Hoy ha sido sin duda el día de Fernando. Pero de aquellos en los que uno piensa que habría sido mejor no levantarse.
Poco podía imaginarse que las cosas se iban a torcer para él de semejante manera!!
Sólo ha faltado que la doña le enfrentara a lo que ha descubierto sobre sus desmanes para que su arrogancia y seguridad se hayan venido abajo en menos que canta un gallo y haya dejado asomar al verdadero petimetre que se esconde tras esta fachada. Un cobarde que se ha derrumbado a las primeras de cambio y que además no ha encontrado otra salida para salir del atolladero que escudarse en la infidelidad de su esposa.
Como si se pudiera justificar lo injustificable.
Aunque dejando aparte el evidente pánico ante lo que adivina las represalias por sus deleznables actos, no ha tardado en sacar a relucir también lo que se podría calificar de machismo en grado sumo. El que aún hoy hace estragos, pero que en 1921 era aún más acentuado, siendo el común de las mujeres meros instrumentos de reproducción de la especie.
Visto desde la perspectiva de una sociedad avanzada, las palabras de este ser infame aún suenan mucho peor, pero dan voz a una manera de entender la relación entre un hombre y una mujer que desgraciadamente aún a día de hoy no es difícil encontrar, y que no es ajena a ninguna clase social, ni religión, ni color de piel. Oír hablar de obligación de la mujer de sometimiento a los deseos del hombre, de considerar que éste es dueño de la esposa hasta el punto de anularla. Y, ante la posibilidad de encontrar oposición o rechazo a los deseos, justificar la violencia verbal o física con la excusa de que esto fuerza a desatar los instintos más primitivos.
Todo ello revuelve las tripas al más pintado.
Añadámosle a todo lo anterior el intento de Fernando de disculparlo con excusas baratas como la traición, los celos, unido a la intención de parecer benévolo por el hecho de que no haya abandonado a su esposa a pesar de todo, ya es el colmo del cinismo. Más cuando tod@s sabemos, incluida la doña, cuáles son sus verdaderos motivos para que siga al lado de María.
Pero aún hay más. Por si no fuera suficiente, oírle suplicar que no le obligue a enfrentarse a una humillación pública, ya es el súmmum de lo patético.
Es evidente que se sabe perdido, aunque también ha habido un destello de esperanza para él. Porque en todo esto hay otro factor: la actitud de Francisca, que no acabo de captar muy bien, ya que ha habido un momento que incluso ha parecido dispuesta a mostrarse comprensiva ante los actos infames cometidos contra su ahijada.
Quizás es que solo pretende dejar que el hp se confíe antes de asestar el golpe definitivo y entretanto regocijarse humillándolo y obligándolo a arrastrarse ante ella aún más. ¿O realmente sigue teniendo en mente los propósitos que ha dejado entrever sobre el hijo de María?
La verdad es que no sé muy bien que pensar.
Pero lo cierto es que nadie duda de que vaya a tomar cartas en el asunto. Hasta qué punto, falta por ver.
De momento ya ha servido para desactivar lo que podría haberse convertido en un desaguisado, y además ha permitido a Martín darse una satisfacción. La cara del hp cuando le ha dicho que había cambiado de opinión, ha sido para enmarcar.
Una cosa si es clara. Nada volverá a ser lo mismo.
Ver a Martín sentado en el despacho del Jaral retrotrae inevitablemente a Tristán. Y no voy a negar que me gusta que el chico traiga de vuelta el recuerdo de su padre, pero no con el ánimo de recrear recuerdos dolorosos, sino con el de mostrar la voluntad de salir adelante con su legado y hacerlo de manera que éste se pudiera sentir orgulloso de su hijo.
No recuerdo quien comentó que la madre superiora empezaba a caerle bien y admito que también voy por este camino. La verdad es que me parece que la mujer no es tan fiera como parecía. Nada que ver con los malos de la serie, pues Sor Encarnación ha demostrado que tiene sentimientos y una cierta sensibilidad. Es cierto que en algunos aspectos es dogmática y férrea en la disciplina, pero puedo entenderlo por su condición y su posición. Sin embargo se ha revelado también como una persona incapaz de hacer daño conscientemente. De ahí que le haya sido tan fácil a María conseguir embaucarla.
Pues parece que las cosas se van enderezando para nuestra parejita. Y espero que a partir de ahora los guionistas les den a ellos y a nosotr@s algo de tregua y puedan gozar de algo de felicidad.
Supongo que es pedir demasiado que lo mismo suceda con Conrado y Aurora. Lesmes va camino de convertirse en el gran obstáculo, aunque tampoco hay nada que impida que ahora mismo se lance a buscar el afecto de la chica. Aunque es más que evidente que Aurora no ha olvidado a Conrado, mirado desde una óptica realista no se le puede reprochar al médico que lo intente.
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