31 de julio de 2015

El romanticismo en PV

Quizás el romanticismo este sobrevalorado y no sea más que una idea enfatizada por la literatura.  
Además si la pretensión es que la serie se ajuste a parámetros de la vida cotidiana de un pueblo, las prioridades necesariamente han de ser otras y no solo los momentos intensos entre una pareja, los que podrían enmarcarse en la idea romántica de una relación. También hay que encontrar el momento propicio para dar rienda suelta a estas emociones.
Y, en última instancia, es evidente que las personas no pueden ir todo el día con una idea fija, pues la vida también son otras cosas. Por descontado, sería muy poco fructífero que anduviéramos todo el día en una nube, sin poner los pies en el suelo.
Pero esto sería en la realidad, en la ficción todo es posible. Así que es difícil entender porque una serie que empezó con una bonita historia de amor, eso sí, sembrada de momentos dramáticos, ha derivado más en lo segundo que en lo primero.
Ninguna pareja consigue llegar más allá de un mes sin que suceda algo que les separe, bien sea un tercero en discordia u otra cosa. Y lo mismo da que ya estén consolidadas, en fase de ello o sean solo un proyecto. Porque después hay que esperar semanas y semanas hasta que se vuelve a producir un acercamiento o una reconciliación.
Evidentemente no estoy pidiendo que las parejas anden todo el día inmersas en situaciones bucólicas, sumidas en un estado de seminconsciencia y con una sola idea en mente, pero no estaría mal que se dosificaran las tramas y siempre hubiera alguna que permitiera seguir manteniendo una cierta expectativa. Sin embargo el caso es que últimamente parece que todas hayan de tener problemas al mismo tiempo.
Llegados a este punto, quizás alguien pueda decir que ahora existe la relación de Francisca y Raimundo. Pero sin ánimo de establecer comparaciones, es difícil ver en esta algo que haga vibrar como en anteriores parejas. Por supuesto no pretendo insinuar que una relación entre dos personas maduras haya de tener menos consideración, pero en esta relación se aúnan más cosas que el supuesto resurgir de un amor de juventud. Por mucho que se esfuercen en maquillar las escenas, tiñéndolas de un ambiente, una música y unos diálogos especiales, creo que difícilmente nadie olvida lo que es Francisca y la poca justicia del destino que permite que sea feliz a pesar de todo lo que ha hecho. Y anticipándome a lo que puedan decir l@s seguidores de esta pareja, lo que pueda haber hecho en positivo es tan poco y tan escasamente altruista, que nunca podría justificar que al final de su vida fuera redimida de todas las maldades que ha cometido. Porque si el dicho que “todos los hechos tienen consecuencias” se pudiera aplicar sin restricciones, Francisca ya hace tiempo que tendría que haberlas conocido. Y sin embargo ha seguido tan campante. Hasta ahora.
Bueno, quizás también se podría hablar de Hipólito y Gracia. Pero, como todo en los Mirañar, hemos pasado de la sequía a la inundación en un abrir y cerrar de ojos. Por supuesto deseo que Hipólito pueda rehacer su vida y Gracia puede ser una buena compañera, pero creo que tampoco es necesario que ahora exageren tanto. Son dos personas maduras y en consecuencia habrían de saber hasta dónde pueden llegar en sus manifestaciones públicas de cariño. De todas maneras admito que me gusta que no se dejen avasallar por los convencionalismos y las habladurías, haciendo uso de su libertad como personas. Y quizás esta pareja, a pesar de los inconvenientes insalvables que tiene ahora, pueda ser la que tenga el futuro más asegurado.
También se podría hablar de la de Matías y Prado. Creo que los dos actores trabajan muy bien, a pesar de su juventud y supuesta inexperiencia, y que consiguen atrapar al espectador. Especialmente Iván, que ha conseguido impregnar sus escenas de total credibilidad, por lo que el momento con Prado ha sido precioso. Otra cosa es que consigan llevar mucho tiempo esta relación, debido a sus pocos años. Cierto que es una relación fresca, con un aire inocente y de descubrimiento, pero que también auguro llena de vaivenes. Porque espero que Emilia y Alfonso cumplan con su cometido como responsables y no permitan que suceda nada irremediable.  
Por supuesto existen las otras parejas que ya están consolidadas. Pero éstas ya se ven de otra manera.
Dicho todo lo anterior, resumo: de verdad creo que hace falta en PV algo que vuelva a emocionar, algo que haga que l@s espectadores sigamos enganchados a la serie más que por inercia o fidelidad. Y creo que los guionistas tienen en sus manos los protagonistas perfectos: Lucas y Sol.
Por descontado, sin olvidar a Severo y Candela.  

30 de julio de 2015

Un alcalde "comunista"

Imagino que la sensación de no tener que dar explicaciones, ni de que no haya quien le pida cuentas por su acción de gobierno (aunque quizás sea exagerar dar este calificativo al “trabajo” de Pedro en el ayuntamiento….) debe ser algo novedoso para él. Evidentemente el talante se lleva impreso y no es muy difícil pronosticar que si un día las cosas vuelven por sus fueros, va a volver a mostrar la misma actitud rastrera en la que lo hemos visto casi siempre.
Así que lo más seguro es que sus actuales convicciones comunistas (si lo son realmente) se vayan entonces por el sumidero, porque lo que es bien claro es que está bien aferrado a la comodidad de la poltrona y a los beneficios que saca de su puesto, que no siempre entran dentro del terreno de la legalidad. Por ejemplo lo hemos visto en más de una ocasión sisar de las arcas municipales para temas particulares. No digo que no haya dado muestras también de ser un alcalde eficiente (aunque con los años que lleva en el cargo, lo contrario sería casi un crimen), así como también de ser una buena persona en el terreno personal. Recordemos por ejemplo como puso en juego su cargo, e incluso su integridad, para engañar a Francisca y permitir que Martín y Maria escaparan.
Evidentemente sus veleidades comunistas no llegarán muy lejos. Era bastante improbable que en un entorno rural, con ideas muy conservadoras y una sociedad fuertemente jerarquizada y dependiente de los grandes latifundios, enraizaran  ideas que instaban a cambiar lo establecido, que predicaban el reparto de la riqueza, propugnaban el amor libre, que hablaban de la religión como el opio del pueblo e proponían alejarse de ella cuando era algo que lo impregnaba todo, que hablaban de igualdad,……..  Difícilmente algo así podía salir adelante en lugares alejados de los grandes centros de población, donde si era posible que se implantaran porque existía mayor conciencia social. De todas maneras también hay que decir que, en el caso de Pedro, su afiliación va a durar poco, porque en 1923 un golpe de estado desmanteló entre otros al Partido Comunista, que no volvió a resurgir hasta varios años más tarde.
De todas maneras, dejando aparte sus ideas desquiciadas, a favor de Pedro hay que decir que tiene una mente mucho más abierta que algunos de sus conciudadanos, incluida su esposa. Y creo que ello va a ayudar en buena medida a Hipólito, que previsiblemente se va a encontrar en el punto de mira de beatas y demás, que van a ponerle también en la diana de sus chismorreos y maledicencias.
Y es ahora cuando haciendo un ejercicio casi rocambolesco, se podrían aunar las dos cosas anteriormente citadas: ideas del comunismo y situaciones que tienen que ver con la libertad de las personas. Porque ¿es más importante seguir los dictados de una sociedad a veces hipócrita, o de los sentimientos? ¿Enfrentarse a la excomunión por saltarse las normas ha de frenar el deseo de estar con la persona amada? En mi caso la respuesta es bien obvia. Nada ni nadie habría de tener derecho a inmiscuirse en la vida de otras personas. Y cada persona ha de ser libre para seguir el camino que considera mejor para su futuro, por lo que las normas y la  opinión de la sociedad ha de ser tenida en cuenta en su justa medida. No para coartar, si no para ayudar.
Por cierto. En el caso de que los acontecimientos se precipiten, Hipólito podrá hacer compañía a otra estigmatizada, Sol.

