Porque al fin
y al cabo es algo que ha quedado entre ellos dos, y de lo que nadie más ha sido testigo.
¿Qué ha
sentado mal al orgullo de Francisca? Es posible, igual que es normal que después haya
proferido las típicas amenazas de venganza, algo que a pesar de su situación
actual no ha cambiado. La soberbia es algo que no pierde, así como tampoco el
convencimiento que tiene de que siempre ha de ganar.
Pero se ha
demostrado que no es así.
No sabemos cuánto
tiempo va a estar en esta situación y hasta qué punto va a llegar la misma,
pero creo que nadie duda que vaya a haber un momento que esto se va a revertir,
y volverá la implacable y vengativa Francisca. Sin embargo admito que me
fastidia el solo pensamiento, porque esta espiral ya empieza a ser insufrible.
Evidentemente
habrá quien considere normal que Francisca desee vengarse de Severo, pero
aparte de que estos sentimientos van implícitos en ella, quien la crea con
derecho olvida que es ella la que ha empezado la guerra. Que es la que hizo
caer en desgracia al padre de éste acusándolo de algo que no había hecho,
desprestigiándolo sólo para sacar beneficio propio y llevándolo de manera
indirecta a la muerte, la que dejó que la madre de Severo muriera, cuando
podría haberlo evitado y después de haber incumplido una promesa hecha a la
mujer, y es ella la que provocó la separación de los dos huérfanos y los
posteriores sufrimientos para ambos que se derivaron de ello. Sin olvidar que
incluso ahora ha seguido intentado evitar que se reencontraran (Por cierto
¿dónde para el detective contratado por Severo?). Con estos antecedentes es
bastante comprensible que Severo no esté precisamente por la labor de dejar que
Francisca duerma tranquila.
Solo espero
que Severo ahora no baje la guardia, porque ganar una batalla no es hacerlo con
la guerra. Y Francisca no se anda con remilgos, ya que su idea de venganza no
va por los mismos derroteros que los de éste. Ya sabemos cómo las gasta y que suele
utilizar métodos definitivos para sacarse de encima a los que la molestan. Muy diferente
de Severo, que prefiere sistemas más sutiles pero igualmente efectivos. Como ya se
ha demostrado.
Afortunadamente
hay algo que la doña no parece tener en cuenta. Inevitablemente se resentirá de
esta situación por la que atraviesa actualmente, y no creo que consiga
recuperar el poder que ostentaba. Está marcada para siempre, se demuestre su
inocencia o no, y dudo mucho que sus supuestas amistades y contactos (que al
final ha quedado patente que solo lo eran por interés) vuelvan a tratarla de la
misma manera. Cierto que el dinero puede comprar muchas cosas, pero
difícilmente podrá servir para recuperar su imagen anterior. Y esto puede
jugar a favor de Severo, cuyo poder e influencias sí parecen muy importantes.
Por cierto
¿alguien duda de que si las cosas hubieran sido al revés, la doña no hubiera
corrido a echarle en cara a Severo una supuesta victoria?
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