Pues no, no
la he obviado. También pueden existir relaciones bonitas entre amigos, indiferentemente
que sean o no del mismo sexo.
Aunque quizás
la palabra bonita no sea la más adecuada. Y la de amigos tenga muchas acepciones
y grados. Desde la persona que sólo conoces, a la que frecuentas con una cierta
periodicidad, o la que tiene toda tu confianza.
Pero la amistad
de Severo y Carmelo creo que incluso va más allá de todo esto. Es algo mucho
más profundo, nacido de muchos años de bregar juntos, primero para escapar del
infortunio, y después para salir adelante y labrarse un futuro. Su amistad se
sitúa en un estadio superior y se podría equiparar a una relación de lazos fraternales.
La lealtad y fidelidad que se tienen el uno al otro ya ha sido puesta a prueba,
y ha salido victoriosa con nota. Porque confían totalmente el uno en el otro,
hablan de todo sin dejar nada en el tintero, son sinceros en lo que se
transmiten, no se callan lo que piensan, razonan de manera parecida y creen en
lo mismo,…. A veces incluso no es necesario ni que hablen, porque saben lo que
el otro quiere transmitir. Y, por supuesto, y aunque tengan diferentes roles
(por unas razones que nunca se han explicado) no son para nada el señor y su
secretario, porque Carmelo, a pesar de aparecer como un subordinado, no es
tratado por su amigo como tal. De hecho Severo no suele utilizar más que en
contadas ocasiones el singular, cuando habla de temas que les conciernen.
Carmelo incluso
parece haber “adoptado” a Sol como alguien de quien también se considera responsable.
No en vano la ha buscado junto con Severo durante años, y ambos han hecho de
ello la meta de su vida. Hasta encontrarla.
Por cierto, y
ya que estoy en ello y se ha especulado sobre el tema de un posible triángulo
amoroso entre él, Lucas y Sol, por ahora no veo que Carmelo considere a ésta nada
más que como la hermana de su amigo. Incluso le hemos visto mediando con el
médico, sabedor que entre éste y la chica puede existir algo más.
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