29 de julio de 2015

Prado o sentimientos que mudan como de camisa

Prado debe tener alrededor de dieciséis-diecisiete años. Pero la edad no sería del todo una justificación a su atolondramiento e ingenuidad, más teniendo en cuenta que en aquellos tiempos las mujeres se veian obligadas a madurar antes, ya que las salidas que tenían para su futuro eran muy limitadas. Lo que si puede justificarlo es su inexperiencia en asuntos del corazón y su desconocimiento de la habilidad que pueden tener algunas personas para manipular a otras. Esto es algo que solo se acaba conociendo a fuerza de padecerlo en propias carnes o, afortunadamente para Prado, que alguien que si sepa del percal se lo haga ver.
Pero es una adolescente con la rebeldía propia de esta etapa, algo que tod@s hemos vivido con mayor o menor intensidad. Ha escuchado las razones, los consejos y las prevenciones, pero al final ha hecho lo que le dictaba una todavía sensación desconocida, y sin sopesar las consecuencias de sus actos. Confiada y seducida por los cantos de sirena de un desalmado, que afortunadamente para ella, además era un cobarde.
Y es normal que ahora se sienta humillada y avergonzada, por haberse dejado embaucar, cuando todo el mundo la estaba avisando. Pero por suerte ha venido a caer a una casa donde la gente escucha y no juzga, donde el cariño está por encima de todo. Emilia y Alfonso son personas que saben derramar amor y comprensión, y estarán ahí. (Aunque tengamos que pasar un tupido velo sobre unos estúpidos recuerdos que asaltan a Alfonso y que no les convierten en el mejor ejemplo ahora mismo)
Sin embargo hay algo más.
Últimamente los sentimientos parece que han dejado de tener importancia. En algunos casos hemos visto como se cambia de relación como de camisa. Cierto que se puede justificar como que el amor era un espejismo y que lo que realmente existía era otro sentimiento, pero en el caso de Prado, el repentino descubrimiento de que sus desvelos van hacia Matías parece un poco precipitado. Alguien dispuesta a huir con un chico, y unir su futuro al de él, no parece muy creíble que pueda mudar de tal manera de la noche a la mañana. Aunque en realidad creo que lo precipitado ha sido poner un tercero en discordia tan pronto, cuando empezábamos a conocer a la chica y a hacérnosla nuestra, con lo que ha habido un momento que incluso ha sido una trama que ha llegado a aburrir.
Por suerte existe Matías, el chico tierno, perseverante y de gran corazón, que por si solo consigue levantar las escenas. (O quizás mejor decir Iván , un gran descubrimiento) 

28 de julio de 2015

Duelo de titanes

Es claro que para sobrevivir en un mundo reservado al género masculino, la Paca ha tenido que echar mano de arrestos y de determinación. Aunque hay que decir que tampoco empezó desde cero, pues el dinero y el poder ya le venían dados por su familia. Solo ha tenido que manejarlo todo con mano férrea, algo que hay que reconocerle ha hecho bien. Aunque sus métodos ya sean otro tema.
Pero tampoco jamás se había encontrado con alguien que pudiera hacerle sombra. Desencuentros los ha tenido a decenas durante estos años, y personas que se le han enfrentado también. Pero nunca había perdido una batalla, ni nadie había conseguido hacerle morder el polvo como sucede actualmente. 

A veces me pregunto si los guionistas echan mano de profesionales o de documentación especializada para configurar las personalidades de los personajes. Y el hecho de que Francisca diga varias veces en cada capítulo “Yo soy Francisca Montenegro”, como para reafirmarse, así me lo hace creer.
Y en este punto es donde se manifiestan más claramente las diferentes idiosincrasias de dos poderosos, que llevan su estatus de diferente manera. Nunca  hemos oído que Severo haya hecho uso de estos términos, aunque se haya demostrado que su poder es análogo al de la doña. Si no más. Pero Severo es más humilde, probablemente porque él conoce la otra cara de la moneda y se ha tenido que ganar su lugar a pulso. El sí que ha empezado desde cero, escalando posiciones y forjándose un lugar privilegiado en la sociedad a base de tesón y esfuerzo. 
Además Francisca tiene marcada a fuego la soberbia. Y es esta misma soberbia la que la mantiene en pie, sin ceder un milímetro, a pesar de que ahora no tiene nada. Pero la que la hace no parecer dispuesta a dejar que crean que la han vencido.
Y por ello, y a pesar de que está viendo de primera mano que con Severo no se juega, sigue minusvalorándolo y pensando que algún día podrá devolverle el golpe. Algo que no digo que no sea posible, porque ya sabemos de los sucios métodos que emplea, pero creo que a partir de ahora lo tendrá mucho más complicado porque además está olvidando su posición actual, y que probablemente, aunque recupere su dinero, nunca podrá hacerlo del prestigio perdido. (También es verdad que con dinero de por medio no hay problema para lograr cualquier cosa tangible, y de esto la doña sabe mucho).  
De todas maneras Severo ha demostrado que cuando es necesario también puede tener la cabeza fría (y si no ahí está siempre Carmelo para recordárselo y para temperar sus ansias). A su inicial arrebato de ira y dejándose llevar por la provocación de la doña, le ha seguido la prudencia. Aunque lo mejor de todo es la constatación de que nadie en estos años ha podido amenazar a Francisca con tantas posibilidades de éxito.
En realidad ahora mismo no puedo imaginarme volver al escenario anterior, con Francisca otra vez volviendo a las andadas y destrozando vidas y personas. Creo que sería demasiado pedir para el cuerpo 

