminarY malo si desvinculamos el amor de todo lo demás, porque entonces es egoísmo.
Gracias por comentar.
Una buena historia puede ser opacada por un mal reparto y un buen reparto puede ser opacado por una mala historia. Por muy irracional que sea el amor, esta mujer:
ResponderEliminar1. Le arruinó a él y a su familia.
2. Encargó que le robaran y en el proceso se quedó ciego.
3. Le ocultó que uno de sus hijos era suyo.
4. Mató a la esposa embarazada de su hijo (queriendo llevarse por delante a los bebés como daño colateral).
5. Provocó indirectamente el asesinato de su hijo y otras tantas personas al no delatar a Jacinta.
6. Quiso que condenaran a muerte a su nieto Martín.
7. Casó a su nieta María con su violador (aunque sin su conocimiento).
8. Quiso meter entre rejas a María y robarle a su niña en DOS ocasiones.
9. Mandó matar a su nieto Martín.
10. Es la responsable directa de varios asesinatos (su segundo marido, el cubano, Bernarda, el padre de Severo...) e indirectamente ni te cuento.
11. Ha vuelto a esconderle un descendiente, ésta vez su nieto Bosco.
12. Encerró a Inés en las mazmorras, le robó el niño y ahora la quiere matar.
13. Hizo quedar a su nieta Aurora como asesina y loca y firmó los papeles para dejarla subnormal de por vida.
14. Ha dejado catatónico a Fulgencio (que, aunque se lo merecía, sólo estaba siguiendo sus órdenes).
Y paro porque me da algo. La propia actriz ha dicho que ella, contra viento y marea, seguirá siendo la mala de Puente Viejo. ¿En serio consideráis atractivo a este personaje para que (re)viva una apasionada historia de amor? ¿Gozaréis de sus alegrías mientras en otra escena está mandando matar a una pobre muchacha indefensa? ¿Disfrutaréis a Raimundo embelesado con el monstruo que hace dos meses estaba sonriendo ante la muerte en vida de su nieta y el aparente feliz retorno al redil de María tras la eliminación del "estorbo" de Martín?
Vale que sobre gustos no hay nada escrito, pero joder, si me dijeran que a la mitad os pagan los productores para darle publicidad a la obra de teatro me lo creería.
Añadamos:
EliminarDejó que su marido abusara impunemente de su propia hija sin hacer nada
Ha intentado matar dos veces a Raimundo con sus propias manos: primero envenenándolo de la manera más cruel con cristales, después intentando quemarlo vivo.
Ha destrozado la posibilidad de que el pueblo prosperara, provocando una riada que se llevó por delante la casa de aguas. Y que por poco, acaba con la vida de Conrado y Martín.
Explota a los trabajadores, tiraniza a la gente que la sirve, engaña, manipula,…
Lo dicho: ¿alguien piensa que una persona así merece una oportunidad?
Y lo siento, pero cada vez que veo a Raimundo en actitud embelesada no puedo evitar un retortijón de estómago.
Gracias por comentar
Esto lleva a un camino sin retorno y no tiene sentido discutirlo. Igual que ha hecho cosas malas hacia su entorno también le ha salvado la vida en unas contables ocasiones. Lo que es indudable es que, pase lo que pase, ese amor sigue latente e intacto pese todo. Y eso es precioso (para quién sepa apreciarlo). Y que conste que yo no le doy publicidad a la obra. Llevo viendo la serie desde el principio y, desde entonces, soy seguidora de esta serie y lo que está ocurriendo lo he esperado como tal y como tal lo defiendo, no porque anden representando su historia de juventud en un teatro (que aunque pueda resultar interesante, a estas alturas de la historia en la serie, no me preocupa porque sin necesidad de ir a verla, entre el libro y lo que han dicho en la serie, creo que sabemos bien lo que pasó).
ResponderEliminarSi sobre gustos no hay nada escrito respetemos eso entonces y no derivemos en comentarios de "darle publicidad a la serie a cambio de dinero" porque a algunos no os guste porque eso resulta patético.
Tú lo has dicho, un camino sin retorno.
ResponderEliminarLo de que "también ha hecho cosas buenas (¿?)" no vale. Del mismo modo que un puñadito de palmeras y arbustos dispersos no convierten el Sáhara en un bosque, unos pocos actos de bondad no tapan ni de coña centenares de malas (y peores) acciones y un absolutamente inexistente propósito de enmienda.
Ese amor está latente porque los guionistas quieren que así sea y eso es precisamente lo que les criticamos, porque consideramos que no viene a cuento. Además, que este gran resurgir coincida con la obra de teatro no ayuda a espantar el tufo de publicidad encubierta (aunque también se le podría criticar el ser un intento desesperado de remitirse a los orígenes de la serie, ya que los actores están abandonando el barco de dos en dos).
En cuanto a lo del respeto, nunca lo he faltado, simplemente expresaba mi incredulidad ante el hecho de que haya gente que abiertamente apoye la historia de amor de un villana creída, explotadora, asesina, secuestradora, robaniños y arruinavidas que no sólo no está arrepentida o redimida, sino que sigue más en activo que nunca y lo que le queda.
La historia no va a progresar más allá del beso y dos o tres escenas más que se extenderán a lo largo de una temporada y punto redondo. Han tirado de ella porque no saben que hacer y hay que mantener a una parroquia que lleva años sintonizando la serie por inercia y sin duda cierto cariño. La historia de amor entre Francisca y Raimundo es una trama que no goza de simpatías entre gran parte de la audiencia porque no hace falta ser muy justos para saber que el amor no se trata de tanto maltrato.
ResponderEliminar