13 de agosto de 2015

Doblemente leal

Ciertamente Carmelo tiene un papel mucho más importante del que a priori podría atribuírsele. Porque aunque es un personaje que parecía destinado a estar en segundo plano y a la sombra de Severo, está muy lejos de ser así. No es el subordinado de éste, sino un igual, su mano derecha en todos los sentidos. Además de ser el amigo, consejero y fiel escudero. Por descontado no el perrito faldero que la doña le ha espetado con toda su ponzoña, ni alguien como Mauricio, un personaje en el que se confunden la fidelidad y la sumisión rastrera.
Realmente la trama de Severo y Carmelo es algo bastante novedoso. Dos amigos con una peculiar relación, asentada como ha dicho este último en una estimación verdadera, la que se ha forjado por los años de luchar juntos. Una amistad que se ha demostrado incondicional e inquebrantable, capaz de superar todos los desencuentros. En realidad casi tiene el aspecto de una relación de dependencia, tal es el grado que alcanzan los lazos que les unen.
Son dos hermanos no de sangre, pero sí de corazón, y esto es igual de fuerte
De ahí que lo que es importante para Severo lo sea también para Carmelo, y viceversa. Y quizás por ello Sol también vaya a convertirse en alguien importante para Carmelo, alguien a quien éste va a poner bajo su protección, al igual que a su hermano. En realidad no es que haya descuidado esta faceta pero faltaba el paso de que Sol le permitiera ayudarla, y una vez superado esto no ha tardado en ponerse manos a la obra.
Quizás haya ayudado un poco el propio egoísmo, porque sabe que ayudando a Sol a buscar su felicidad, algo que pasa por darle un empujón y echarla a los brazos de Lucas, puede liberar a Severo de sentirse obligado a seguirla. Y así no tener que separarse de la persona con la que ha compartido la mayor parte de su vida. Por cierto, a pesar de las especulaciones, no veo en esta relación nada más que lo que se vislumbra, ni intereses de ningún tipo que no pasen por lo que he dicho anteriormente de unos fuertes e inquebrantables lazos fraternos.
Pero creo que también influyen otros motivos. Carmelo es una buena persona y también la voz de la razón, alguien con la cabeza bien amueblada, que sabe ver más allá que los demás. Y sabe que si Sol sigue con su decisión, va a ser infeliz ella y también Lucas. Y que si ella no es feliz, tampoco lo va a ser Severo. Demasiadas personas implicadas para que se quede de brazos cruzados, sin intentar hacer algo para remediarlo. 
Y lo ha conseguido. Sin su concurso y sus sabios consejos las cosas hubieran tomado un rumbo muy distinto. Y Sol no hubiera sido capaz de admitir que, por primera vez, existe para ella la posibilidad de que  un hombre pueda entrar en su vida sin el temor a que la utilice.
De todas maneras es claro que el “trabajo” de Carmelo no va a acabar aquí, porque para Sol y Lucas empieza un camino que seguro va a estar sembrado de dificultades. La primera superar el pasado de la chica. Pero Sol también va a disfrutar de la mejor guardia pretoriana que se pueda desear: tres hombres formidables, Severo, Lucas y el propio Carmelo.

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