21 de julio de 2015

De nuevo dos hermanos

A  lo largo de la serie se ha demostrado que no necesariamente el amor romántico ha de ser el único que lo impregne todo, y que pueden existir otras clases de amor que igualmente dan sentido a la vida y que pueden llenar de felicidad una existencia. El mejor ejemplo Tristán y Martín, que en la serie dieron lugar a escenas cargadas de emotividad, con un padre y un hijo (y dos estupendos actores) que supieron transmitir momentos que aún hoy se recuerdan como algo único. Pero también se han visto escenas preciosas entre hermanos que también tenían una gran carga emocional, como las del mismo Martín y Aurora entre otros.  
Y considero que Severo y Sol también están entrando con todos los honores en esta clasificación.
Aunque aún estén volviendo a conocerse y exista entre ellos todavía mucho por explicarse, el amor que es claro que seguía latente vuelve a resurgir. Severo trata a su hermana con una inmensa ternura y una gran comprensión, olvidando lo que también él ha sufrido. Pero especialmente con un gran cariño, que Sol corresponde, aunque a veces sea complicado verlo.
Es evidente que Severo puede y desea compensar a su hermana por todo lo que ha sufrido, hasta el punto de que en ocasiones incluso su preocupación raye en lo agobiante, casi en la sobreprotección. Pero que se puede entender como lo que siente como el hermano mayor que es, aunque también como alguien que ha buscado desesperadamente a su única hermana, y que cuando la ha encontrado no puede imaginarse volver a perderla.
Aunque va a necesitar también grandes dosis de paciencia, porque la Sol que ha encontrado no es la niña que recuerda. Ahora es una mujer fuerte, pero al mismo tiempo frágil, que necesita que alguien tome su mano y le diga que si se puede salir del pozo de unos sentimientos confusos que se mueven entre el miedo y la vergüenza, que es ella la que ha encontrar el camino ahora que el destino le ha puesto en bandeja la posibilidad de cambiar su futuro. Y todo ello sin permitir que lo que piensen los demás la condicione, apoyándose en los que realmente le han de importar, como su hermano, Lucas, e incluso Carmelo. Y puede que incluso en un futuro también Candela, que como los demás no juzga y enseguida es capaz de captar el alma de quién se acerca a ella.  
A ninguno de ellos les preocupa el pasado de Sol, sólo el presente y el futuro. Porque el hecho que haya ejercido una profesión que denigra a quien la ejerce, es sólo consecuencia de que hay personas (que no se merecen ni siquiera este apelativo) que se aprovechan de la necesidad. Y es cierto que quizás siempre habrá quien se vea abocado a ello, pero es algo que no tendría que existir.  
Creo que con esta trama se puede construir una bonita historia. De mujeres fuertes y especiales que consiguen despertar sentimientos, y de hombres nobles y cabales que las secundan de igual manera. 

1 comentario:

  1. Anna, muy logrado tu comentario sobre el amor fraternal , bien argumentado visto desde el otro lado con mucha objetividad

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