10 de septiembre de 2015

La hora del adiós

Puede que de verdad Carmelo sienta que le falta algo en su vida, y que la que tiene actualmente haya dejado de satisfacerle. Pero esto no deja de ser una situación que se ajusta a la condición de la mayor parte de los mortales, y además no todo el mundo, a pesar de desearlo, tiene la opción (o las ganas) de cambiarlo. Mucho más cuando se dispone de un buen trabajo, una vida acomodada y una relativa tranquilidad, y hay que dejarlo todo atrás para embarcarse en una aventura sustentada simplemente en algo de oídas.
Por supuesto no estoy intentando dar a entender que es mejor no arriesgarse, porque entonces la humanidad no habría evolucionado. Y además siempre habrá quien esté dispuesto a renunciar a todo por un sueño, o también por altruismo, por deseo de cambiar las cosas o por simple espíritu aventurero.  
Pero en el caso de Carmelo creo que no es nada de todo esto.
Lo que es claro, aunque él se niegue a admitirlo, es que los cantos de sirena de Arsenio han influido, y mucho, en su decisión. Porque el ascendiente que el hombre tiene sobre él es algo bastante inexplicable, ya que incluso está por encima de una amistad que parecía inquebrantable. Como también es inexplicable que Carmelo ni siquiera lo cuestione, mientras que pone en entredicho las razones de Severo y sus motivos para recelar. Que visto desde su óptica se podrían entender como las consecuencias de un rencor no superado por éste, tras los tormentos infringidos en el orfanato por Arsenio y sus secuaces, pero creo que no es el caso (o no es del todo), porque Severo tiene fundadas razones para sospechar que el hombre solo busca satisfacer sus propios fines. Y en el camino aprovecharse de la buena fe de Carmelo.
También es cierto que desde la llegada de Sol a la vida de Severo, y de rebote la suya, todo su mundo ha vivido cambios radicales, sin contar el hecho de pasar a vivir en un pueblo, lejos del bullicio de la capital. Ha dejado de tener la exclusividad con Severo, para tener que compartirla con la chica. Aunque esto no habría de suponer un problema, porque en realidad ya ha vivido muchos años con ello, a pesar de que en este tiempo Sol fuera solamente un intangible. Pero creo que el hecho de que Severo haya recuperado a su hermana y le dedique muchas atenciones y cariño, no ha influido en su decisión, porque le hemos visto aceptarla como una más, como una hermana.
Evidentemente a Severo y Carmelo les han faltado muchas horas de hablar, de desnudar sus sentimientos y de sincerarse. Y ahora todo se puede ir al traste por culpa de ello. 

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