¿Quién o qué decide la
adscripción a una determinada clase social?
Evidentemente hay muchos factores
que la condicionan, como son el dinero, el poder, o simplemente nacer dentro de
una familia con lustre. Pero solo es algo de cara al exterior, porque no son
más personas ni más importantes las que están situadas en las denominadas
clases altas, ni menos de todo ello las que están por debajo. De hecho hay
varios ejemplos en PV que demuestran a las claras quien es más persona, y no
precisamente se encuentran entre los pudientes.
También es cierto que el nivel económico
puede influir en una mayor educación y cultura, pero tampoco es consustancial.
Porque se puede ser educado y culto sin ser rico, ya que la riqueza de la mente
no se adquiere por ser una determinada clase social, sino por la constancia, el
esfuerzo y la curiosidad. Aunque no voy a negar que el dinero da tranquilidad,
y que la carencia del mismo puede destrozar muchas oportunidades.
Pero también existe la
posibilidad de pasar de una clase a otro por méritos propios o adquiridos, aunque
no siempre l@s que alcanzan mayor nivel económico saben manejarlo
adecuadamente. Por supuesto no es el caso de Severo, que ha estado en los dos
lados y, a menos que se tuerza, parece que tiene siempre en mente los tiempos en
los que pasó penalidades y sabe ponerse en el lugar de la gente más
desfavorecida. Vamos, que tampoco lo veo un terrateniente al uso, o al menos
que siga los tópicos establecidos.
Otra cosa es el señorío, y esto
sí que considero que no se adquiere con el dinero.
No dudo que a principios del siglo
XX las clases sociales estuvieran mucho más marcadas y que, aun existiendo
clase media, en la que se podría englobar a Emilia y Alfonso por ejemplo, la diferencia
entre ricos y el resto de la población estaba muy definida. De ahí que los
primeros evitaran mezclarse con los segundos, por aquello de no ser contaminado
por la plebe. Sin embargo el señorío, en el sentido de elegancia, educación y
comportamiento no es exclusivo de una determinada clase social, y la madre de
Nicolás puede ser una mujer con poder y dinero, pero como señora deja mucho que
desear.
En realidad reprocharle su
actitud a ella es lo mismo que hacerlo a Francisca, porque son tal para cual. Altaneras,
no prestan atención al resto de los mortales porque se consideran por encima y
no dudan en mostrar su desdén por éstos. También son manipuladoras y carecen de
escrúpulos para clasificar lo que hacen, ya que consideran que están en
posesión de la verdad y si causan daños los consideran algo colateral de lo que
no son responsables.
¡Vaya, un par de perlas!
Desgraciadamente a Mariana no
podía haberle sobrevenido peor familia que los Ortuño (exceptuando claro está, Nicolás). Pero
los tiempos parece que ya estaban cambiando, y que agachar la cabeza ya no era
la tónica general. Y ahí es cuando aparece una verdadera señora, Rosario, que si
conoce lo que es la educación y cómo ha de comportarse una persona. Porque aunque en este caso se trataba de su
hija, no dudo que hubiera adoptado igual actitud con cualquier otra persona.
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