11 de octubre de 2015

Luchar por la dignidad

¿Quién recuerda al Lucas amigo de Aurora, el que llegó a PV para ayudarla a salir del pozo en el que se encontraba por obra y gracia de las malas artes de Francisca, pero también para ser, de alguna manera, el tercero en discordia en la relación de la chica con Conrado? Pero bueno, no creo necesario remover esta historia porque, además de que ya forma parte del pasado, el personaje de Lucas, aun conservando su esencia, ya no parece el mismo. El médico que admito que ya entonces se ganó mis simpatías, ahora tiene su propia historia y está consiguiendo hacerse con la consideración de gran parte de la audiencia, aupado por su preciosa historia de amor con Sol.  
Porque considero que esta vez han acertado con la compañera que le han destinado, y que queda fuera de toda duda que con ésta si comparte una química muy especial, por lo que pueden traer muy buenos momentos a la serie. Además son dos personajes con personalidades muy marcadas que, individualmente y en mi opinión, también están bien construidas.
Sol es una mujer fuerte, marcada por un duro pasado que, aunque a ella le cueste dejar atrás, parece que por parte de la gente ha quedado superado, probablemente motivado en parte por su dedicación, su buen corazón y su empatía con sus convecinos. Es alguien que podría haberse acomodado a la buena vida, pero que lejos de haberse convertido en la típica señorita ricachona y ociosa, que hace su vida al margen de las clases sociales inferiores (algo bastante común entre los terratenientes con poder) no ha mostrado ningún reparo en mezclarse con el pueblo, e incluso arremangarse para ayudar. Sol también podría haber sido perfectamente una persona amargada, con el corazón endurecido, resentida con la vida y con quien la ha llevado a esta encrucijada que marcó su adolescencia y juventud, pero ha vencido en ella la persona que subsiste en su interior, la que nació y vivió sus primeros años en el seno de una familia feliz, la que adquirió cultura y estudios, la que fue amada…. Y la que vuelve a serlo, no sólo por Lucas, sino también por un hermano que la adora. E incluso diría que ahora también por un amigo, Carmelo, con el que está adquiriendo un grado de complicidad formidable, igual que con Gracia o Candela. Pero en Sol los deseos de venganza no adquieren el tono que tienen con su hermano, y aunque no parece muy dispuesta a olvidar ni a perdonar a la Montenegro por lo que le ha hecho a ella y a su familia, no da la sensación de estar muy por la labor de hacérselo pagar. Sin embargo, y en honor a la verdad, tampoco se interfiere en los planes de Severo para con Francisca. O al menos no lo hace sino solo para poner un poco de cordura.
Apuesto, extrovertido, simpático, de mente abierta, buena persona, generoso, amigo de sus amigos, tierno y cariñoso con la mujer a la que ama…. pero también un médico vocacional, entregado a su profesión y a sus pacientes. Esto y mucho más es Lucas. Sin embargo estos días estamos descubriendo más cosas de él. De que es una persona íntegra no había ninguna duda, pero ahora es algo que ha quedado demostrado con creces porque ante la disyuntiva de escoger entre su libertad y su dignidad no ha dudado ni un momento. Venderse a cambio de conseguir la libertad con deshonor no entra en su manera de proceder, sabiéndose además víctima de una injusticia. Quizás no sea la decisión más sabia o la más práctica en su situación, pero es la única decisión que puede tomar una persona que valora más su honor que lo que pueda pensar la gente de él. Y cuando la verdad salga a la luz (que saldrá), muchas personas se darán cuenta de que tienen entre ellos a alguien que merece toda su admiración pero a la han tratado de manera vergonzosa. Y Sol podrá estar muy orgullosa (más si cabe) del hombre que ha escogido para pasar el resto de su vida. 

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