14 de junio de 2015

Una lección inesperada

A veces actos no muy meditados, o dejarse llevar por los instintos más básicos, puede poner en evidencia a una persona.
Pero ni siquiera la excusa de la ceguera por el dolor sería suficiente para no censurar a Severo una actitud que después, y ante la situación a la que actualmente se enfrenta, podría llegar a dar cuenta de doble moral. Me refiero a las mujeres de la vida que llevó a su casa, un tema que después le ha explotado en la cara al tener que enfrentarse a ello desde el bando de las mismas.
No existe justificación por aquel proceder, a pesar de que Severo hasta ahora ha dado muestras de ser un caballero además de un buen hombre, y tener claro su lugar, sin dar motivos para habladurías. También es cierto que todo el mundo a veces puede cometer deslices de los que después arrepentirse. Pero utilizar los servicios de prostitutas ya es ponerse a un bajo nivel, porque lo que lleva básicamente es a contribuir a la explotación de la mujer.
Ahora ha de descubrir en toda su crudeza que es lo que se esconde detrás de este mundo en el que él mismo ha llegado a contribuir, y del hecho que si hay mujeres que  practican la que se ha calificado eufemísticamente “la profesión más antigua del mundo” es porque hay hombres explotadores, bien sea porque las  utilizan para fines lucrativos (proxenetas) o para satisfacer apetitos carnales.
Por supuesto se puede entender que no desee ver a su hermana en esta tesitura. No sólo por el hecho de querer volver a tenerla a su lado, cumplir su promesa, darle una buena vida como la que permite su enorme fortuna, o incluso, aunque dudo que haya llegado a pensarlo todavía, por temor a tener que enfrentarse a la vergüenza social, si no porque no creo posible hacerse a la idea de que alguien querido pueda pasar un minuto más en situación de estar en las manos de hombres sin moral ni  escrúpulos, y arriesgándose a consecuencias imprevisibles.
Lo cierto es que la vida le ha dado una buena lección a Severo, al descubrir también el sufrimiento que muchas veces se esconde detrás de estas mujeres que en su mayoría llegan a ejercer esta mal llamada “profesión” por necesidad o por haber sido engañadas. Como lo ha sido Sol.
Otra cosa es que pretenda usar la fuerza para arrancarla del mundo en el que ha vivido hasta ahora. Evidentemente no creo que los motivos de Sol para negarse a acompañar a su hermano sean económicos, ni de apego a a la profesión, sino que deben esconder algo más como el temor a las represalias del que hasta ahora se había erigido en su protector, pero que en realidad es su extorsionador. Sin embargo creo que Severo al tratar de imponer su propia voluntad, aunque sus motivos sean sólo para sacar a su hermana de una vida malsana, está actuando también de manera arbitraria, decidiendo por ella. Lo que evidentemente va a suponer de entrada un notable desencuentro que probablemente va a costar de superar, visto el carácter fuerte e independiente de la chica.
Por cierto, algo que supone un soplo de aire nuevo en la serie, faltada últimamente de personajes de estas características.  

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