3 de octubre de 2015

Critica y razones

Criticar es muy fácil y no siempre está respaldado por la razón. Incluso es posible que en ocasiones influyan más los sentimientos que otra cosa. Pero también es cierto que si no se cuestionase nada, la humanidad aún estaría en la época de las cavernas. Creo que es bueno conocer otros puntos de vista y valorar lo que se puede extraer de ello, eso sí, siempre y cuando no evidencien como único fin el de llevar la contraria.
Y no es esto lo que pretendo al cuestionar algunas cosas de la serie, aunque admito que es posible que mi desconocimiento sobre cómo funciona la mente de un guionista, o las razones que le llevan a aparejar tal o cual situación para un personaje, me pueden llevar a veces a conclusiones equivocadas. También es posible que el hecho de que tengan que crear a marchas forzadas debido al formato diario de la serie, hace que no puedan valorar mucho las situaciones en las que meten a los personajes, y que a la larga éstas puedan llegar a antojarse incongruentes, paradójicas o directamente increíbles para los espectadores.
Como evidentemente tampoco puedo pretender que sean capaces de contentar a todo el mundo, pero creo que, por ejemplo, cuando exista una opinión unánime no sería mucho pedir que se valorase. Por supuesto entendiendo que también puede ser algo complicado, teniendo en cuenta la anticipación con la que ruedan las escenas antes de que lleguen al público.
Y como creo que ya me he “excusado” lo suficiente, voy al motivo de este artículo.
La verdad es que la trama del secuestro de Francisca me ha traído un montón de cuestiones para poner sobre el tapete.
Empecemos por el principio.
Raimundo se va a Fuerteventura supuestamente a ver a un amigo moribundo, aunque en realidad su principal propósito es agenciarse unas joyas. Ni se las da su amigo, ni la procedencia de éstas es lícita, ya que las sustrae de alguien que a su vez parece que las ha robado. Pero además de todo ello se desprende que Raimundo conoce al Alemán, un supuesto y conocido delincuente. ¿Qué clase de tratos tuvo con él mientras estuvo desterrado en las islas?
Francisca escribe a Fuerteventura y recibe contestación de manera inmediata. Entre esto y la aparición del Alemán no pasa mucho tiempo. Pero la pregunta es ¿cómo es posible que el hombre, que presumiblemente no ha estado jamás en PV, llegue y a renglón seguido haya podido encontrar un zulo lo suficientemente seguro como para que ni siquiera Mauricio o Bosco, que conocen el bosque como la palma de su mano, puedan encontrar?
Sobre las joyas. Se supone que su entrega como garantía tenía que ser un tema que no trascendiese del ámbito judicial. Cierto que hay excepciones como Severo, para el que esto no es problema porque tiene contactos en la judicatura que le ponen al corriente. Pero que sea del dominio público, es algo que siempre me ha parecido muy difícil de tragar. ¿Raimundo las ha traído de Fuerteventura camufladas, para que después ello sea gritado a los cuatro vientos?
¿Cuándo ha sido que Severo le ha dicho a Bosco que las joyas son robadas? O yo estaba en otra dimensión y no me enteré (también es posible), o no ha sucedido. Que yo recuerde solo lo saben Carmelo y Candela. Y quizás Sol. No creo que Severo sea tan imprudente como para ir pregonando por ahí este tema.
Y lo último, algo que no es una pregunta sino un tema que pone en muy mal lugar a los “tres mosqueteros” (si es que ello es posible que suceda aún más). Raimundo pide discreción a los otros dos para que nadie sepa en lo que andan metidos, pero no han pasado ni unas horas y todo el mundo ya los ha visto dando tumbos por el monte, buscando algo desesperadamente. Evidentemente esto no es una actitud normal.
Además hay otras cosas. Si Severo no tuviera la cabeza en otro sitio y con él Carmelo, no tardarían en atar cabos entre Raimundo y el hombre encontrado muerto, que ya se sabe que es alguien fichado por la policía de Fuerteventura y al que no parece que se le haya perdido nada en un pueblo perdido en la península, salvo cuando existe la casualidad flagrante de que Raimundo también tenga relación con la isla (cosa que por cierto ya ha llamado la atención a la guardia civil). Ah, por cierto. ¿Alguien piensa que Hipólito no se ha dado cuenta de lo de los mapas? Y aprovecho para decir que empieza a molestarme la actitud de Mauricio con él, de hecho ha dejado de hacerme ninguna gracia.

2 comentarios:

  1. La joya que tiene Severo en su poder es igual o tal vez la misma que se ponía Maria en algunas ocasiones.Es posible que sea robada,pero no por Raimundo si no por el director del banco donde Francisca depositó sus joyas antes del embargo y que en realidad haya habido dos sustracciones,la de Fuerteventura y la otra que menciono.Tal vez los tiros vayan por ahí,por elucubrar...

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  2. Muy buena observación Zita, tienes razón, esa joya.. ( o bien se les pasó a los de vestuario y complementos.. porque también la llevaba Sol) o bien lo que comentas de la caja fuerte del Banco tendría algo que ver.. aunque me decanto más por el error de memoria, que tienen al usar la misma bisutería, y los mismos ropajes... Y como siempre, buen análisis Anna, yo también tengo mucho que preguntar...y Mauricio y su actitud actual, no me gusta nada... a decir verdad pocas veces me ha gustado Mauricio, salvo cuando en alguna ocasión parecía que afloraba su sensibilidad, pero ha vuelto a ser sumiso, y un pelele y no me gusta nada por ser un simplón, amansado y asesino. Que poco carácter tiene con su AMA, y señora y como se crece con las personas buenas y nobles del pueblo.. no se merece ni agua.. ni él ni la doña...

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