18 de mayo de 2015

Un amigo en apuros

El valor de la amistad se puede demostrar en todo momento, pero aún más en tiempos difíciles. Estar al lado, apoyar, comprender y dar consuelo cuando las cosas se presentan complicadas, da cuenta del verdadero amigo. Y Carmelo lo es, como también antes lo ha sido Severo para éste.
Ahora Severo necesita más que nunca un amigo. El frio y calculador hombre de negocios se ha destapado como una persona sensible, a la que el dolor hace mella y le hace perder el mundo de vista, dejándose llevar por los sentimientos. Alguien que en vez de deprimirse y alejarse de todo contacto para intentar sobrellevar su sufrimiento, parece que ha decidido canalizarlo a través de la ira y de exteriorizarlo hasta consecuencias imprevisibles.
Y es ahora cuando la amistad de Carmelo ha de jugar su partida, aunque Severo rechace cualquier intento de que su amigo le ayude.
Pero lo que les une ha de superar este obstáculo, porque es mucho más que los años que han pasado juntos y que han forjado unos lazos que a priori se antojan inquebrantables. Es también la lealtad, solidaridad, sinceridad, compromiso, cariño y principalmente incondicionalidad. Y de esto ambos saben mucho, aunque ahora la pelota esté en el tejado de Carmelo.
Es realmente conmovedor verlo luchar por su amigo y la desazón que le provoca el sufrimiento de éste. Por lo demás su único amigo y probablemente la única persona por la que siente algo más que un vínculo de cercanía. Creo que se consideran el uno al otro la única familia que tienen. Ambos huérfanos y sin referencias familiares (salvo la hasta el momento desaparecida hermana de Severo), son lo único que tienen en este mundo: el uno al otro. Se conocen bien, tienen las mismas convicciones y valores, confían en el otro y son capaces de ponerse en su piel,…. todo ello después de años de fatigas y haber bregado juntos en mil batallas para salir adelante y forjarse un porvenir (Aunque aún falta la explicación del porqué Severo es el propietario de la fortuna y Carmelo el ayudante. Cuesta entender que si no se han separado nunca desde la infancia, ¿cómo es que cada uno ha asumido un rol diferente? Probablemente un misterio que, como tantos otros, quedará en el limbo).
De lo que no hay duda de que Carmelo es leal, como su apellido. Y que ahora se ve forzado a ser la voz de la conciencia de Severo, siendo claro y franco, reprendiendo e intentando corregir a su amigo, sin importarle el trato casi despreciativo al que es sometido. Pero es la única manera que tiene para frenar a alguien que no desea ser frenado, y que parece autocomplacerse en su propia destrucción.  
Tiempo habrá para que Severo llegue a darse cuenta del error y de lo que Carmelo está haciendo por él. Y de comprender que cualquier tristeza es más llevadera cuando se puede compartir con un amigo. Quizás es por esto que Carmelo éste además buscando otros aliados en su lucha, demostrando al mismo tiempo que entiende la amistad como un todo y que no le importa compartir la de Severo con otros si es que esto puede beneficiar a éste. Y Bosco puede ser este otro.  

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