27 de julio de 2015

PV son muchas historias

Supongo que tendría que dejar zanjado el tema, tal como me propuse. Pero siempre acabo volviendo…..
Y si, aceptando pulpo como animal de compañía, Francisca es un personaje importante para la serie..., pero especialmente para estropear cualquier historia que se prevea que pueda llevar la felicidad a alguien.
Desconozco si la “biblia” de los guionistas dice que es absolutamente necesario que en todas las series exista un villano para dar relieve a los demás personajes. Probablemente es la mejor manera y la más rápida, como también es posible que tenga que existir algún tipo de antagonismo porque de lo contrario sería muy aburrido. Pero creo que en el caso de Francisca se les ha ido la mano.
Lo que si tengo claro es que ese personaje se ha acabado mitificando. Y el caso es que por sí mismo no sería nada, ni la serie tendría ningún sentido si no existiera algo más que le dé vida a ésta. No creo que de haber sido la doña el eje central PV hubiera tenido mucho recorrido, porque lo que mayormente provoca este personaje es fastidio por su continuada mala baba. Considero que lo que realmente ha levantado el interés y ha mantenido la serie en primer plano no ha sido esta trama, sino las historias paralelas de amor que se han dado y siguen dando. Estas son las que han levantado pasiones, que han hecho correr ríos de tinta y que han alimentado decenas de foros, blogs y páginas de internet. También es cierto que el personaje de Francisca siempre ha estado bien presente, pero solo como elemento distorsionador.
Y que a estas alturas pretendan cambiar esto y que ella pase también a esta otra línea, reviviendo una supuesta historia de amor con Raimundo, lo considero como mínimo algo extemporáneo. Porque en cuatro años esto es algo que solo ha sobrevolado de manera fugaz……y únicamente como un tema del pasado. Nada en este tiempo ha dejado entrever que esta pareja tuviera todavía alguna posibilidad, que siguiera existiendo entre ellos algo más que los recuerdos compartidos de cincuenta años atrás. Y no han ido más allá, excepto para alimentar desencuentros, rencor y odio.
Hasta ahora.
No voy a entrar en el por qué, y las justificaciones que se dan a ello. Hay varias versiones , todas ellas respetables, y cada cual lo ve a su manera. Incluso pienso que pudiera existir la posibilidad de que fuera necesario darle vidilla a Raimundo, aunque, de ser cierto, considero que ha sido peor el remedio que la enfermedad. Al menos para este personaje.
De todas maneras tampoco creo que este romance otoñal vaya a levantar muchas pasiones, excepto para l@s incondicionales. Francisca ha ido demasiado lejos y generado demasiadas antipatías (siempre estoy hablando del personaje, no de la actriz). No se puede borrar de un plumazo la larga lista de desmanes que le hemos visto cometer, (que, por cierto, incluyen también a Raimundo, pero que éste parece no tener en cuenta). Así que, como creo que va a suceder con la gran mayoría de espectadores, no puedo hacer sino mirar con distancia esta trama.
La otra cosa que tengo clara es que ha sido un acierto introducir a alguien que esté a la altura del poder que hasta ahora ostentaba Francisca. Alguien que esté capacitado y tiene los medios para hacerle morder el polvo y dejar en entredicho todo lo que la doña ha sido hasta el momento. Alguien que, de alguna manera, dé voz a la legión de agraviados, muertos, tiranizados y humillados por la doña, y también a l@s telespectadores que desean que viva en sus propias carnes, aunque nunca será más que una ínfima parte, las penalidades que ha procurado  a otros.  
 ¿Qué ahora se va a casar con Raimundo? Pues muy bien, tampoco creo que vaya a cambiar nada.
Lo que si puede cambiar la serie, aparte de las historias que ya existen, son las otras que se adivinan. Amores juveniles, y no tanto, que se van forjando y que pueden devolver a la serie algo de lo que fue antaño. Lucas y Sol, una pareja que ya está encandilando, Matías y Prado como el amor juvenil y fresco (a pesar de que la chica quede como un poco veleta, pero se pueda disculpar un poco por su ingenuidad e inexperiencia), Hipólito y Gracia, que algún día tendrán que dar un paso al frente aunque su futuro juntos sea más que incierto,…Y por supuesto, Candela y Severo, una pareja que también puede dar mucho juego. Aprovecho para decir que, a pesar de algunos comentarios, estoy convencida que Candela puede ser la digna pareja de Severo. Que éste alimente rencor hacia Francisca, y que sus desvelos vayan en el sentido de vengarse de ésta, no lo hace necesariamente mala persona. Una mala persona es aquella que no repara en nada ni nadie, que arrasa con todo sin importarle a quien daña, (vamos, el prototipo de Francisca). Severo ha demostrado que el resto del tiempo que no dedica a hacerle la puñeta a Francisca, puede ser alguien con quien contar. Y, por supuesto, Candela no es ajena a las intenciones de Severo  y sabe, al igual que todos, lo que lleva a éste a hacer lo que hace. Y nadie ha visto que se lo reproche, al igual que ha hecho Bosco. Que, por cierto, si se alió con Severo fue con el consenso de toda la familia, incluida Candela.     

24 de julio de 2015

Paso a Candela y Severo

Supongo que el tema del médico reputado sólo es un recurso para alargar la trama de Inés y Bosco, y de paso introducir una referencia histórica a un tema que desgraciadamente aún está de actualidad. Pero creo que dar falsas esperanzas, por un lado a la familia de la ficción, y por el otro a los espectadores, no va a traer nada positivo, ni a despertar expectación. Porque es evidente que este es un tema que está más que agotado, y dilatarlo no tiene sentido excepto si lo que se pretende es aumentar el dramatismo.
Ya que el fin no admite ninguna duda.
No voy a entrar en el tema de las licencias que además se están dando, porque es una ficción y no hay que darle más vueltas. A menos que sean tan flagrantes que haya que ponerlas en evidencia, cosa que tampoco es el caso. Año más, año menos, en este caso no importa demasiado. A menos que uno/a quiera ser muy puntilloso/a.
En realidad considero que es una trama que se va apagando lentamente y casi en silencio, obscurecida además por otras que si están captando la atención. Inés y Bosco se han convertido en dos personajes sin apenas relevancia y dependientes de otros, sin que sus momentos aporten demasiado al conjunto. En particular Inés, que aunque pueda parecer cruel e inhumano (por descontado no pierdo de vista que es una ficción) ahora ya casi es un lastre, porque condiciona la vida de demasiadas personas. En primer lugar la de Bosco, un personaje controvertido del que es difícil conjeturar el rumbo que va a seguir en el futuro, pero también la de los otros habitantes del Jaral, en especial de Candela.
No creo que los que se acercan periódicamente a este rincón descubran ahora mis simpatías manifiestas por este último personaje. Antes y ahora, siempre ha entrado en mi consideración, aunque haya tenido épocas de visibilidad y otras, como sucede en la actualidad, sea poco más que un florero. Así que nunca me cansaré de reivindicar un papel más relevante para ella, y especialmente para una gran actriz relegada al papel de mera comparsa.
Bueno, hasta el momento. Porque parece que esto está cambiando en positivo y Candela finalmente podrá tener su propia historia, además de la posibilidad de ser feliz. Y por supuesto, todo ello con el concurso de Severo, al que considero el digno partenaire de esta preciosa y gran mujer a la que la vida hasta ahora se ha empeñado en ponerle zancadillas.
Cierto que Candela no parece aspirar a más que lo que ya tiene. Parece resignada a dejar de tener vida propia y ha pasado a estar ahí para todos, pensando siempre en los demás y dejando que su vida simplemente fluyera. Pero aún es joven, y puede ser un poco egoísta y pensar en sí misma, si llega la ocasión en que se le plantea otro tipo de existencia. ¿Quien mejor que Severo para ofrecérsela?
Severo, un caballero formal, generoso, afable y buena persona (excepto cuando la doña le saca sus peores instintos). Y ahora es el momento de reivindicar además algo que se le ha achacado y que se ha demostrado injusto: su pretendida utilización de la amistad con Bosco para hacer frente común contra Francisca. Severo está demostrando que si bien podría haberse dado al principio algo de ello, esto ha quedado atrás con la firme determinación de ayudar a su amigo y su esposa. Bien podría haberse desentendido del asunto alegando cualquier excusa, pero está poniendo toda la carne en el asador, además de la cartera, para poder ayudarlo. Y esto es verdadera amistad, desinteresada y sincera.   

