5 de abril de 2015

El amor puede ser ciego

Ningún poder humano puede jamás violentar el sagrario impenetrable de la libertad del corazón. Fénelon (1651-1715) Escritor y teólogo francés
Dicen que el amor es ciego y que a su influencia se puede deber la mayor felicidad, pero también que en ocasiones puede llevar a hacer cometer actos irreflexivos. No necesariamente en la misma proporción, por supuesto.
El amor es un sentimiento que la Real Academia Española define como "un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser". Y esta probablemente es la idea que tiene todo el mundo, aunque también hay quien como Mara Dierssen da una explicación mucho más simple como que es “una adicción química entre dos personas".
En lo que si todos parecen estar de acuerdo es en que el enamoramiento provoca que las personas pierdan la capacidad de criticar a sus parejas, es decir dejen de ver sus defectos. Seguramente ayuda el hecho de que el amor también provoca un estado de euforia, de satisfacción y plenitud que llena de sentimientos placenteros. En una palabra “la felicidad”. Y es difícil renunciar a este estadio para bajar a la tierra.
De ahí que cuando desaparece o se apaga, nazca un nuevo sentimiento como de vacío difícil de llenar (para decirlo de manera coloquial, lo mismo que un síndrome de abstinencia)
En las últimas semanas en PV hemos asistido a todo un sinfín de situaciones relacionadas con este sentimiento, abarcando toda su complejidad. Desde el enamoramiento a primera vista de Bosco e Inés, o el de Carmelo (que aunque no correspondido no ha sido al parecer menos intenso), pasando por los escarceos de Matías, hasta el dolor provocado por la ausencia y la traición, algo que ha aparecido en la vida de Hipólito y (hasta que se descubra la verdad) también en la de Nicolás.
Asimismo ha habido grandes amores como los de Martín y María, o los de Emilia y Alfonso, ya consolidados. Y amores trágicos como los de Conrado y Aurora, con un final dramático. Incluso hay amores que se pueden estar fraguando y a los que el tiempo puede dar salida, como el de la misma Aurora y Lucas (del que ya se han dado algunos pasos), o el de Severo y Candela, que aún ni siquiera ha dado muestras. Porque existe el amor a primera vista, pero también el que se forja con la cercanía, con el conocimiento, con la afinidad, con el sentirse bien junto al otro, ….
Y también existe el amor prohibido, el que lleva a los protagonistas a sufrir por no poder estar con la otra persona que ocupa sus pensamientos, pero que no pueden pasar página y superarlo, dándose incluso el caso de que la imposibilidad lleve a que los sentimientos se intensifiquen. Quizás en esta categoría habría que incluir a Francisca y Raimundo, aunque éstos abarquen también otros aspectos de los mencionados anteriormente. Su historia ha sido de amor, odio, traición y desencuentros. Y también de pretender olvidar, aunque al pasado es difícil dejarlo atrás.
Pero lo que todos tienen en común es lo que comentaba al principio. La capacidad de este sentimiento para  provocar situaciones que no son movidas por la reflexión, sino por los impulsos.
Un ejemplo, Raimundo, un hombre que habitualmente se ha había mostrado como alguien que solía actuar calibrando sus acciones, pero últimamente parece que es algo que le ha abandonado, movido por algo que a much@s nos parece incomprensible.

Hay algo que ya hace días que quería comentar al respecto de su encuentro con Severo y que entronca con lo último. Entiendo que Raimundo quizás se sentía obligado a defender a Francisca, por aquello de la caballerosidad. Pero, aparte de que parece que últimamente ha dejado la educación en barbecho, amenazarlo con represalias me pareció bastante patético. Especialmente teniendo en cuenta que éste podría aplastarle de un plumazo. 

7 comentarios:

  1. Teniendo en cuenta lo difícil que es encontrar artículos donde se haga una valoración tan aceptable de esta historia (sin entrar en lo mismo de siempre, que más que una opinión es una simple visión contraria porque "no me llama, no me interesa")... ¡Se agradece! Y admito estar de acuerdo con todo salvo con las últimas líneas.

