29 de junio de 2015

La necesidad también ahoga

Meses de esperar que la Paca tuviera su merecido, y ahora admito que verla en esta tesitura no me produce ninguna satisfacción. Pero no porque considere que sea algo que no se haya ganado con creces, sino porque pienso que se han cargado las tintas con esta situación, que me parece más de risa que otra cosa. Y porque tod@s sabemos que no es nada definitivo, que esta humillación va a servir para que cuando se recupere (que no dudo va a suceder) vuelva a surgir, incluso con más virulencia, la Paca que tod@s conocemos: la malvada y vengativa, incapaz de pararse ante nada, ni nadie.
No creo que la lección sirva para nada, si acaso para que Raimundo pierda las pocas cosas de su propiedad que tenía hasta ahora. Aunque si ha servido para que todo el mundo que estaba en el entorno de la doña haya quedado retratado, y que el dicho aquel de que cuando el barco se hunde las ratas lo abandonan, se haya demostrado otra vez que es cierto. Aunque sean ratas de la misma calaña que la que me ocupa.
Solo Raimundo sigue ahí, y esto va a ser lo que aguante a la doña. No por el poco dinero que este pueda aportar, sino porque es la voz de la sensatez. Es claro que la situación sería muy diferente si Francisca se hubiera encontrado sola en estos momentos en que todo su mundo se desmorona a su alrededor.
Pero aun así verla arremangarse es un hecho novedoso para una mujer que siempre lo ha tenido fácil, y es algo que hay que reconocerle por lo que significa que no se deja avasallar por las circunstancias o quizás sea el orgullo de no dejarse vencer. Aunque diría que se trata más bien de que la necesidad ahoga y no ha tenido más remedio, por lo que no hay que otorgarle más mérito del que tiene, ya que es algo que desde hace siglos vienen haciendo todas las mujeres (por aquello de los roles, que afortunadamente cada vez van perdiendo fuerza) y en menor medida algunos hombres.
Francisca lo va a pasar mal una temporada y va a saber lo que es la humillación que tantas veces ella misma ha procurado a otros. Y va saber lo que son privaciones y tener que comer lo que tantas veces ha rechazado.  
Y lo principal, va a saber que no siempre se gana y que no es intocable.
Por cierto que no me da ninguna lástima. Al fin y al cabo es situarla en la misma situación por la que atraviesan la mayoría de sus convecinos, y a la que ella ha contribuido con su tiranía.   

2 comentarios:

  1. Hola Anna,hace tiempo que no comentaba,pero hoy no me resisto a dar mi opinion sobre la trama"LA BRUJA MONTENEGRO PORDIOSERA EN LA CASONA".Hace ya tiempo que no vi forma mas absurda de llevar una trama.Tan exagerada,que cae en la Caricatura y el Esperpento!!!.no me creo ni la actuacion de la gran Bouzas,actriz que admiro pero para mi aqui fallo,ni la situacion,por no nombrar al Pelele en el que han convertido a Raimundo(por contentar a unas fans)se han reinventado la antigua historia de amor,la cual me da hasta grima,besos forzados,cariños y caricias que a mi me repelen.Es imposible que un hombre en su sano juicio este haciendo lo que esta haciendo y no me vale que el tiene derecho a hacer su vida y disfrutar de lo que le quede.Hay que tener unos principios que Raimundo perdio por completo.No es posible que olvide de un plumazo todo lo que esta perfida mujer ha hecho a su familia.No se si se nota mucho,pero no me gustan nada los dos en esta trama!!! jajajaja.No equivocar personajes con personas,a los dos los admiro mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Pepi. Te sigo por las redes sociales y me alegro que te hayas decidido a comentar también en este blog
      No te preocupes por si se nota, porque somos much@s los que pensamos lo mismo. De hecho ya lo he comentado que esta situación me parece risible más que otra cosa. Lo de Raimundo ya he desistido, porque sabemos tod@s a que viene esta historia y su motivación, que por descontado no tiene nada que ver con recuperar tiempos pasados. Que digan que es el origen de todo porque sin padres no habrían hijos, me parece la peor excusa del mundo.
      Reitero mi agradecimiento

      Eliminar