Beatas al ataque !!




Pienso que las cosas no han cambiado tanto y que la escena retrata perfectamente una situación no tan excepcional, aunque quizás no suceda de manera tan visible. Porque, aunque sea triste tener que admitirlo, el peor enemigo de la mujer también puede llegar a ser la propia mujer. 


Claro que no se puede generalizar y que también en esto hay diferencias. No todas las mujeres entran en el juego de pretender dar lecciones de moral a sus semejantes, pero existen beatas y mojigatas que en nombre de los convencionalismos, por tradiciones trasnochadas o simplemente por mente cerrada, son capaces de poner en el punto de mira a quien sea, sin pararse a pensar en las consecuencias. Y solo por el hecho de que éste o ésta se haya salido de las normas que alguien estableció en su día, y que a pesar de que no son inamovibles, hay quien se empeña en lo contrario. La evolución no siempre llega a todas partes.

Evidentemente hay que trasladarse casi un siglo atrás para ponerse en situación, en un momento en el que la iglesia católica tenía mucho poder e influencia. Pero como ya he dicho, considero que algo de lo anterior sigue existiendo (aunque en menor medida), y siempre habrá quienes pretenden dar lecciones. Por supuesto no es un tema exclusivamente del género femenino, ni esta manera de obrar es ajena a los hombres, solo que desgraciadamente es visto de diferente manera. No dudo que también hay hombres que entraban, y entran, en la categoría de beatos, pero no suelen ser calificados así, sino como fervorosos practicantes. Por cierto y en algunos casos, incluso llegando a ser peligrosos por sus ideas radicales.

Sin embargo lo peor de todo esto es que las/os que pretenden pasar como buenas personas por el hecho de cumplir unas reglas, son los que más despiadadamente menoscaban a sus semejantes. Porque poner en evidencia a una persona es una agresión (no física pero igualmente dolorosa).

De todas maneras, el termino beato/a suele ir asociado a un sentimiento negativo. Y en este caso lo son estas mujeres que pretendidamente amparadas en un velo y un rosario, se convierten en jueces implacables que someten a crítica algo que no les concierne y que pertenece a la libertad de los demás. Pero que también pone en evidencia cosas de las que seguramente no son conscientes. Como en esta ocasión, aceptando determinadas conductas masculinas y dejando entrever sus carencias, su falta de autoestima y la mediocridad de sus vidas. 

Y al respecto de la escena concreta entre Sol y las beatas. 

Al pretender las mismas mujeres alejar a sus esposos de la tentación, dejan aflorar también dos cosas: hacen recaer toda la culpa en la mujer que ejerce la prostitución, como si el hombre solo fuera una víctima, y además dejan a las claras una falta de confianza en sus hombres y ellas mismas, cuando queda en el aire el supuesto de que éstos puedan estar insatisfechos y tener que buscar desahogo en otra mujer. Algo que, por supuesto, ni se puede imaginar que suceda a la inversa, porque el estigma que ello supondría ha quedado más que patente. A un hombre se le tolera, a una mujer se la repudia. 

Y para finalizar una pregunta: ¿Acaso es mejor una tirana y asesina que esclaviza, pero a la que rinden pleitesía sin rubor alguno, incluso hasta el extremo del servilismo y dejándose humillar, que una mujer que solo se hace daño a si misma?

Doble rasero al que va a tener que enfrentarse Sol y todo su entorno. No va a ser fácil librar esta batalla, y mucho menos en un pueblo.


22 de julio de 2015

Una amistad fraternal

Pues no, no la he obviado. También pueden existir relaciones bonitas entre amigos, indiferentemente que sean o no del mismo sexo.
Aunque quizás la palabra bonita no sea la más adecuada. Y la de amigos tenga muchas acepciones y grados. Desde la persona que sólo conoces, a la que frecuentas con una cierta periodicidad, o la que tiene toda tu confianza.
Pero la amistad de Severo y Carmelo creo que incluso va más allá de todo esto. Es algo mucho más profundo, nacido de muchos años de bregar juntos, primero para escapar del infortunio, y después para salir adelante y labrarse un futuro. Su amistad se sitúa en un estadio superior y se podría equiparar a una relación de lazos fraternales. La lealtad y fidelidad que se tienen el uno al otro ya ha sido puesta a prueba, y ha salido victoriosa con nota. Porque confían totalmente el uno en el otro, hablan de todo sin dejar nada en el tintero, son sinceros en lo que se transmiten, no se callan lo que piensan, razonan de manera parecida y creen en lo mismo,…. A veces incluso no es necesario ni que hablen, porque saben lo que el otro quiere transmitir. Y, por supuesto, y aunque tengan diferentes roles (por unas razones que nunca se han explicado) no son para nada el señor y su secretario, porque Carmelo, a pesar de aparecer como un subordinado, no es tratado por su amigo como tal. De hecho Severo no suele utilizar más que en contadas ocasiones el singular, cuando habla de temas que les conciernen.
Carmelo incluso parece haber “adoptado” a Sol como alguien de quien también se considera responsable. No en vano la ha buscado junto con Severo durante años, y ambos han hecho de ello la meta de su vida. Hasta encontrarla.
Por cierto, y ya que estoy en ello y se ha especulado sobre el tema de un posible triángulo amoroso entre él, Lucas y Sol, por ahora no veo que Carmelo considere a ésta nada más que como la hermana de su amigo. Incluso le hemos visto mediando con el médico, sabedor que entre éste y la chica puede existir algo más. 

21 de julio de 2015

De nuevo dos hermanos

A  lo largo de la serie se ha demostrado que no necesariamente el amor romántico ha de ser el único que lo impregne todo, y que pueden existir otras clases de amor que igualmente dan sentido a la vida y que pueden llenar de felicidad una existencia. El mejor ejemplo Tristán y Martín, que en la serie dieron lugar a escenas cargadas de emotividad, con un padre y un hijo (y dos estupendos actores) que supieron transmitir momentos que aún hoy se recuerdan como algo único. Pero también se han visto escenas preciosas entre hermanos que también tenían una gran carga emocional, como las del mismo Martín y Aurora entre otros.  
Y considero que Severo y Sol también están entrando con todos los honores en esta clasificación.
Aunque aún estén volviendo a conocerse y exista entre ellos todavía mucho por explicarse, el amor que es claro que seguía latente vuelve a resurgir. Severo trata a su hermana con una inmensa ternura y una gran comprensión, olvidando lo que también él ha sufrido. Pero especialmente con un gran cariño, que Sol corresponde, aunque a veces sea complicado verlo.
Es evidente que Severo puede y desea compensar a su hermana por todo lo que ha sufrido, hasta el punto de que en ocasiones incluso su preocupación raye en lo agobiante, casi en la sobreprotección. Pero que se puede entender como lo que siente como el hermano mayor que es, aunque también como alguien que ha buscado desesperadamente a su única hermana, y que cuando la ha encontrado no puede imaginarse volver a perderla.
Aunque va a necesitar también grandes dosis de paciencia, porque la Sol que ha encontrado no es la niña que recuerda. Ahora es una mujer fuerte, pero al mismo tiempo frágil, que necesita que alguien tome su mano y le diga que si se puede salir del pozo de unos sentimientos confusos que se mueven entre el miedo y la vergüenza, que es ella la que ha encontrar el camino ahora que el destino le ha puesto en bandeja la posibilidad de cambiar su futuro. Y todo ello sin permitir que lo que piensen los demás la condicione, apoyándose en los que realmente le han de importar, como su hermano, Lucas, e incluso Carmelo. Y puede que incluso en un futuro también Candela, que como los demás no juzga y enseguida es capaz de captar el alma de quién se acerca a ella.  
A ninguno de ellos les preocupa el pasado de Sol, sólo el presente y el futuro. Porque el hecho que haya ejercido una profesión que denigra a quien la ejerce, es sólo consecuencia de que hay personas (que no se merecen ni siquiera este apelativo) que se aprovechan de la necesidad. Y es cierto que quizás siempre habrá quien se vea abocado a ello, pero es algo que no tendría que existir.  
Creo que con esta trama se puede construir una bonita historia. De mujeres fuertes y especiales que consiguen despertar sentimientos, y de hombres nobles y cabales que las secundan de igual manera. 

