3 de febrero de 2015

Una familia diferente

Hacia muchos días que deseaba escribir sobre ello, y quizás ya es el momento de que la deuda pendiente que tengo con la familia Mirañar se vea cumplida. Lo cierto es que les he prestado poca atención, sólo ocasionalmente y casi siempre para mostrar mi desaprobación por algo que han hecho o por sus escenas desquiciadas. Aunque tampoco es que haya mucho que decir, porque normalmente es difícil hablar de ellos sin tener que quejarse por sus tramas sin sentido, que además se alargan hasta el cansancio.
Pero lo que no se puede negar es que, detrás de estos personajes, hay tres actores magníficos que merecen un reconocimiento. No es fácil introducir elementos de distensión (aunque, como ya he dicho, a veces logren impacientar) en unas tramas que habitualmente se mueven en el terreno del drama; y además hacerlo con una enorme profesionalidad. Otra cosa es que lo que protagonicen no sea más que situaciones esperpénticas la mayor parte del tiempo, y que además los hagan quedar como palurdos y cortos de luces.
Aunque también a veces llegan a sorprender con actitudes que se salen de lo habitual. Lo hemos visto recientemente con Pedro, que ha sido capaz de exponerse enormemente al ayudar a María y Martín. Por cierto, debo volver a disculparme (aunque sólo sea un personaje) por haber sido critica con él antes de conocer su implicación absoluta en este tema. También con Dolores hemos visto otra parte muy humana, que la hace tener empatía con los que sufren pero sin perder del todo su esencia chismosa, algo que lleva intrínseco en su personalidad.
Sin embargo de los tres, considero que el más completo es Hipólito, no sólo como personaje.
Creo que Selu es uno de los actores más fantásticos que hay en la serie. Por el hecho de que sea un personaje secundario quizás no se le preste suficiente atención, pero el caso es que lo considero un actor completo, capaz de hacer reír, de despertar ternura, incluso de hacer llorar,…..en definitiva, alguien que no deja indiferente, y un personaje al que se le pueden perdonar casi todas sus excentricidades. En realidad Hipólito es alguien atípico, aunque para nada borrico, pues ha demostrado en multitud de ocasiones que tiene su cultura y que podría llegar mucho más lejos de ser capaz de despegarse de las faldas de una madre posesiva, y de dejar de vivir a expensas de unos padres que le proporcionan una vida sin complicaciones. Pero Hipólito sigue siendo un niño grande, que no crece ni al que dejan crecer, y al que ni siquiera formar su propia familia ha hecho madurar.
Y tampoco a hacerlo de momento, porque ha vuelto al principio. Cuando se enfrenta a uno de los tragos más amargos de su vida, no parece que nada vaya a cambiar. Sus padres le apoyarán, pero no estoy muy convencida que sepa superarlo como un adulto, aunque no ha de ser fácil sentirse traicionado por alguien a quien amas y que se había convertido en el centro de su vida.     

1 comentario:

  1. Hola de nuevo mi querida amiga. Estamos totalmente de acuerdo, Hipólito es el mejor de la familia Mirañar, él siempre ha sido un niño grande, bueno y dulce, aunque no estamos de acuerdo en algo, yo creo que trabajar en el Colmado está muy bien, quizás podria estudiar algo, pero no le veo nada malo a que quiera estar con sus padres. Creo que no debe ser fácil asimilar todo lo que ha ocurrido... es que deberia darles vergüenza a los guionistas, porque han dejado a un gran personaje como era Quintina por los suelos... es que es tan ilógico todo lo que ha sucedido... Quintina era tan buena y lo queria tanto, que debe de ser un shock.

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