Lo admito. Me
llega mucho más el dolor de Bosco que el de Inés.
Entiendo que
están empleando todos los recursos al alcance para un final digno, pero ni aún
ahora consigo empatizar con este último personaje y el sufrimiento que ha de
suponer sentir que todo se acaba, que los sueños y esperanzas jamás se verán
cumplidos. Y aunque no me gusta criticar a los actores y actrices, creo que
buena parte de esta inexistente sensación la tiene la actriz, que no consigue
transmitirme nada. Quizás también porque inconscientemente la comparo con
otras, y es entonces cuando la diferencia se hace abismal. No dudo que Fariba hace lo que puede con los
guiones que le han tocado en suerte y que no siempre éstos le han dado la
posibilidad de lucirse, porque su papel siempre ha sido el de sufridora, además
de que ha interactuado poco con otros actores y actrices que la podrían haber
ayudado a tener mayor visibilidad. Pero creo que además le falta experiencia
para un papel protagonista como el que supuestamente le habían encomendado. No
todos los actores y actrices consiguen superar este reto, y aunque ha habido
varios casos en la serie que sí que han alcanzado esta meta, también ha habido
sonoros fracasos. Errar es de humanos y
los responsables de càsting no son infalibles.
Evidentemente
dentro de l@s espectadores habrá todo tipo de sensibilidades, y probablemente
habrá quien o quienes si sientan este sufrimiento de Inés. Por descontado lo
respeto y no quisiera que se sintieran molestos con este comentario. Es solo mi
opinión, que no tiene por qué ser compartida.
Circunscribiéndome
al personaje y su situación. Entiendo que cada persona reacciona de manera
diferente en estas circunstancias, que hay quien se hunde en la desesperación y
quien lucha para que no se cumplan los pronósticos. Y probablemente una actitud
optimista puede ayudar a llevarlo mejor, aunque no siempre el resultado final
sea el esperado. Pero además hay que tener en cuenta el entorno, porque el
sufrimiento inevitablemente se trasmite a los más cercanos. Evidentemente no
estoy diciendo que haya que disimular para no hacer sufrir, solo que dejarse
ayudar y sobrellevarlo juntos también puede hacerlo más fácil.
Pero parece
que Inés, como ha sido toda su vida, ha decidido llevarlo sola. Y tirar la
toalla, sin luchar. De todas maneras puedo entender que no desee hacerlo cuando
no existen esperanzas fundadas para superar su enfermedad, de la que aún noventa
y tres años más tarde no se ha encontrado cura, solo el tratamiento. Así que
parece que ha decidido sentarse y esperar el momento, creándose un mundo que, una vez Bosco ha conocido la verdad, ha
dejado de tener sentido.
Y ahora es el
momento de lanzar una cuestión. Lucas ha dicho que Inés tiene órganos afectados
irremediablemente, además de una diabetes agresiva. Así que si Inés no ha
tenido hasta el momento un papel muy relevante, ¿alguien imagina lo que podría
ser este personaje a partir de ahora, con lo que significa de total
dependencia, de no poder hacer esfuerzos y estar todo el día mano sobre mano,
de moverse por El Jaral como alma en pena …. En fin, de mayor invisibilidad que
hasta ahora.
No tiene
sentido, como no lo tiene alargar lo inevitable o crear falsas esperanzas.
Por supuesto
me estoy refiriendo a un personaje, no a una persona real, que en la actualidad
puede llevar una vida relativamente normal. Eso sí, dependiendo de un
tratamiento adecuado. Pero sé de lo que hablo y también de lo que supone para una
familia, porque mi padre tuvo problemas con este tema. De hecho una
hiperglucemia le provocó un infarto, que consiguió superar. Pero dos años más
tarde volvió a reproducírsele y esta vez sí fue mortal. Y de eso sólo hace
cuatro años.
Te felicito por tu paciencia, Ana.
ResponderEliminarSigo la serie a través de los avances y veo lo que me gusta, como a la preciosa y excelente actriz Adriana junto a Lucas (éste ha cambiado muy favorablemente desde el papel bobalicón que interpretó junto a Ariadna Gaya). A los adorables Hipólito y Gracia deberían darles más protagonismo. Disfruto viendo a Francisca sufrir, pero me aburren soberanamente el resto de las tramas.
El hijo y sobrina que le han salido debajo de una piedra a los Castañeda para continuar una tramas “familiares”, me parece rozar en el absurdo. La historia otra vez de Severino es de risa, cuando Alfonso adoraba a María como si fuera su hija verdadera, pero ahora toca darle protagonismo a Emilia y Alfonso que son los actores fieles al culebrón. Pienso que Puente Viejo tiene una parroquia leal por costumbre.
Ansío pronto la muerte de Inés, con esa cara de angustia constante me resulta insoportable, y espero que le traigan una pareja a Bosco a la altura. Aunque no tengo claro que Inés muera y, si lo hiciese, me temo que convertirán a Bosco en un amargado como fue Tristán, ya que son muy repetitivos, y estará así hasta que llegue su hermano de Cuba, no Martín, sino el hijo que tuvo con Pilar. Tienen que seguir captando parroquia mientras puedan, y lo comprendo. Quizá un saltito temporal de unos cinco años no les vendría mal.
hola Ana,ostras lamento lo de tu padre.y sí,me da que el anónimo que ha comentado aquí abajo de tus líneas,tiene razón,un salto en el tiempo de cinco años no estaría de más.
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