Borrar recuerdos dolorosos

No creo que a estas alturas se pueda poner en duda el amor que se profesan Alfonso y Emilia, un sentimiento que se dice que lo cura todo y que está por encima de todo. Por lo que es bastante inconcebible que no haya sido capaz de borrar el recuerdo de días aciagos, igual que lo es que en Alfonso el recuerdo de aquellos tiempos siga siendo motivo de desasosiego, aunque haya callado sin dejar entrever nada.
Pero es bastante difícil de creer que, en dieciocho años, en ningún momento haya salido a relucir un tema que ya tendría que ser solo algo perteneciente al pasado. Y si lo hubiese hecho, sin que ello produzca sufrimiento, solo la sensación de un mal recuerdo que hay que dejar atrás.
Que suceda lleva a una consideración no muy agradable, y es que Alfonso está demostrando una falta de confianza que habría de inquietar a Emilia. Una pareja tendría que ser capaz de explicarse todo, y ello incluye cualquier tema, por espinoso que sea. Con esta actitud da la sensación que Alfonso que jamás ha perdonado del todo a la chica que un día lo dejó de lado para caer en las redes de un desaprensivo, y aunque después supo rectificar, quedó Maria para convertirse en el recuerdo viviente. Por supuesto no pongo en cuestión que Alfonso quiere a Maria como si fuera su propia hija.
Pero predicar con el ejemplo que ha puesto a Prado con respecto a perdonar y olvidar, no es precisamente lo que hace ahora mismo.
También es cierto que este mismo recuerdo es el que ha asaltado a l@s espectadores al reconocer en la trama de Matías, Prado y Sixto, la misma historia. Y hacer que Alfonso vuelva a revivir aquellos días es una buena excusa para dos cosas: para desviar la atención precisamente del hecho que significa repetir situaciones ya vividas, y por otra parte darles algo de visibilidad a una pareja que la tienen solo ocasionalmente.
De todas maneras espero que ello no signifique que pierdan de vista el principal problema y sepan dejan momentáneamente al margen los suyos. De hecho Emilia ya ha sabido sobreponerse y agarrar el toro por los cuernos amenazando a Sixto. Ahora Prado les necesita. Y también Matías.
Por cierto, y ya que hablo de este último. Creo que los guionistas han perdido una buena oportunidad de hacer más bonita esta trama de la llegada de Matías. Evidentemente no es lo mismo un bebé que un chico adolescente, pero admito que he echado en falta más escenas del estrechamiento de lazos entre padres e hijo.    

20 de julio de 2015

La dualidad de Mauricio

Por descontado que Fe merece ser feliz. Otra cosa es que le convenga alguien como Mauricio, un personaje difícil de catalogar, capaz de dar una de cal y una de arena. Capaz de mostrar solidaridad e incluso algo de buen corazón, para al minuto siguiente verlo convertido en un perro rastrero, en una herramienta ejecutora, alguien dispuesto a todo movido por una fidelidad rayana en la obsesión.
Y no me vale que diga que no conoce otra vida y que sin ello está perdido, que Francisca le ha dado trabajo, techo y comida, a cambio de servirla fielmente, porque ello implica que el hombretón solo es fachada. Ya que en la relación de Mauricio con la doña, lo que lleva implícito por su parte es no pensar, no decidir, no cuestionar, no tener escrúpulos,….. En definitiva, renunciar a tener su propia personalidad.
Aunque ahora quizás lo de Mauricio también sea comodidad, y el hecho de que se mantenga al lado de Francisca, a pesar de todo, es porque no desea empezar de nuevo. O quizás sea miedo a ello o a perder un estatus. O puede que sea una forma de masoquismo, que le impide alejarse de quien no duda en humillarle y tratarle a patadas cuando le conviene.
Aunque en última instancia hay que pensar en opciones prácticas. La primera, que conviene a los responsables de la serie para seguir manteniendo a Mauricio en un plano visible. Después que, y ya yendo al personaje, porque se puede permitir seguir en su misma posición ya que no tiene lo que los demás empleados de la hacienda: necesidades económicas, ni una familia que sacar adelante.
Y claro, también está el tema de la fidelidad ciega, la que obliga moralmente a cumplir los compromisos establecidos, aun a costa de renunciar a cualquier convicción, y pasando por encima de todo y todos. Pero quizás cabría preguntarse si la fidelidad ha de estar reñida con la conciencia. Si implica necesariamente ser ciego, sordo y mudo ante los desmanes y las injusticias, solo por la cuestión de haber hecho una especie de promesa a sí mismo y a otra persona.  
Porque también las promesas se pueden romper. 

17 de julio de 2015

Severo y Candela

Supongo que tendremos que armarnos de paciencia, además de esperar que el clamor haya llegado a los guionistas, porque lo que es avanzar, no avanza demasiado. Más o menos a escena por semana, lo que no es mucho (por decirlo de alguna manera).
Me refiero a la posibilidad de que llegue a existir algo entre Severo y Candela. Ya que si ello ha de llegar a ser factible, lo que es evidente es que se lo están tomando con muuuuucha calma. Y no me refiero sólo a los personajes.
Sin embargo entiendo que casi puedo incurrir en una contradicción al decir esto, cuando precisamente en los últimos tiempos, y con la relación de Inés y Bosco, ha sucedido exactamente lo contrario. Aunque no creo que haya sido movido por el sentir general, entre otras cosas porque el espectador pienso que lo que demanda es un término medio. Relaciones forjadas a fuego lento, sin prisa, pero sin pausa. Relaciones creíbles y que se vean crecer y fortalecer,… basadas en el conocimiento mutuo, en el lento descubrir de los sentimientos, en conversaciones reposadas y sin testigos inoportunos, en miradas que hablan, en gestos que revelan, en palabras que esconden más que lo que dicen,…….
Y lo mismo vale para jóvenes, que para más maduros, porque el amor no entiende de edades.
Todo ello es algo de lo que creo que adolece ahora mismo la serie. Es cierto que existen relaciones bonitas, pero ya consolidadas. Que al ser precisamente esto poco pueden dar más de sí, salvo ocasionales desencuentros para dar visibilidad, pero que no tardan en solucionarse. Sin embargo falta la chispa para volver a emocionarse, como antaño sucedía con las parejas emblemáticas que han pasado por Puente Viejo. 
Pero creo que ahora hay esperanzas de que el giro se produzca. Hay varias parejas en ciernes que podrían devolver la vidilla a la serie. Una de ellas, la de Severo y Candela.
“¡¡Enamórate tú!!” le ha dicho Sol a su hermano. Y Severo ha puesto cara de circunstancias, aunque también es posible que algo en esta dirección no haya entrado hasta ahora en sus planes. Pero seguramente porque no se ha cruzado, hasta el momento, con ninguna mujer tan excepcional como Candela, alguien fuerte e independiente, con arrestos, capaz de salir adelante por sus propios medios y hacer frente a la adversidad con una sonrisa. Alguien a quien ya empieza a ser hora de que le toque el turno de ser feliz.
Aunque en realidad ya les toca a los dos.

