6 de diciembre de 2014

Caer en gracia y además ser graciosa

Creo que el personaje de Fe, además de otras condiciones, reúne dos elementos que es dificil que se den juntos en otros personajes de la serie: además de caer en gracia, es graciosa.
Por descontado ello no sería posible sin el buen hacer de Marta, una magnifica actriz, pero desconocida hasta ahora por buena parte de l@s espectadores. Es evidente que sin el concurso de ella y su profesionalidad, este personaje no tendría la visibilidad que ahora mismo ostenta.
Ya lo he dicho en otras ocasiones, pero creo que los responsables de los guiones han sabido crear un personaje único, que ha ido engrandeciéndose con el tiempo y haciéndose un hueco importante en la serie. Y aunque es evidente que su lugar no será nunca el de protagonista, lo cierto es que cuando irrumpe en la pantalla la sonrisa ya casi está asegurada. Aunque la situación no sea para nada graciosa, un gesto, su verborrea muchas veces desatada y que sorprendentemente la doña consiente, su perspicacia, su buen corazón,….consiguen casi siempre que sus escenas sean siempre un remanso de luz entre tanta negrura (y no me refiero al luto).
De hecho considero que ella logra lo que se intenta con los Mirañar, pero que no siempre es posible. Que situaciones que tienen como objetivo distender un poco las tramas, en Fe lo consigan casi sin pretenderlo. Todo lo que en los del colmado habitualmente es desquiciado y las más de las veces insufrible, en ésta es sólo resultado de una personalidad impulsiva, aunque nunca dejando de lado la lucidez y sin salirse de su lugar. Es cierto que quizás en ocasiones puede parecer deslenguada e irreverente, capaz de sacar de quicio con su incontinencia verbal o con su insistencia, pero lo que si es claro es que esta es una de las características que hacen más interesante este personaje. Fe se ha convertido casi en imprescindible y aunque la doña jamás lo reconocerá, también para ella. Porque además tiene otra cosa: es eficiente en su trabajo y se preocupa del bienestar de sus señores hasta extremos que rebasan sus funciones. Y no porque sienta aprecio por ellos, sinó simplemente que se deja llevar por su natural manera de ser, que le impide ser rencorosa. Que no quiere decir que olvide el trato que le dispensa habitualmente Francisca.
Por ello verla sentada a su lado, aunque con una rigidez acusada y una incomodidad manifiesta fue, a pesar de no pertenecer a ninguna de las tramas principales, una de las mejores escenas que nos han brindado en los últimos días, y que tiene su parte hilarante a pesar de ser una situación que de ello no tenía nada. Por cierto que también, cuando es necesario, sabe sacar su carácter y hacerse valer, como ha quedado demostrado con los hombres que retenían a Emilia.
Pero hay algo más, que ahora mismo no pasa de conjetura, pero que creo que tiene muchas posibilidades de hacerse realidad. Que María esté en La Casona es evidente que no es por los motivos que aduce, y estoy convencida que va a encontrar en esta sirvienta atípica una aliada sin condiciones. Fe es leal, pero también sabe dejarlo de lado cuando está en la balanza algo que es de justicia. (Por cierto, es curioso pensar que pueden llegar a luchar por descubrir la verdad sobre Martín sus dos mujeres: la de ficción y la real). 

1 comentario:

  1. Muy buen artículo,me ha gustado mucho y coincido de pleno,por eso en una ocasión dije que Fe es toda salero,gracia y garbo y que con ella llegó a la serie una entrada de aire fresco que relaja un tanto la tensión y drama que se produce a menudo.Claro que Francisca nunca reconocerá ño valiosa que es Fe para ella,,es su proceder,la "gran señora",siempre por encima de todos.

    ResponderEliminar