“Prometí que lucharía cada día para intentar llegar a ser el mejor médico que pudiera, y a ese empeño sigo entregado” (Lucas)
Hasta
hace bien poco, médico y PV en la misma frase eran sinónimo de nada bueno. Exceptuando
el caso de los médicos que recalaban en el pueblo, pero sin quedarse, porque de
estos sí que ha habido sin tacha (aunque ahora no puedo recordar ningún
apellido). Así que considero que casi era de justicia dar una visión más ajustada
a la realidad de la figura de este profesional tan maltratado por las tramas
que hasta ahora se han ido sucediendo.
Y con
Lucas creo que se está consiguiendo. Con él, y de alguna manera, se reivindica
esta profesión y a los que la ejercen, a los que realmente tienen vocación, que
aman lo que hacen. Personas que como el que me ocupa, dejan de lado lo que
les podía aportar prestigio e incluso tranquilidad económica, para trabajar y
utilizar su saber cuidando a gentes de las que solo puede obtener
agradecimiento y poco más (pero que puede ser más valioso que las mayores
gemas)
Lucas
es uno de ellos. Se ha revelado como un médico vocacional, que está
descubriendo el placer de la auténtica medicina, la más cercana al paciente, aunque
también la más dura y difícil, porque implica tomar decisiones y buscar
soluciones que no siempre está al alcance de los conocimientos adquiridos. Y
que puede llegar a implicar emocionalmente, al tratar con personas con las que
le liga algo más que la ocasional dolencia que obliga a éstos a solicitar sus
servicios. Lucas conoce a sus pacientes, sus familias, sus vidas (en muchos
casos duras vidas) y esto lo hace mucho más personal.
Pero
Lucas no solo es un gran profesional, sino también una gran persona, con un carácter
extrovertido que lo hace diferente. Ha habido alguna crítica sobre esta peculiaridad
del personaje, que usa mucho de la chanza, pero creo que esto en vez de un
defecto lo hace aún más interesante, porque es algo nuevo. Y porque permite
entender que, aun siendo serias, las cosas no tienen que tomarse necesariamente
con actitud seria. A veces intentar sacar hierro de un asunto, ayuda a
sobrellevarlo mucho mejor.
Y parece
que además ha encontrado a su media naranja en todos los sentidos. Sol se está
descubriendo como una persona con un gran corazón, capaz de ser el complemento
ideal a un gran médico.
Ya
lo dicen “que al lado de un gran hombre, suele haber una gran mujer” Y aunque
es pronto para hablar de hechos consumados, es claro que Sol es esto y mucho
más.
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