16 de julio de 2015

Sueños y esperanzas que no se cumplirán


Lo admito. Me llega mucho más el dolor de Bosco que el de Inés.
Entiendo que están empleando todos los recursos al alcance para un final digno, pero ni aún ahora consigo empatizar con este último personaje y el sufrimiento que ha de suponer sentir que todo se acaba, que los sueños y esperanzas jamás se verán cumplidos. Y aunque no me gusta criticar a los actores y actrices, creo que buena parte de esta inexistente sensación la tiene la actriz, que no consigue transmitirme nada. Quizás también porque inconscientemente la comparo con otras, y es entonces cuando la diferencia se hace abismal.  No dudo que Fariba hace lo que puede con los guiones que le han tocado en suerte y que no siempre éstos le han dado la posibilidad de lucirse, porque su papel siempre ha sido el de sufridora, además de que ha interactuado poco con otros actores y actrices que la podrían haber ayudado a tener mayor visibilidad. Pero creo que además le falta experiencia para un papel protagonista como el que supuestamente le habían encomendado. No todos los actores y actrices consiguen superar este reto, y aunque ha habido varios casos en la serie que sí que han alcanzado esta meta, también ha habido sonoros fracasos.  Errar es de humanos y los responsables de càsting no son infalibles.
Evidentemente dentro de l@s espectadores habrá todo tipo de sensibilidades, y probablemente habrá quien o quienes si sientan este sufrimiento de Inés. Por descontado lo respeto y no quisiera que se sintieran molestos con este comentario. Es solo mi opinión, que no tiene por qué ser compartida.
Circunscribiéndome al personaje y su situación. Entiendo que cada persona reacciona de manera diferente en estas circunstancias, que hay quien se hunde en la desesperación y quien lucha para que no se cumplan los pronósticos. Y probablemente una actitud optimista puede ayudar a llevarlo mejor, aunque no siempre el resultado final sea el esperado. Pero además hay que tener en cuenta el entorno, porque el sufrimiento inevitablemente se trasmite a los más cercanos. Evidentemente no estoy diciendo que haya que disimular para no hacer sufrir, solo que dejarse ayudar y sobrellevarlo juntos también puede hacerlo más fácil.
Pero parece que Inés, como ha sido toda su vida, ha decidido llevarlo sola. Y tirar la toalla, sin luchar. De todas maneras puedo entender que no desee hacerlo cuando no existen esperanzas fundadas para superar su enfermedad, de la que aún noventa y tres años más tarde no se ha encontrado cura, solo el tratamiento. Así que parece que ha decidido sentarse y esperar el momento, creándose un mundo  que, una vez Bosco ha conocido la verdad, ha dejado de tener sentido.
Y ahora es el momento de lanzar una cuestión. Lucas ha dicho que Inés tiene órganos afectados irremediablemente, además de una diabetes agresiva. Así que si Inés no ha tenido hasta el momento un papel muy relevante, ¿alguien imagina lo que podría ser este personaje a partir de ahora, con lo que significa de total dependencia, de no poder hacer esfuerzos y estar todo el día mano sobre mano, de moverse por El Jaral como alma en pena …. En fin, de mayor invisibilidad que hasta ahora.
No tiene sentido, como no lo tiene alargar lo inevitable o crear falsas esperanzas.  
Por supuesto me estoy refiriendo a un personaje, no a una persona real, que en la actualidad puede llevar una vida relativamente normal. Eso sí, dependiendo de un tratamiento adecuado. Pero sé de lo que hablo y también de lo que supone para una familia, porque mi padre tuvo problemas con este tema. De hecho una hiperglucemia le provocó un infarto, que consiguió superar. Pero dos años más tarde volvió a reproducírsele y esta vez sí fue mortal. Y de eso sólo hace cuatro años.

15 de julio de 2015

Una vuelta de tuerca más

Pasas unos cuantos días sin saber mucho de qué hablar para no volver a lo mismo que en comentarios anteriores y de pronto, y en un solo episodio, se producen al menos tres escenas dignas de mención. O incluso más.
Aunque evidentemente la que se lleva la palma es la de Severo y Francisca.
Es cierto que en esta ocasión Severo tenía la oportunidad de demostrar que no es como la doña. Y por descontado que no lo es, excepto por los deseos de venganza y la satisfacción posterior que ha mostrado al saber que ha ganado la batalla. Por lo demás creo que anda muy lejos de ser como alguien que no se corta humillando a los demás, que no duda en emplear cualquier método, incluido el asesinato, para hacer valer su voluntad, que trata con despotismo a casi todo el mundo, que no le tiembla el pulso para maquinar una venganza por cualquier cosa que considere una afrenta, por nimia que sea,.... que miente, manipula,……..
Severo solo tiene una meta, ahora que ha recuperado a su hermana. Que Francisca sufra en sus propias carnes lo que le hizo padecer a él y a su familia, que sepa lo que son las privaciones y sentir que la sociedad le ha vuelto la espalda.
Y tiene el poder para hacer que esto suceda, y lo usa con todas las consecuencias.  
De todas maneras me pregunto que podría ganar mostrándose ahora generoso, aparte de la satisfacción de humillar aún más la doña y dejarla en evidencia, o la de no tener que bregar con su propia conciencia. No creo que fuera a conseguir nada, ni siquiera algo parecido a gratitud por parte de Francisca, sólo una tregua en sus escaramuzas. Porque si alguna vez ésta recupera algo de su antiguo poder (que lo dudo), es evidente que no va a soportar ver a alguien que ha demostrado tener el poderío suficiente como para hacerle agachar la cerviz. 
Pero alguien decía que la venganza se vuelve siempre contra quién la perpetra. Y quizás algún día Severo también tenga que pagar por ello, aunque espero que sea a manos del destino. Porque ni siquiera plantearse que Francisca actúe otra vez como ejecutora, me revuelve las tripas, ya que representaría que no ha aprendido nada, que todas sus lágrimas son de cocodrilo, que todas sus lamentaciones son sólo apariencia para dar lástima o para retener a Raimundo, …. Y creo que ya está bien de este color. 
De todas maneras hay que poner en cuarentena el dicho anterior, cuando Francisca lleva años haciendo de las suyas y sólo ahora está pagando por una ínfima parte de lo que ha perpetrado. Por lo que quienes creen que Severo se está extralimitando, pienso que tendrían que recordar esto.
Entiendo que Severo es casi un recién llegado y que Francisca tiene ya un lugar indiscutible en este serial, pero ello no justifica que lo que sirva para una, no lo haga para el otro. Aunque la venganza sea siempre mala consejera, pero que tire la primera piedra quien no haya sentido alguna vez ganas de hacer pagar alguna cosa a alguien. Por descontado, con métodos incruentos.
Admito que estoy disfrutando tanto como el personaje de Severo. Ver a Francisca humillada y suplicando, es realmente un placer. Largamente esperado.  

