Ciertamente Carmelo tiene un papel mucho más importante del que a priori
podría atribuírsele. Porque aunque es un personaje que parecía destinado a
estar en segundo plano y a la sombra de Severo, está muy lejos de ser así. No es
el subordinado de éste, sino un igual, su mano derecha en todos los sentidos. Además
de ser el amigo, consejero y fiel escudero. Por descontado no el perrito faldero que
la doña le ha espetado con toda su ponzoña, ni alguien como Mauricio, un
personaje en el que se confunden la fidelidad y la sumisión rastrera.
Realmente la trama de Severo y Carmelo es algo bastante novedoso. Dos
amigos con una peculiar relación, asentada como ha dicho este último en una
estimación verdadera, la que se ha forjado por los años de luchar juntos. Una amistad
que se ha demostrado incondicional e inquebrantable, capaz de superar todos los
desencuentros. En realidad casi tiene el aspecto de una relación de
dependencia, tal es el grado que alcanzan los lazos que les unen.
Son dos hermanos no de sangre, pero sí de corazón, y esto es igual de
fuerte
De ahí que lo que es importante para Severo lo sea también para
Carmelo, y viceversa. Y quizás por ello Sol también vaya a convertirse en
alguien importante para Carmelo, alguien a quien éste va a poner bajo su
protección, al igual que a su hermano. En realidad no es que haya descuidado
esta faceta pero faltaba el paso de que Sol le permitiera ayudarla, y una vez
superado esto no ha tardado en ponerse manos a la obra.
Quizás haya ayudado un poco el propio egoísmo, porque sabe que ayudando
a Sol a buscar su felicidad, algo que pasa por darle un empujón y echarla a los
brazos de Lucas, puede liberar a Severo de sentirse obligado a seguirla. Y así
no tener que separarse de la persona con la que ha compartido la mayor parte de
su vida. Por cierto, a pesar de las especulaciones, no veo en esta relación
nada más que lo que se vislumbra, ni intereses de ningún tipo que no pasen por
lo que he dicho anteriormente de unos fuertes e inquebrantables lazos
fraternos.
Pero creo que también influyen otros motivos. Carmelo es una buena
persona y también la voz de la razón, alguien con la cabeza bien amueblada, que sabe ver más allá que los demás. Y
sabe que si Sol sigue con su decisión, va a ser infeliz ella y también Lucas. Y
que si ella no es feliz, tampoco lo va a ser Severo. Demasiadas personas
implicadas para que se quede de brazos cruzados, sin intentar hacer algo para
remediarlo.
Y lo ha conseguido. Sin su concurso y sus sabios consejos las cosas
hubieran tomado un rumbo muy distinto. Y Sol no hubiera sido capaz de admitir que,
por primera vez, existe para ella la posibilidad de que un hombre pueda entrar en su vida sin el temor
a que la utilice.
De todas maneras es claro que el “trabajo” de Carmelo no va a acabar aquí,
porque para Sol y Lucas empieza un camino que seguro va a estar sembrado de
dificultades. La primera superar el pasado de la chica. Pero Sol también va a
disfrutar de la mejor guardia pretoriana que se pueda desear: tres hombres
formidables, Severo, Lucas y el propio Carmelo.
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