22 de mayo de 2015

La deriva de un personaje

A ver, seamos serios. Inés ha cometido un intento de asesinato y esto, se vea justificable o no a ojos de la gente, es un delito punible. Intentar solucionar las cosas por medio de la violencia no es la manera, como tampoco tomar la justicia por su mano, de lo contrario esto acabaría siendo algo parecido al salvaje oeste. Si bien es cierto que desgraciadamente aún hay lugares en el mundo donde se ve como un hecho normalizado, aunque no se trate de nada parecido a la justicia sino de venganza, fanatismo o algo peor, en este caso se supone que estamos en un país civilizado (incluso en 1920) y existen unas leyes que hay que acatar y unas penas para quién se las salta.
Por supuesto no olvido que siempre hay quien se escapa a estas consideraciones, y aunque nunca voy a justificarlo (más bien todo lo contrario), si se puede llegar a entender el porque sucede. El poder y el dinero siempre han estado al lado de los poderosos, y tod@s hemos podido apreciar que desgraciadamente muchas veces éstos salen impunes o bien librados de delitos que, en el mismo caso y para las clases más desfavorecidas, suponen una condena considerable. No siempre se tiene la sensación de que la justicia sea esto, justa.
Y por descontado entiendo que los habitantes del Jaral estén hartos de Amalia y deseen no tener que tratar con ella. También entiendo que se hayan puesto del lado de Inés, pues los hechos mandan y es claro que hay algo que no encaja en las diferentes versiones. Pero a lo sumo que pueden aspirar, cuando un caso es tan claro como este, es a que la pena sea lo más benevolente posible, especialmente teniendo en cuenta que Inés tampoco se muestra arrepentida de haber intentado acabar con Amalia. Lo que, por cierto, no dice mucho a favor de la chica, pues la retrata como alguien sin muchos escrúpulos.
Espero que se entienda que no estoy utilizando un doble rasero y que me olvido de que la doña entra también en estas consideraciones. Creo firmemente que tendría que pagar por sus delitos, aunque no habría suficiente condena para ella, ni iba a purgarlo en siete vidas, pero lo que es claro es que ella si ha sabido cubrirse las espaldas y eliminar todas las pruebas que la puedan incriminar. Es demasiado lista y retorcida para dejarse pillar, cosa que no sucede con Inés, que se ha dejado llevar por los instintos sin calibrar las consecuencias.
Pero si Martín estuvo a punto de pagar con su vida, María con diez años de reclusión y Aurora con su cordura, todos ellos por delitos que o no habían cometido o no eran por actos de violencia, Inés que si lo ha cometido tendría que pagar por ello.
Por supuesto tengo que reiterar que no pierdo de vista que se trata de una ficción en la que la lógica no siempre impera, pero lo estoy poniendo en el contexto de la realidad y considero un error trasladar el mensaje de que hay hechos a los que se puede restar importancia o que pueden quedar impunes solo porque al responsable se le supone una cierta bondad. 
Mi impresión es que han ido demasiado lejos con este personaje. Mirado en perspectiva el papel que le tocado a Fariba pienso que no es nada agradecido, y como ya he dicho en otras ocasiones no muy desarrollado en cuanto a personalidad. Además, en el tiempo que lleva en PV, su personaje ha vivido casi siempre recluido o apartado de la sociedad, en ambientes lóbregos. Primero en la cocina de La Casona sin poder ver a nadie, en especial a la única familia que tiene que es Candela, después en unas catacumbas durante semanas, para a continuación vivir en soledad en una barraca aislada. Y ahora, con un pequeño impase de una cierta libertad, encerrada otra vez en una celda. Ya no digo de los diálogos que le han escrito, que han sido prácticamente calcados día tras día durante todo este tiempo.
La verdad es que no entiendo la deriva a la que es sometido este personaje, especialmente si se pretendía convertirla en una protagonista principal, cosa que a la vista está que no ha sucedido. Por descontado no la veo llevando parte del peso de la serie, y mucho menos en el puesto de señora del Jaral, para lo que considero se requeriría de un personaje con más fuerza.
Aunque pienso que parte de “culpa” también la tiene su supuesto partenaire y la presunta historia de amor que muy pocos entienden como tal, y que más bien se ve como pasión. Lo que le resta muchos enteros.
En cambio por separado y en otro contexto, considero que el personaje de Bosco si tiene algunas escenas interesantes, especialmente en los últimos tiempos con Severo y Carmelo (aunque a veces parece un intento de reedición de la historia de Tristán y Martin, cosa bastante imposible de llevar a cabo). No sucede otro tanto con la interacción con Aurora, con la que veo una actitud que no acaba de aportarme la sensación de fraternidad que se pretende (claro que con Martín se puso el listón muy alto en este tema y es inevitable establecer comparaciones).
Ah, sí otro tema que por poco se me pasa por alto. Entiendo que haya quien piense que Bosco está alunado por hacer caso de su esposa (aunque creo que a veces se olvida que tampoco dispone de la misma información que l@s espectadores, que todo el mundo le esconde cosas, así que ha de creer en lo que le dicen, además con cuentagotas). Pero si bien es posible que se le pueda censurar por ello e incluso impacientarse por su actitud, pienso que nunca lo habría de ser por que asuma su responsabilidad como marido, cuya obligación a los ojos de los hombres es ponerse al lado de la mujer con la que está desposado. Por mucho que no sienta nada por ella, está atado a Amalia, quiera o no.
En resumen y volviendo al principio. No veo muchas salidas interesantes al personaje de Inés, aunque pienso que aún podría ser posible recuperar al de Bosco.
Y puesta ya a ello, volver a reiterar lo mismo. ¿Qué pasa con Candela, Rosario, Lucas, Mariana y Nicolás, por ejemplo…? Han pasado de ser secundarios de lujo, a pasar casi desapercibidos, con apariciones a lo sumo de tres minutos de relleno en cada capítulo. 

2 comentarios:

  1. Hola Ana, a veces estoy de acuerdo contigo en otras no como es este caso, Martin en su momento intento estrangular a Jacinta y si no fuera por Maria lo hacia, y al igual que Ines yo no hubiera querido que pague, en fin que cada quien tiene sus opiniones y se respetan, que paseis un buen dia, saludos.

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