14 de julio de 2015

Buscando una salida

Decir que existe una reiterada tendencia (o al menos la sensación) de alargar las tramas hasta límites infinitesimales, hasta que l@s telespectadores quedamos casi agotad@s de tanto esperar, no creo que sea nada nuevo. Y en el caso de Hipólito y Gracia va camino de suceder algo de ello, como si los responsables de la serie se dieran tiempo para encontrar una salida razonable.
Lo cierto es que habrá que hilar muy fino para que se dé esta circunstancia, porque es bastante improbable que esta pareja logre consolidar su relación de manera legal, al ser él un hombre casado. Ya que por muy enamorados que estén, es impensable que vivan amancebados y siendo el foco de los chismorreos de todo el mundo, más en un pueblo pequeño como PV. Ni, por supuesto, creo que D. Anselmo tenga tanta manga ancha como para volver la vista hacia otra parte, especialmente teniendo en cuenta que la iglesia era valedora de la moral imperante y sus representantes uno de los poderes que controlaban la vida de la gente. También es cierto que este sacerdote en particular es bastante permisivo, y que esta situación no es nueva para él pues ya la ha vivido con anterioridad con Martín y María y con Bosco e Inés (ahora no recuerdo si ha habido otros casos) pero en los anteriores era mucho más flagrante pues ya había niños de por medio. Hipólito y Gracia son otra cuestión.
Sin embargo en algún momento, tendrán que encontrar la manera para que esta pareja pueda estar junta, o en caso contrario acabar esta trama. Es evidente que la mejor solución sería que Quintina pasara a mejor vida, pero debe haber otra manera cuando la dejaron marchar sin cargársela. 
Quizás sólo la terquedad de Gracia o la indiferencia, que no es tal, de Hipolito, consigan salvar todos los obstaculos

13 de julio de 2015

Un personaje con mala suerte

Creo que Inés debe ser uno de los personajes con más mala suerte de todos los que han desfilado por PV. En todos los sentidos. Claro que cuando se nace con la historia escrita (en este caso de manera literal) es complicado enderezar el rumbo, a pesar de que enseguida quedó claro que esta vez no iban a conseguir el propósito de enganchar a la gente con la misma. Demasiado precipitado, demasiado poco creíble……incluida la historia de su partenaire, que tampoco ha ayudado.
Ahora parece que han decidido acabar con su recorrido de sufrimientos dándole otro, pero esta vez haciéndolo de tal manera que sea definitivo. No hay curación a su enfermedad (ni siquiera existe en la actualidad), y si ello sucediera sería la mayor licencia que se ha dado en esta serie. Porque además ha quedado claro que la diabetes que padece Inés es la más virulenta, y que encima tiene afectados de manera irreversible algunos órganos vitales. Por lo que aunque llegara a disponer finalmente de insulina, lo que está totalmente descartado es la posibilidad de recuperar las funciones de los órganos dañados o reemplazarlos con un trasplante, cosa que no tuvo lugar hasta 1933 por primera vez (y el paciente sobrevivió solo dos días).   
Con estos antecedentes no creo que haya nada ni nadie que pueda salvar a Inés de lo que ya se vislumbra como una muerte segura. Evidentemente (como se ha insinuado en algunos comentarios) tampoco una proverbial intervención de Aurora podría hacer nada para remediarlo. Sólo cabría un milagro, (o como he dicho anteriormente, una licencia del todo inverosímil), y esto sólo sucede en las historias de ficción.
Así que pienso que Inés ya se va marchando, y de la misma manera que ha sido su periplo por la serie. Sufriendo en silencio, sin interactuar casi con nadie excepto con los habitantes del Jaral, callando cosas que probablemente después quedarán olvidadas para siempre, decidiendo por Bosco lo que ha de saber y lo que no, dejando que éste viva en la inopia con la justificación de dejarlo vivir en una felicidad que solo es artificial,……. 
Quizás no sea el mejor final que se podría esperar. Todos los finales son dolorosos, aunque para algunos se ha dejado una puerta abierta, mientras que para otros es definitivo. Pero pienso, y ya lo he dicho en otras ocasiones, que en este caso el personaje no ha aportado nada y es mejor pasar página. Aunque vaya a suponer un revés importante para su familia, en particular para Bosco.
Por cierto, espero que no se reedite la historia de su padre.

12 de julio de 2015

El ocaso de una cacique

Ver las estancias de La Casona desnudas de muebles, cuadros y otros enseres, produce una sensación extraña. Igual como ver a la otrora poderosa Francisca, reducida a la misma condición que el común de los mortales, teniendo que valerse con sus propias manos. Algo impensable hasta hace bien poco, pero que ha demostrado que incluso los más encumbrados pueden cometer un traspiés con consecuencias, algo que reconcilia un poco con lo que ha sido hasta ahora la impunidad de la que ha hecho gala esta cacique. Aunque en este caso el “culpable” de que haya caído en desgracia sea alguien de su misma clase social, no la gente a la que durante años ha humillado y tiranizado, y que a la mínima siguen mostrándose sumisos y temerosos de un poder que ya no existe.
Evidentemente siempre ha habido y habrá clases, y en consecuencia dependencia. Pero esto va en las dos direcciones, algo que Francisca nunca ha entendido. Y ello me permite traer a colación un comentario que leía no hace mucho, en el que se afirmaba  que en PV se habían librado de una tiranía para caer en otra (la de la Quinta), e incluso incluían en esta consideración al Jaral, por su condición de ser casa de un terrateniente. Creo que hacer esta afirmación no es del todo correcta, porque ha quedado demostrada la diferente manera de hacer de los responsables de las diferentes haciendas al respecto de sus empleados. Porque si en La Casona se explota a base de salarios míseros, no sucede lo mismo en El Jaral y en la Quinta, donde los trabajadores reciben una paga justa y son tratados como personas, no como animales de carga.
Ahora Francisca está conociendo de primera mano lo que ha hecho pasar a otros. Aunque en honor a la verdad hay que decir que lo lleva con bastante entereza, solo que es difícil decidir si es por la influencia de Raimundo, por el orgullo de no darse por derrotada o por los deseos de venganza. O quizás porque siempre le queda la esperanza de que, por mucho que vayan mal dadas las cosas, algo va a recuperar de su ingente patrimonio.
Lo que si tengo por seguro es que nada va a volver a ser lo mismo. Levantarse y volver a ponerse al mismo nivel es poco menos que imposible, cuando ha caído en desgracia y ha sido abandonada por sus pares. No creo que ninguno de ellos la vuelva a tratar con la misma consideración, y mucho menos si intenta cobrarse algún favor o desea hacerle pagar la afrenta.  Así que espero que al menos, si algún día consigue librarse de las acusaciones que pesan sobre ella (que no hay que olvidar que es algo que existe, aunque sea en grado de tentativa), haya aprendido una lección.
Por cierto. Hay algo más a incluir en este comentario, aprovechando que el tema central es la doña: el de la compasión que pueda despertar.
Creo poder afirmar que son más bien poc@s a los que la actual situación de ésta les haya despertado este sentimiento. Era más bien un clamor el desear que pagara por sus múltiples desmanes, y esto es lo que está sucediendo, aunque su sufrimiento no se pueda comparar ni de lejos con el que ha causado. Por ello que nadie acuda en su ayuda  y, sin regocijarse por ello, no muestren el más mínimo resquicio de piedad, entra dentro de lo que podría considerarse normal. De hecho, si alguien se interesa por la situación en La Casona, invariablemente es por la suerte que pueda estar corriendo Raimundo, que aún conserva los lazos con su familia.
Y al respecto de la familia, hay quien también ha hablado de Bosco, de su desapego hacia Francisca y de su alianza con La Quinta. Es cierto que esto último ayuda a los planes de Severo y Carmelo en contra de la doña, pero hay en el otro lado de la balanza varios factores: primero que aliándose con La Quinta, Bosco contribuye a hacer prosperar su propia hacienda y con ello asegurarse una situación holgada para su familia, que Severo se ha convertido en un buen amigo que no duda en ayudar sin buscar contraprestaciones,….. Pero especialmente que no le debe nada a Francisca, más bien al contrario. Cuando se habla de que ésta le sacó de una vida de penurias y le dio cobijo y educación, además de cariño (que a la postre tenia también su parte de interés, y que por poco acaba convirtiéndolo en otro personaje oscuro) parece que se olvida que Bosco no se habría criado en estado semisalvaje, ni habría tenido que ser rescatado, sino fuera precisamente culpa de ella al provocar la muerte de la madre del chico. Y Bosco conoce los hechos.
Igual que tod@s los demás, incluido Raimundo. Pero éste parece no querer acordarse.

