8 de abril de 2015

Tres son multitud

Como ya dije en otro comentario, pienso que es difícil no dejarse llevar por las simpatías hacia un/a determinado personaje. Y reconozco que no soy una excepción, y que hay algunos que me llaman la atención más que otros.
Pero me propuse que este blog fuera plural en sus comentarios, y que todos los personajes tuvieran su lugar en el mismo. También es cierto que he dejado bastante relegados a algunos, porque me es difícil escribir sobre temas que no me despiertan demasiado interés. Pero hoy estoy dispuesta a corregirlo, aunque básicamente es por justicia hacia los actores que defienden su papel y que merecen todo mi respeto.
Hablo de Inés y Bosco. Y la tercera en discordia, Amalia.

Admito que esta supuesta historia de amor no ha conseguido engancharme, no porque no sea posible, sino porque pienso que no está muy trabajada. Demasiado rápida (aunque es cierto que existe el amor a primera vista), demasiado metida con calzador (incluido un hijo), demasiado parecida a la de Pepa (dicen que segundas partes nunca fueron buenas)…. Pero especialmente porque creo que además ha sido demasiado previsible, y sin ningún instante que haya merecido especial mención. Por ejemplo, el personaje de Inés considero que apenas ha conseguido destacar. Ha estado recluida casi desde el minuto uno, primero en la cocina de La Casona, después en la cueva y más tarde en la casa de los aparceros, sin relacionarse con casi nadie durante semanas, y con unos diálogos calcados días tras día, lo que considero una trama sin aliciente. Y Bosco, casi lo mismo, aunque en el piso de arriba de La Casona. Ya no digo de Amalia, que va de mal en peor.
Y en mi opinión, tampoco ha mejorado mucho con el cambio de escenario. Ahora con un contexto igual de asfixiante, con todo el mundo en el mismo sitio.
Ya lo he dicho anteriormente, pero considero un error que Inés viva en el Jaral, cruzándose continuamente con Bosco y teniendo que soportar las miradas de reproche de Amalia. Por supuesto no voy a justificar a ésta, porque tod@s sabemos cómo las gasta y lo mala pécora que es, pero supongo que cualquier mujer actuaria de la misma manera si tuviera que convivir con la que sabe es la que acapara los pensamientos de su esposo. Aunque reconozco que también me cansa ver todo el tiempo la cara de amargada de Amalia, y el permanente mal humor que hace pagar a todo el mundo.
Volviendo a Inés, admito que no acabo de decidirme al respecto de su comportamiento. Entre luchar por sus sentimientos y hacerlo aun sabiendo que no tiene esperanzas, no sé que pensar al respecto. No voy a negar que Inés es una buena persona y que merece ser feliz (como todo el mundo), pero ahora mismo se está entrometiendo conscientemente en un matrimonio, a pesar que intente justificarse en la certeza de que Bosco no es feliz, que la quiere a ella y no a Amalia. Pero le está incitando, de alguna manera, al adulterio. Y está alimentando esperanzas que en la situación actual de Bosco no tienen razón de ser, dejando que la ciegue el amor por un hombre atado a su responsabilidad como esposo.
Y Bosco. Otro que tal baila y que, por supuesto, tampoco tiene un comportamiento inocente. Es evidente que no es feliz con una mujer a la que no quiere y a la que padece con sus constantes cambios de humor, que no está muy por la labor de madre y esposa. Pero parece que ello, y su enamoramiento hacia Inés, le está llevando a que ahora opte por dejar que todo fluya, sin pararse a pensar en las consecuencias de sus actos. Lo cual tampoco es muy responsable.
Al final la pregunta es ¿hay que hacerle caso al corazón o la razón?
Por cierto. ¿Me he perdido algo, o Inés no estaba siendo buscada por la justicia por el robo de unas joyas? 

5 comentarios:

  1. Inés nunca ha estado siendo buscada por la justicia por el robo de unas joyas, las joyas eran suyas heredadas de su madre que su madrastra le robó y ellas las cogió como suyas. Luego la Montenegro se sacó de la manga que la habia denunciado por ladrona, todo era un ardid para tenerla atemorizada y disponer a su antojo la voluntad de Inés

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  2. Hola Ana, no es la primera vez que en Puente Viejo recurren al adulterio para que una pareja pueda estar cerca, y me parece que en este caso tarde o temprano se va a dar, el beso ya fue un paso, tambien sucedio con Tristan y Pepa, y con Maria y Gonzalo, y la maldad de los terceros en discordia, especialmente la de Fernando de alguna manera, para la mayoria justificaba el adulterio. "Ellos son los buenos merecen ser felices, el o ella no es buena persona, merece sufrir" En mi caso soy seguidora de Ines y Bosco y soy mas parcial con ellos, por cierto que paseis un buen dia, saludos.

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  3. Hola Ana, no es la primera vez que en Puente Viejo recurren al adulterio para que una pareja pueda estar cerca, y me parece que en este caso tarde o temprano se va a dar, el beso ya fue un paso, tambien sucedio con Tristan y Pepa, y con Maria y Gonzalo, y la maldad de los terceros en discordia, especialmente la de Fernando de alguna manera, para la mayoria justificaba el adulterio. "Ellos son los buenos merecen ser felices, el o ella no es buena persona, merece sufrir" En mi caso soy seguidora de Ines y Bosco y soy mas parcial con ellos, por cierto que paseis un buen dia, saludos.

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  4. Me olvide decirlo, para la mayoria, la maldad de los terceros en discordia de alguna manera justifica el adulterio, porque es facil tomar el bando de los buenos y odiar a los malos.

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