16 de agosto de 2015

El fin de una historia

Con Inés, otra despedida. 
Y se podría decir que esta situación ya empieza a ser demasiado habitual, pero creo que no es nada que no suceda en otras series. Todo forma parte de un ciclo en el que entran muchas variables externas e internas, y como tal puede llegar el momento en que ello haga cambiar los planteamientos, bien sea por la despedida temporal o definitiva de un actor o actriz, o porque es necesario para insuflar vida a algo que ya se ha agotado o necesita regenerarse. Aunque quizás en el caso que me ocupa sea mucho más simple, y se trate lisa y llanamente que no ha funcionado como se esperaba.
Y voy a decirlo con toda crudeza, pero me parece que terminarlo ha sido una decisión acertada. Desde el principio fue una trama que no consiguió enganchar a demasiada audiencia, y la empatía hacia el personaje de Inés pienso que se dio más por lástima y solidaridad, que por otro mérito. La mayor parte de la gente tendemos a alinearnos con los más desvalidos y considero que a esto han jugado los guionistas. Pero el argumento de la cenicienta, de la chica pobre y maltratada que se enamora de un chico de diferente clase social, creo que empieza a ser un recurso ya muy utilizado y que denota una cierta falta de imaginación (por supuesto dicho con todo el respeto). Si a ello le añadimos que además la chica es débil de carácter y sin demasiados recursos (y no me refiero a los económicos), estamos confeccionando un retrato al que considero con pocas posibilidades de éxito. (Por cierto, no se puede generalizar, porque con Pepa si funcionó. Pero a este personaje si supieron insuflarle fuerza y carácter)
Es solo mi opinión, pero no veo porque para que funcione una historia como la que me ocupa, ha de existir también un abismo social entre los componentes de la pareja. Por supuesto hablamos de una época en la que las clases estaban muy diferenciadas y la pureza de estirpe era un tema clave en las relaciones, pero creo que existen otras posibilidades no tan extremas y que podrían desarrollar una bonita trama. Por ejemplo, y estoy dando una idea, ¿no podría existir una maestra de escuela? La diferencia ya no es tan abismal, y de entrada a ella ya se le supondría un carácter y una personalidad importantes, en unos tiempos en que existían pocas mujeres desempeñando una profesión que, como en otros ámbitos de la sociedad, era algo que se consideraba destinado solo a hombres.
Pero volviendo al tema de Bosco e Inés, ahora es el momento de averiguar que ha ocurrido con esta historia fallida y no volver a incurrir en los mismos errores. Por supuesto los que escriben los guiones son humanos y pueden errar, igual que no pueden contentar a todo el mundo ni conocer de antemano si tal o cual personaje va a despertar más o menos simpatías. También es inevitable que se establezcan corrientes, porque afortunadamente no todo el mundo piensa igual.
De todas maneras no puedo dejar este comentario sin añadir algo más, que ya he comentado otras veces. Porque, siempre según mi opinión, no todo ha fallado ya que creo que el personaje de Bosco sin el lastre de Inés (lo lamento, pero pienso que desafortunadamente esto era lo que provocaba ésta) gana enteros, al igual que Francisco Ortiz. No es que sea una trama para tirar cohetes, además que me pregunto, como creo que hacen todos los que ven la serie, cuál va a ser el destino de Bosco, pero lo cierto es que seguir con lo que se daba tampoco ayudaba en nada ni al personaje, ni al actor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario