15 de julio de 2015

Una vuelta de tuerca más

Pasas unos cuantos días sin saber mucho de qué hablar para no volver a lo mismo que en comentarios anteriores y de pronto, y en un solo episodio, se producen al menos tres escenas dignas de mención. O incluso más.
Aunque evidentemente la que se lleva la palma es la de Severo y Francisca.
Es cierto que en esta ocasión Severo tenía la oportunidad de demostrar que no es como la doña. Y por descontado que no lo es, excepto por los deseos de venganza y la satisfacción posterior que ha mostrado al saber que ha ganado la batalla. Por lo demás creo que anda muy lejos de ser como alguien que no se corta humillando a los demás, que no duda en emplear cualquier método, incluido el asesinato, para hacer valer su voluntad, que trata con despotismo a casi todo el mundo, que no le tiembla el pulso para maquinar una venganza por cualquier cosa que considere una afrenta, por nimia que sea,.... que miente, manipula,……..
Severo solo tiene una meta, ahora que ha recuperado a su hermana. Que Francisca sufra en sus propias carnes lo que le hizo padecer a él y a su familia, que sepa lo que son las privaciones y sentir que la sociedad le ha vuelto la espalda.
Y tiene el poder para hacer que esto suceda, y lo usa con todas las consecuencias.  
De todas maneras me pregunto que podría ganar mostrándose ahora generoso, aparte de la satisfacción de humillar aún más la doña y dejarla en evidencia, o la de no tener que bregar con su propia conciencia. No creo que fuera a conseguir nada, ni siquiera algo parecido a gratitud por parte de Francisca, sólo una tregua en sus escaramuzas. Porque si alguna vez ésta recupera algo de su antiguo poder (que lo dudo), es evidente que no va a soportar ver a alguien que ha demostrado tener el poderío suficiente como para hacerle agachar la cerviz. 
Pero alguien decía que la venganza se vuelve siempre contra quién la perpetra. Y quizás algún día Severo también tenga que pagar por ello, aunque espero que sea a manos del destino. Porque ni siquiera plantearse que Francisca actúe otra vez como ejecutora, me revuelve las tripas, ya que representaría que no ha aprendido nada, que todas sus lágrimas son de cocodrilo, que todas sus lamentaciones son sólo apariencia para dar lástima o para retener a Raimundo, …. Y creo que ya está bien de este color. 
De todas maneras hay que poner en cuarentena el dicho anterior, cuando Francisca lleva años haciendo de las suyas y sólo ahora está pagando por una ínfima parte de lo que ha perpetrado. Por lo que quienes creen que Severo se está extralimitando, pienso que tendrían que recordar esto.
Entiendo que Severo es casi un recién llegado y que Francisca tiene ya un lugar indiscutible en este serial, pero ello no justifica que lo que sirva para una, no lo haga para el otro. Aunque la venganza sea siempre mala consejera, pero que tire la primera piedra quien no haya sentido alguna vez ganas de hacer pagar alguna cosa a alguien. Por descontado, con métodos incruentos.
Admito que estoy disfrutando tanto como el personaje de Severo. Ver a Francisca humillada y suplicando, es realmente un placer. Largamente esperado.  

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