Si para una persona corriente ya supone un descalabro considerable verse
en la tesitura de tener que cambiar radicalmente los hábitos de vida, para
alguien que con solo chascar los dedos tenía el mundo a sus pies debe ser algo inimaginable.
Aquello de “mando, ordeno y que se haga pronto por aquí, un quítame de en medio
este estorbo por allá……..y después unas pesetillas para aliviar la conciencia
por acullá”, ha pasado a convertirse en NADA.
Al menos esta vez aquello de que las malas acciones acaban revertiendo
en quien las ejecuta, parece que se está haciendo realidad. Aunque haya costado
lo indecible, y por el camino hayan quedado multitud de damnificados que nunca
podrán ver como al fin se impone algo de justicia.
Porque lo que es claro que aun en el caso de que alguna vez recupere aunque sea
una mínima parte de su fortuna, para Francisca nada va ser lo mismo. Y quien
piense que, a pesar de todo, aún ha quedado un resquicio para ella y que una
supuesta felicidad ha llamado a su puerta, creo que anda muy errad@. Cierto que
la felicidad puede sobrevenir de muchas maneras y aunque las materiales también
pueden ayudar, no es la primera opción. Pero para Francisca, que siempre ha
vivido en la opulencia, es evidente que la seguridad económica también juega un
papel importante, que unido al alma emponzoñada además por la soberbia y los
deseos de venganza impide conseguir aunque sea un mínimo estadio de felicidad. No al menos en los términos
en que se entiende. Ni siquiera creo que el hecho de que el hombre del que se
afana en proclamar como el gran amor de su vida sea ahora su esposo, y estén
ligados por un vínculo inquebrantable, vaya a cambiar gran cosa el panorama,
porque a muy poc@s se les escapa que la Francisca que tod@s conocemos sigue ahí
agazapada, esperando su momento. Lo único que consuela de todo ello, es que la
falta de medios actual le impide pasar a la acción. Y que dure!!.
En realidad sigo preguntándome adonde pretenden llevar con esta trama. Evidentemente
nadie lamenta la actual situación de Francisca, algo esperado y demandado desde
hace años. Tanta maldad gratuita ha acabado por cansar a los espectadores,
hartos de ver la impunidad con la doña se ha movido durante este tiempo. Pero por
alguna razón parece que romper con todo no es posible, y que se ha considerado
necesario dejar un resquicio y buscar la manera de maquillar su imagen dotándola
de algo de humanidad, por otra parte imposible de creer cuando una y otra vez vuelve
a dejar ver su verdadera catadura. Francisca no va a cambiar, ni creo que
tampoco nadie fuera a creer a estas alturas en una conversión casi milagrosa. Creo
que han llevado demasiado lejos a este personaje para que resulte creíble algo
de este estilo.
¿Que pretenden que además su historia con Raimundo despierte algún
interés más allá de sus incondicionales? Creo que es un intento bastante vano,
no porque un amor de madurez no tenga cabida, sino por lo dicho anteriormente
de poco creíble, mas con los antecedentes de esta pareja. Además pienso que la
gente está demandando otro tipo de historias que no vengan tan condicionadas por la
trayectoria conocida de los personajes.
Otra cosa es que se trate de convenir en un clamor, que no se puede
considerar ni de lejos generalizado, (aunque por supuesto totalmente respetable),
como es el de l@s fans de la pareja Francisca-Raimundo. Creo que difícilmente se
podría hablar de esta posibilidad, que por cierto se ha barajado por parte de algún
actor (quiero creer que solo a modo de comentario casual), porque de serlo
sería un agravio comparativo para otros colectivos, bastantes más numerosos, que
han existido o existen en la serie, y para los que se tendría que exigir el
mismo respeto.
Claro que entiendo que no se puede tener content@ a todo el mundo y
menos al mismo tiempo.
Las escenas de Francisca-Raomundo y Bosco-Inés me aburren soberanamente...poco más que decir. Por suerte, y no quiero ser mala, para la historia de estos últimos ya nos quedan dos días contados.
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