Las razones por las
que se ha decidido dar impulso a la relación de Francisca y Raimundo es claro
que solo las saben los responsables de la serie, pero ello no impide que al abrigo
de esta nueva situación hayan surgido un montón de conjeturas y especulaciones. Igual que de argumentos
a favor y en contra, aunque tengo casi por seguro que estos últimos ganan por
goleada.
Y no puedo evitar
volver a exponer mi opinión al respecto, después de ver además algunas
declaraciones que considero que solo son una manera para intentar dar calado a
esta trama. Porque no se puede entender de otra manera que a estas alturas se argumente,
por ejemplo, que sin la historia Ulloa-
Montenegro no existirían los personajes que han sido el motor de la serie. Cierto
que sin los padres no existirían los hijos, pero esto es en todas partes, y al
menos a mi parecer este es un argumento muy débil. Además de que la historia de
Francisca y Raimundo jamás ha tenido otra consideración que la de algo que
sucedió en el pasado, y no creo errar al afirmar que la verdadera esencia de
El Secreto de PV siempre ha sido todo lo que se ha desarrollado alrededor de la
vida y hechos que tienen que ver con Pepa la partera y su estirpe. O al menos
así lo han vendido hasta ahora, cuando parece que se ha decidido cambiar el enfoque original.
Por separado, y por
lo que se refiere a Raimundo, tampoco es que éste haya gozado de un
protagonismo destacado. Si lo ha tenido (y lo tiene) Francisca Montenegro, aunque
básicamente por ser la persona destinada a entorpecer cualquier intento de sus más
directos allegados de alcanzar la felicidad (dígase hijos, nietos o amadrinados).
Y lo ha hecho sin reparar en medios, y sin ningún escrúpulo.
Por ello tampoco se
entiende que ahora, de alguna manera, nos hallemos ante un presunto intento de edulcorar la personalidad de esta mujer, haciendo que asome un lado más humano y frágil.
Algo que sus actos desmienten una y otra
vez. Como decía un o una amable comentarista en este mismo blog, las pocas
cosas buenas que ésta puede haber hecho (y que probablemente se pueden contar
con los dedos de una mano), no tapan ni de lejos las incontables acciones
malvadas que ha instigado o protagonizado, además de no albergar ni un mínimo propósito
de enmienda, y mucho menos mostrar arrepentimiento o remordimientos por sus actos.
Por lo que los
intentos de justificar un posible giro en su trama no creo que puedan
convencer a nadie que haya seguido su historia. Además de que lo considero un
craso error, porque la imagen que proyecta es que con el amor puede llegar, de
alguna manera, la redención, y que Francisca aún puede ser feliz a costa de pasar
un tupido velo sobre sus “hazañas” pasadas. Por descontado no creo que los
receptores de las mismas puedan hacerlo, como tampoco la mayoría de l@s
espectadores.
Porque la violencia
nunca puede ser justificada y mucho menos recompensada, ni aunque haya sido llevada a cabo en grado
de tentativa. Por ello como mínimo son sorprendentes los intentos de buscar lo
primero, basándose en el hecho de que no siempre se ha llegado a un fin luctuoso,
cuando el caso es que todos los actos han sido premeditados y albergando una
intención de hacer daño. Y esto siempre es violencia.
Aunque Francisca no
solo ha utilizado la violencia física. También existe otro tipo más
sutil, pero igualmente censurable: la que implica la manipulación y el engaño a
los que ha sometido primero a María, y actualmente a Bosco. No voy a entrar en
el tema de la primera, que ya está resuelto, pero por lo que se refiere a Bosco, aunque
quizás sea cierto que le quiere (aparte de existir el tema de la sangre al ser
su nieto) tampoco ha tenido muchos reparos en impedir su felicidad, decidiendo
por él lo que presumiblemente le conviene, y obviando su libre albedrío. Aparte que está dejando que Amalia le engañe impunemente, pero especialmente negándole el derecho a conocer sus orígenes y a su otra familia.
Y esto también es
violencia.
Solo un último
inciso con respecto al otro protagonista de esta relación. Siento decirlo, pero
a veces me da la sensación que los guionistas no reparan mucho en estropear a
algunos personajes. Creo de verdad que están dejando a Raimundo a la altura
del betún, y no solo por su repentino e inexplicable furor de enamorado otoñal, sino por otra
faceta añadida y hasta ahora desconocida: la de grosero y hasta cierto punto xenófobo,
al mostrar un abierto rechazo a unos forasteros, a los que además se cree en el
derecho de pedir explicaciones. Y que, por cierto, ya ha recibido por parte de
uno de ellos, una educada, contundente (y merecida) respuesta.
Mi querida Anna... yo solo digo una cosa ante esta trama tan bochornosa e insultante para los que seguimos la serie... es simplemente abominable porque las seguidoras de estos dos personajes... en fin, quieren dar a entender que en esta vida uno puede ser un@ hija de p.... y un monstruo, que si te haces mayor, tienes "derecho" a tener pareja y ser feliz a pesar de no arrepentirte de nada y seguir causando daño... a mi hay villanos tanto en series como en pelis, aunque sobretodo en series, que al conocer su historia y al arrepentirse, pues he empatizado con ellos... pero es que la Paca ha cometido DEMASIADOS crimenes y sigue haciendo daño capitulo a capitulo, ademas de que no se arrepiente lo más minimo de todo el mal que hace... por eso esta trama me da asco y me parece totalmente ilogica y fuera de lugar.
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