Casi dos años han pasado desde que Candela gritaba su desesperación a
las puertas de la iglesia, el lugar donde en un suspiro había pasado de ser una
novia feliz a una viuda desconsolada.
Dos años en los que el papel de esta pequeña pero enorme mujer (y
actriz) se ha ido diluyendo, convirtiéndose casi exclusivamente en el paño de lágrimas
de los demás y solo saliendo eventualmente de esta situación, casi de
ostracismo, para volver a protagonizar tramas en las que no estaba en juego su
futuro sino el de otros. Por supuesto siempre haciendo el papel que consideraba
le correspondía y además con total devoción y entrega, imbuida del cariño hacia
los chicos que se habían convertido en sus hijos.
En realidad da la sensación que el personaje de Candela aparcó su
futuro el día en que Tristán murió en sus brazos. Y que el recuerdo de éste
pesa tanto como para que jamás en todo este tiempo la hayamos visto ni siquiera
plantearse la posibilidad de pensar en ella misma y en su futuro, aceptando sin
cuestionarse lo que el destino le ha deparado.
Pero quizás este mismo destino ahora tiene otros proyectos para ella (Bueno,
quien dice destino dice guionistas, pero no vamos a ponernos quisquillosos por
esto, más cuando pienso que al fin están reparando una injusticia)
La verdad es que estoy deseando ver a Candela dejando atrás las amarguras
que parecen ser la constante de su existencia, y que incluso parecen perseguir el
lugar en el que habita. Que de una vez pueda olvidar en la parte más profunda del
armario esta vestimenta negra que ha tenido que sacar con demasiada frecuencia, que pueda sentir que vuelve a ser dueña de su vida,…. Pero especialmente que
pueda reír con ganas, disfrutar de la vida y encontrar el amor,... pero no el que
ya tiene de su familia, sino el que remueve las entrañas, provoca palpitaciones
y hace estremecer.
Y espero que sea Severo quien provoque todo esto.
Al fin y al cabo es el tipo de hombre de Candy. Alto, barbudo y pasado desgraciado. #unmaromoparacandyqueladeunmeneo #sevetiratealpestiño
ResponderEliminarCandela se merecía a lo merjorcito de Puente Viejo y se ha hecho esperar mucho. Sin desmerecer a ningún personaje - hombre de Puente Viejo creo que Severo es el más bien plantado y adecuado para Candela así que la espera a valido (¡y mucho!) la pena. No solo han tenido que pasar muchísimos capítulos desde la muerte de Tristán sino también unos siete meses desde los primeros contactos entre Severo y ella. Creo que la audencia ya a esperado lo suficiente y Candela también.
ResponderEliminarAmbos merecen ser felices y creo que son las personas indicadas para hacerlo juntas. "La pastelera y el empresario" parece el título de un libro...tenemos que ver cosas muy bonitas entre estos dos. Como ya comenté el le puede aportar una família y una estabilidad y Candela le puede llenar de amor, dejar su lado vengativo y relajarse un poco más.Los guionistas han tenido mucho ojo clínico con estos dos.
Ahora esperamos que Candela se dejé llevar y fluir porque el único caballo de batalla que veo en ella es la sombra de Tristán.