Últimamente
no me es fácil encontrar un tema del que escribir, sin volver una y otra vez
sobre lo mismo: el trio Amalia, Inés y Bosco, o la relación de Francisca y
Raimundo. Casi todos los demás personajes, con apariciones intermitentes y en
muchos casos esporádicas, han acabado pareciendo de relleno. Incluso los de la
Quinta Miel Amarga están estancados en un bucle del que no salen, con escenas
iguales o parecidas día tras otro, cuando suponían la esperanza de much@s para
que la doña mordiera de una vez el polvo.
Por el
contrario, da la sensación que ahora lo único que se busca es la redención de
Francisca, cuando dudo que a estas alturas haya muchos que crean que ello es
posible, que el supuesto amor por Raimundo la ha vuelto blanda y con
conciencia. Quizás sea posible que la cercanía del hombre consiga distraerla,
pero tengo claro que, de ser así, sólo algo circunstancial.
Así que casi
no hay más remedio que agarrarse a lo poco que pueden dar otras tramas de
personajes supuestamente secundarios, pero que dan a la serie este toque que consigue
de vez en cuando llamar la atención. Y esto considero que ahora mismo sólo lo
consiguen Hipólito, Fe y Matías, cada cual a su manera peculiar.
Es cierto que
las tramas de la familia Mirañar suelen ser desquiciadas pero, mirándolo
fríamente, en realidad son las únicas que van cambiando (aunque a veces también
se alarguen innecesariamente), ofreciendo momentos de todo tipo: hilarantes,
imposibles,…. Y también tiernos. Especialmente Hipólito, que aún en su atolondramiento
y con ideas un tanto peculiares (por decirlo de alguna manera) es también un
personaje que creo que merece una especial atención. Por supuesto que tampoco
sería lo mismo sin el concurso del magnífico actor que le da vida, Selu Nieto,
probablemente uno de los mejores de la serie, secundado perfectamente por otros
dos igual de talentosos: Maribel y Enric. Aunque quizás en justicia habría de
hablar de tres, porque considero que Carmen (Gracia) no les va a la zaga.
La Casona sería un lugar mucho más lúgubre si no existiera Fe. Y aunque su papel no aporte mucho a la acción, si lo hace para conseguir arrancar una sonrisa cada día (incluida sorprendentemente a la doña). Sus salidas, su actitud irreverente, su verborrea ininteligible las más de las veces, su descarada curiosidad, su ternura, su lucidez,.. la hacen un personaje imprescindible, algo a lo que tampoco es ajeno el buen hacer de Marta . Aunque en este caso supongo que a no tardar va a suceder algo que va a dejarnos temporalmente sin ella (el embarazo de Marta cada día es más evidente, y llegará un momento en que será difícil de disimular. Y para cuando dé a luz a su bebé es claro que tendrá que dejar de rodar durante un tiempo).
La Casona sería un lugar mucho más lúgubre si no existiera Fe. Y aunque su papel no aporte mucho a la acción, si lo hace para conseguir arrancar una sonrisa cada día (incluida sorprendentemente a la doña). Sus salidas, su actitud irreverente, su verborrea ininteligible las más de las veces, su descarada curiosidad, su ternura, su lucidez,.. la hacen un personaje imprescindible, algo a lo que tampoco es ajeno el buen hacer de Marta . Aunque en este caso supongo que a no tardar va a suceder algo que va a dejarnos temporalmente sin ella (el embarazo de Marta cada día es más evidente, y llegará un momento en que será difícil de disimular. Y para cuando dé a luz a su bebé es claro que tendrá que dejar de rodar durante un tiempo).
El tercero
que creo a destacar es Matías. A pesar de la juventud de Iván, creo que como actor puede
llegar muy lejos, porque considero que su talento es innegable. Y además con él
han conseguido crear un personaje que se hace entrañable, por su inocencia y
ternura, aunque a veces tenga un punto de pícaro. Lo que le hace aún más
interesante. Considero que también en este caso fue un acierto introducir un
nuevo personaje en la casa de comidas, que de rebote dé algo de vidilla a
Emilia y Alfonso, cuyas tramas tampoco avanzan mucho normalmente (especialmente
la de Alfonso). Lo de Emilia es caso aparte, aunque ya que he sacado el tema me
gustaría hacer un inciso: no estoy de acuerdo en que la conviertan de alguna
manera en la mala de la película. Ya lo dije y lo vuelvo a repetir: considero
que tiene tanto derecho como Raimundo a tener sus propias convicciones, y no me
da lástima éste porque ya es lo suficiente mayor para calibrar las
consecuencias de sus actos y cargar con las consecuencias. Aunque si es cierto
que Emilia está algo pesada con su proceder. Creo que tendría que aceptar la
decisión de su padre (que no es lo mismo que perdonar a la doña), reconciliarse
con él dejándolo irse, pero sin pretender entenderlo. Y seguir
con su vida al margen de la pareja, centrándose principalmente en este nuevo hijo.
Hola me encanta Fe, y si los guionistas han puesto que visite a Ines, seguro le cree, pero fuera de eso, muy maja y muy buena onda, y Matias, mi niño bonito, creo que ponto se va a enamorar, un saludo.
ResponderEliminarMe gusta la entrada, gracias por ponerla.
ResponderEliminarY totalmente de acuerdo con Fe, ahora mismo es el personaje que me saca una sonrisa. Buen trabajo por parte de la actriz.
También Matías me gusta, aunque no tiene el desparpajo de Fe, es un personaje que merece la pena seguir.
En cuanto a Hipólito ya me cansa.
Hasta pronto.