8 de agosto de 2015

Justicia. Aunque a medias

Si para una persona corriente ya supone un descalabro considerable verse en la tesitura de tener que cambiar radicalmente los hábitos de vida, para alguien que con solo chascar los dedos tenía el mundo a sus pies debe ser algo inimaginable. Aquello de “mando, ordeno y que se haga pronto por aquí, un quítame de en medio este estorbo por allá……..y después unas pesetillas para aliviar la conciencia por acullá”, ha pasado a convertirse en NADA. 
Al menos esta vez aquello de que las malas acciones acaban revertiendo en quien las ejecuta, parece que se está haciendo realidad. Aunque haya costado lo indecible, y por el camino hayan quedado multitud de damnificados que nunca podrán ver como al fin se impone algo de justicia.
Porque lo que es claro que aun en el caso de que alguna vez recupere aunque sea una mínima parte de su fortuna, para Francisca nada va ser lo mismo. Y quien piense que, a pesar de todo, aún ha quedado un resquicio para ella y que una supuesta felicidad ha llamado a su puerta, creo que anda muy errad@. Cierto que la felicidad puede sobrevenir de muchas maneras y aunque las materiales también pueden ayudar, no es la primera opción. Pero para Francisca, que siempre ha vivido en la opulencia, es evidente que la seguridad económica también juega un papel importante, que unido al alma emponzoñada además por la soberbia y los deseos de venganza impide conseguir aunque sea un mínimo estadio de felicidad. No al menos en los términos en que se entiende. Ni siquiera creo que el hecho de que el hombre del que se afana en proclamar como el gran amor de su vida sea ahora su esposo, y estén ligados por un vínculo inquebrantable, vaya a cambiar gran cosa el panorama, porque a muy poc@s se les escapa que la Francisca que tod@s conocemos sigue ahí agazapada, esperando su momento. Lo único que consuela de todo ello, es que la falta de medios actual le impide pasar a la acción. Y que dure!!.
En realidad sigo preguntándome adonde pretenden llevar con esta trama. Evidentemente nadie lamenta la actual situación de Francisca, algo esperado y demandado desde hace años. Tanta maldad gratuita ha acabado por cansar a los espectadores, hartos de ver la impunidad con la doña se ha movido durante este tiempo. Pero por alguna razón parece que romper con todo no es posible, y que se ha considerado necesario dejar un resquicio y buscar la manera de maquillar su imagen dotándola de algo de humanidad, por otra parte imposible de creer cuando una y otra vez vuelve a dejar ver su verdadera catadura. Francisca no va a cambiar, ni creo que tampoco nadie fuera a creer a estas alturas en una conversión casi milagrosa. Creo que han llevado demasiado lejos a este personaje para que resulte creíble algo de este estilo.
¿Que pretenden que además su historia con Raimundo despierte algún interés más allá de sus incondicionales? Creo que es un intento bastante vano, no porque un amor de madurez no tenga cabida, sino por lo dicho anteriormente de poco creíble, mas con los antecedentes de esta pareja. Además pienso que la gente está demandando otro tipo de historias que no vengan tan condicionadas por la trayectoria conocida de los personajes.
Otra cosa es que se trate de convenir en un clamor, que no se puede considerar ni de lejos generalizado, (aunque por supuesto totalmente respetable), como es el de l@s fans de la pareja Francisca-Raimundo. Creo que difícilmente se podría hablar de esta posibilidad, que por cierto se ha barajado por parte de algún actor (quiero creer que solo a modo de comentario casual), porque de serlo sería un agravio comparativo para otros colectivos, bastantes más numerosos, que han existido o existen en la serie, y para los que se tendría que exigir el mismo respeto.
Claro que entiendo que no se puede tener content@ a todo el mundo y menos al mismo tiempo. 

1 comentario:

  1. Las escenas de Francisca-Raomundo y Bosco-Inés me aburren soberanamente...poco más que decir. Por suerte, y no quiero ser mala, para la historia de estos últimos ya nos quedan dos días contados.

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