Partiendo de
la base que solo l@s espectadores conocemos quien es y cómo se conduce la
verdadera Amalia, me parece que Inés y Bosco tampoco están a la altura.
Es cierto que
Bosco no es feliz en su matrimonio, pero una persona responsable carga con las
consecuencias de sus actos. Y mientras no se sepa la verdad, está comprometido con
su esposa y su hijo. Al que, por cierto, no sé si tiene muy en cuenta, pues de
ser Beltrán realmente el hijo de Amalia y dejándose llevar por el deseo más que
por la razón, Bosco está dejando de lado el bienestar del niño. Incluso ha
llegado a plantearse huir con su amante, sin pensar en las consecuencias que
ello puede acarrear para Beltrán.
El caso de
Inés no es que sea mucho mejor. Aceptar ser la amante de un hombre casado, por
mucho que diga quererle, significa que, olvidando todo escrúpulo, está
dispuesta a quitarle el marido a otra mujer. La legitima. Y también apartar a
un niño de su madre (puntualizo que estoy hablando desde la perspectiva de
quien no conoce la verdad).
Por supuesto
no pierdo de vista que esto es una novela, y que saltarse algunos pasos es una
licencia que se pueden permitir en aras a dar más dramatismo a la acción. Pero
en la vida real creo que esto sería muy diferente, más cuando la amante vive en
la misma casa que la pareja, y todos son conscientes de lo que existe.
Y es cierto
que Amalia es insoportable y que tod@s la toleran solo porque es la esposa de
Bosco, pero precisamente esto último es el quid de la cuestión. Su unión está legitimada
por la ley y la iglesia, y por mucho que tod@s se alineen con Inés y deseen su
felicidad, ahora mismo nada cambia que la relación de la chica con Bosco es
imposible. Y que repudiando a Amalia y dejando que se reconcoma sola, lo único
que consiguen es que ésta sea más infeliz y aumente su desquiciamiento. (Vuelvo
a remarcar que ahora mismo nadie ni siquiera sospecha lo que hay detrás de la
apariencia de ésta). Por supuesto no es que Amalia me produzca lástima, porque
en realidad mucho de lo que le sucede es consecuencia de sus actos, pero puedo
entender sus celos y su frustración al ser consciente de que el amor de su esposo
es para otra, y que no puede cambiar esto.
Pero volviendo
a los amantes ¿es legítimo anteponer los sentimientos a todo lo demás? ¿Qué sentimientos
unen a Inés y Bosco?
En mi opinión
esta relación ha sido presentada como una relación más carnal que otra cosa. Ya
lo he dicho en otras ocasiones: Bosco e Inés no se conocen, no han compartido nada más que
unos momentos de pasión y poco más (no olvido que tienen un hijo, pero sólo ha
sido consecuencia de esto último, no exactamente del deseo de tenerlo, ni de
una decisión meditada). Es posible que ahora sus sentimientos mutuos hayan empezado
a echar raíces, pero sigo pensando que entre ellos no existe una línea clara
entre el amor y el deseo, porque el amor ha de estar basado en el conocimiento real
de la persona y esto requiere un tiempo que no han tenido, mientras que el
deseo procura la satisfacción inmediata y la necesidad de estar con la persona
lo más cerca, oscuro y alejado de la gente posible.
También es cierto
que esta situación, o parecida, ya es recurrente en las parejas de PV, y que la idea del
romanticismo se cuela ante cualquier consideración. Además de que los lazos del
matrimonio en esta serie son casi volátiles y en muchos casos solo un
“problemilla” menor, que se suele resolver quitando de en medio al que sobra, habitualmente
por la vía directa.
Pero lo que
es realmente sorprendente es que pretendan hacer creer que en una época en la
que las mujeres no tenían capacidad de decisión y el estigma social caía sobre
la que se atrevía a saltarse las normas, casi todas ellas tengan otra vida, y
sus familias una tolerancia digna de mención.
Creo en la
libertad de la persona y su libre albedrío. Y también creo que todo el mundo
tiene derecho a equivocarse e intentar rehacer su vida, pero no creo que estas
ideas estuvieran muy arraigadas en 1922, salvo en algunos casos concretos de
personas con posibles, que no tuvieran que depender del escrutinio popular. En
un pueblo en el que se conocen todos, saltarse las conveniencias dictadas por
los hombres y una poderosa iglesia, debía ser poco menos que impensable.
Solo una última
consideración, aunque ya lo he dicho con anterioridad en otros comentarios,
Creo que Inés y Amalia están inexorablemente ligadas la una a la otra. Si
desaparece Amalia, el papel de Inés queda en casi nada, porque ésta encarna a
un personaje que no tiene un carácter especial, y considero que está limitado a
ser la mujer, la amante, la madre de…..con lo que solo pasaría a convertirse en
otro elemento de decoración en el Jaral. Como desgraciadamente les sucede a
Rosario y Candela.
Hola Ana, en mi caso soy mas subjetiva con Ines y Bosco, hubiera querido que se desarrolle la trama de otra manera, pero no ha sido asi, aunque pienso que los enamoramientos se pueden dar a primera vista como tambien a larga vista, incluso a vista super larga, que paseis un buen dia, saludos.
ResponderEliminarOpino lo mismo, la relación de Inés y Bosco cansa un poco, cada conversación es igual a la anterior, y cuando Amalia desaparezca (si es que lo hace) no sé en qué quedará Inés. En los casos de muchas parejas de PV cuando tienen algún problema siempre queremos que se solucione, como con Alfonso y Emilia o Mariana y Nicolás, para dejar paso a la tranquilidad y la felicidad. Pero en el caso de Inés y Bosco, en mi opinión, es más interesante cuando tienen algún problema.
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