    Raimundo sigue siendo un hombre cabal pero con Francisca, desde el principio de los tiempos, nunca lo ha sido. Con ella abandona toda razón para entregarse a los sentimientos más intensos porque no puede evitarlo. A veces lo ha hecho con más fuerza, otras con menos, pero siempre ha caído en sus sentimientos por ella y, por este particular, no se le puede privar de la razón y la justicia que siempre le ha acompañado. Cuando se trata de quiénes amamos (sean como sean) eso no tiene importancia. Otra persona podría haber condenado el asesinato de Alfonso a aquel que violentaba a Mariana pero Raimundo no lo hizo, ¿por qué? Porque apreciaba a Alfonso y era el marido de su hija. En este caso podría ser lo mismo ya que todos quieren juzgar y sentenciar a Francisca porque en nada les interesa pero no es la situación de Raimundo y creo que, pese a lo que se pueda pensar, es comprensible, y eso no lo convierte en un pelele o en un hombre que carece de principios... Solo que, en ese particular, es intenso en sus sentimientos y valiente (porque conforme está el patio, es loable que se deje de cobardías, de miedos y de pelusas para intentar culminar lo nunca culminado).

    Sobre Severo... Creo que Raimundo ha hecho lo que tocaba (y corto se ha quedado). No acude allí por caballerosidad sino porque han estado a punto de matar a la mujer que ama. Un buen puñetazo le tendría que haber metido (más a Carmelo que a Severo) por atreverse a eso (visto desde la postura de un hombre que ama y que necesita a esa persona). Es valiente por su parte que, a pesar de que Severo está por encima de él en contactos (por su capital), tenga el arrojo de plantarle cara para defender a quién ama y creo que lo hecho en una línea correcta que otros nunca han tenido (lanzándose directamente al guantazo y al griterío). Le ha dicho lo que le tenía que decir sin titubear, sin despeinarse y sin una navaja en el cuello como el amigo Carmelo. ¿Patético? Se merece un aplauso por no achantarse ante los dineros y las influencias de ese hombre, anteponiendo su amor y su deseo de proteger a quién quiere ante todo.

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    1. Con respecto al tema de Alfonso y Lució, creo que yerras. Ya que no tenía ningún problema si hubiera sido Juan el culpable. Que por cierto persiguió con saña.
      Si no dijo nada de lo de Alfonso fue por que después de arruinar a su hija embarazada lo que le faltaba era dejarla sin marido y por que Emilia le recordó que el había matado a sus padres.
      Pero si no hubiera sido por que Mauricio se negó, a Francisca no le habían dolido prendas e incluso le ofreció como premio a Emilia. "Una viuda joven y con un bebé será una presa facil". Recordemos las cosas bien.

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    2. No estoy ahondado en esas cosas. Era un ejemplo (y además, como bien dices, Juan, no Alfonso). No voy a darle vueltas a las maldades que ha hecho Francisca o ha dejado de hacer porque me las conozco. Igual que me conozco las bondades (aunque hayan sido pocas), los favores suplicantes de quienes se pasan todos los días criticándola y muchas más cosas.

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    3. Bondades a las que lleva una recompensa para si misma como quedarse con María o tener a Bosco engañado. Mientras le sirvan para sus planes que es perpetuar sus intrigas le vale. No hace nada si no es para tener a la gente bajo su zapato.

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  2. http://www.dailymotion.com/video/xquqnt_alfonso-y-emilia-312-le-pido-que-olvide-esto-para-siempre-por-mi-y-por-su-futuro-nieto_people

    Y les tuvo tres dias para decidirse si dejaba el chantaje a cambio de la casa de comidas o la cárcel cuando su amantisimo Sebastián había matado a varios cristianos por las latas envenenadas y que el encubrio.

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  3. y aqui se la ofrece a Mauricio y como no cede, macetazo
    https://www.dailymotion.com/video/xr0n2e_alfonso-y-emilia-318-en-las-cosas-que-verdaderamente-importan-soy-mejor-que-usted_people
    Así de buena es Francisca.. merecedora de todo amor y a quien Emilia la debe todo.

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  4. Ningún poder humano puede jamás violentar el sagrario impenetrable de la libertad del corazón. Fénelon (1651-1715) Escritor y teólogo francés

    No siempre estoy de acuerdo con las citas de teólogos, escritores o filósofos , porqué la libertad del corazón casi siempre es opuesta a la razón y Raimundo parece que la ha perdido o trama un acercamiento para vengarse de ella

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