10 de julio de 2015

Vuelta al pasado

No es nada atípico que en esta serie se hagan reversiones al pasado, bien en forma de flashback o de recuerdo oral. Tampoco se trata de olvidar a quienes precedieron a los actuales integrantes de la misma, solo que a veces la continua mención cansa. Y no solo eso, sino que también el hecho de que vuelvan a dar situaciones calcadas a lo que ya se ha visto. Algo que evidentemente puede suceder ocasionalmente, aunque en esta serie se produzcan con inusitada frecuencia.
Sin embargo una cosa son los recuerdos, bueno o malos, y otra es haber guardado en la recamara algo durante todo este tiempo, para sacarlo ahora. Y es sorprendente que sea precisamente en una pareja como Emilia y Alfonso que esto suceda, cuando parecían tener una relación consolidada y sincera.
Bueno, a decir verdad quizás no sea exactamente así. Parece que Emilia ocultó durante años a Alfonso los verdaderos motivos para dejar a María en La Casona, impidiendo a éste ejercer de padre con todas las consecuencias. Algo que Alfonso supo perdonar, al conocer la verdad.
Sin embargo el tema de Severiano parecía ya cerrado y no se entiende que ahora se vuelva a desenterrar, y que además siga haciendo daño a Alfonso.
Nada se sabe del hombre durante este tiempo, ni siquiera que se haya interesado en algún momento por su hija (aunque desconozco si sabía que ésta existía). Y aunque entiendo el paralelismo que a Alfonso no le ha costado establecer, es algo del pasado que tendría que haber quedado atrás, porque no creo que tenga dudas acerca de los sentimientos de Emilia.
De todas maneras espero que los árboles no les impidan ver el bosque, y que hagan que este pasado aciago se quede dónde está. Además haciendo todo lo posible para que no vuelva a suceder, aunque sea con otros protagonistas.
En esta ocasión Alfonso si puede ejercer como el padre que es, velando por su hijo y no permitiendo que le hagan sufrir. Al igual que puede ejercer de tío responsable de Prado, especialmente teniendo en cuenta que ésta no es más que una adolescente sin mucha experiencia de la vida, a la que es fácil engatusar con palabras bonitas. Algo que Matías también sabe utilizar, aunque sus intenciones sean mucho más inocentes, lejos de pretender lo que mueve aparentemente a Sixto.
De hecho sería bastante irresponsable por parte de él y de Emilia, que viendo a las claras lo que sucede, además de conocerlo por boca de Matías, permitieran por omisión, que la chica cometa un error irreparable. Solo ellos pueden evitarlo, porque Prado en su tremenda ingenuidad está dejando que el calavera de Sixto la envuelva con su seducción.
Otra cosa es que desenterrando los fantasmas del pasado, olviden que tienen a su cargo a un par de jóvenes que les necesitan. 

9 de julio de 2015

Dos mujeres y un médico

No puedo por menos que alegrarme del giro que está experimentando el personaje de Lucas, enfrentado ahora mismo a dos cuestiones importantes: Inés y Sol. Dos mujeres atormentadas, cuyas respectivas existencias están experimentando un vuelco radical, y en las que él parece destinado a jugar un papel fundamental. Aunque a tenor de lo visto, el futuro que les aguarda a ambas es bien diferente.
Por descontado no olvido los comienzos de Lucas en la serie y el tiempo que estuvo con Aurora, pero creo que ahora es diferente. Porque mientras ésta coartaba su presencia, ahora éste si dispone de la posibilidad de tener una trama propia, y demostrar que detrás de quién es tachado por algún@s de frívolo y poco consistente, existe un personaje interesante, un hombre íntegro y con valores, de mente abierta, y preocupado por sus semejantes, además de un médico entregado y responsable. Y si bien es cierto que en el caso de Sol también la presencia de ésta es avasalladora, en esta ocasión aparentemente van a dar más cancha para permitir desarrollar el personaje, no en vano todo parece indicar que va a ser uno de los apoyos principales de la chica para salir del pozo profundo en el que está inmersa.
En este punto querría hacer un inciso, en el que ya he entrado otras veces. Me parece muy injusto que por parte de algún@s se mezcle este (hasta ahora) poco lucimiento del personaje, con la profesionalidad de quien le da vida. No es mi pretensión justificarme por mis opiniones, pero difícilmente en mis comentarios se podrán encontrar críticas hacia el trabajo de los actores o actrices, porque entiendo que solo hacen el papel que les tienen reservado. También es cierto que no las evito de sus respectivos personajes o de la deriva de sus tramas, y que además mi valoración de éstos va en función de lo que me trasladan, por lo que es fácil darse cuenta de cuáles son mis favoritos y cuáles lo contrario. Y que con el tiempo el actor también entre dentro de la consideración.
Lucas está dentro de los primeros. Y lo digo con todas las consecuencias y sabiendo que los apoyos a este personaje aún no son muchos. Pero estoy convencida que va a conseguir hacer cambiar de opinión.

Pero volviendo al principio
Se trata de salvar a dos mujeres, pero en un caso se trata de intentar salvar su corazón y su alma, en el otro su cuerpo. Sin embargo si la esperanza es posible en el primero (y con el tiempo incluso algo más), en el otro lo que probablemente se va encontrar será con la frustración o impotencia por no poder hacer más como médico. No debe ser nada fácil saber que los conocimientos que uno posee no sirven para salvar una vida, y con ello enfrentarse al hecho de ver como una persona se va apagando sin poder hacer nada para remediarlo.