30 de octubre de 2015

La viuda negra

¿Para qué callarlo? Admito que me fastidia enormemente ver a Francisca otra vez haciendo lo único que sabe: malmeter y conspirar para hacer daño. También manipular a cualquier incauto que le dé aunque sea un mínimo de credibilidad, y por supuesto me refiero a Bosco en primer lugar. Porque mucho me temo que la idea es que éste acabe volviendo al redil de La Casona, al menos hasta que descubra lo que Francisca hizo con Inés. Ya que si bien la lógica dice que Bosco ha de vivir en su propia casa, el Jaral, y que ha de ocuparse de sus tierras y de su familia, la realidad es que el personaje es un chico débil de carácter en cuanto se refiere a su abuela, por la que probablemente siente cariño, pero a la que da la impresión que se acerca más por considerar que está en deuda con ella que por los lazos de sangre.
Evidentemente con Bosco lo más difícil es recordar que se trata de un chico muy joven, ya que el principal hándicap es su aspecto, que es obvio decir que es el de la edad real del actor. Por supuesto no voy a meterme con la profesionalidad de Francisco Ortiz y además tiene el derecho inalienable de toda persona a disfrutar de un trabajo renumerado, pero creo (como casi todo el mundo) que se equivocaron en el cásting y tenían que haber elegido a un chico que diera más el pego por la edad. Así es complicado razonar que sus supuestos pocos años hacen que sea más vulnerable a los engaños, que el hecho de haber vivido apartado de la civilización le ha impedido conocer en profundidad el alma de las personas y ver en ellas la maldad. De todas maneras también es factible pensar que el haber vivido tanto tiempo al lado de las buenas mujeres del Jaral, y en los últimos tiempos haber cultivado la amistad de Lucas, Severo y Carmelo, han ayudado a compensar lo que podría haberle imbuido Francisca cuando lo recogió y durante el tiempo que estuvo bajo su influencia. Tiempo que por poco no hace de él un villano como su abuela.
Pero volviendo a Francisca.
Parece que la cura de humildad ha obrado el efecto contrario al que se pretendía. Porque en realidad lo que ha hecho ha sido retroalimentar a la bestia (con perdón de éstas) y hacer que Francisca aún haya acentuado su lado más oscuro. Ahora ya no se trata sólo de soberbia, altanería y orgullo, sino que también su venganza se ha universalizado. Lo hemos visto en La Casona, donde trata como una negrera a sus sirvientas, donde la consideración a Mauricio ha desaparecido como por ensalmo, olvidando la fidelidad ciega de éste y lo que ha hecho por ella, y también lo hemos visto en sus decisiones arbitrarias contra el pueblo (aunque me pregunto hasta dónde llega su poder, y si puede hacer y deshacer a voluntad sin que nadie pueda toserle. De hecho lo dudo). Pero es evidente que lo peor está aún por llegar, y esto me produce cansancio solo de pensarlo.
Para algun@s la soledad es mala compañía y lo peor es que da mucho tiempo para pensar, lo que en Francisca supone un peligro añadido. Berta por un lado, Candela y Severo por otro,….son algunos de los que seguramente tienen todos los números para situarse ahora en su punto de mira. Pero también existe el engaño a Bosco sobre los verdaderos motivos del abandono de Raimundo, y la facilidad con que se ha consolado por esta situación y que demuestra a las claras que el amor que dice sentir por el hombre es algo que viene y va como la marea, dependiendo, no de los sentimientos, sino básicamente de otros factores que nada tienen que ver con ello. 

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