No pretendo
decirles a los guionistas como tienen que hacer su trabajo, pero quizás un poco
más de humildad y de valorar alguna vez la posibilidad de que los seguidores también
tienen algo que decir, no les vendría mal. Claro ejemplo de la falta de lo primero es la "recomendación" expresada por una responsable de que la gente se busque otro producto si este no gusta,
porque ello demuestra, primero arrogancia, y después poco respeto para quienes
al fin y al cabo les procuran el pan de cada dia. Sí que es cierto que, a pesar
de las tramas actuales que despiertan una contestación inusitada por lo
generalizada, ello no se traduce en un descenso demasiado acentuado de la
audiencia, que en su mayor parte aparentemente parece dispuesta a tragar con lo
que sea (a menos que nos la den con queso y los datos no se correspondan con la
realidad, por aquello de que ahora las audiencias se miden con “invitados”, un
concepto que es dificil de cuantificar porque nadie puede saber con certeza
cuantas personas están en cada casa viendo la telenovela. Pueden contabilizar
cuatro, cinco, seis personas en una casa cuando solo lo está viendo una,…. pero
nadie puede afirmarlo o desmentirlo)
Claro que
tampoco dudo que los que escriben los guiones están convencidos de su
viabilidad, pero creo que instalados en una especie de torre de marfil están
obviando algo importante: la audiencia ha cambiado. Y aunque hay seguidores
fieles que están desde el principio, también se han incorporado muchos más, incluso
de otras culturas y nacionalidades, y la manera de pensar ya no es la misma. Igual
que la sociedad ya no es la misma que la de hace siete años, es mucho más
contestataria y ya no acepta sin más algunas cosas. (Sorprendentemente es un tema
que si ponen en valor en un conocido anuncio de unas clínicas dentales, que
además cuenta con la referencia de los mismos actores y actrices de la
telenovela, con lo que es fácil establecer vínculos con ésta)
De todas
maneras no hay nada mejor que poner distancia para poder ampliar la perspectiva
de las cosas. O al menos así lo creo.
Y es entonces
cuando me doy cuenta también de que quizás he llegado a ser injusta con algunos personajes de la
telenovela, y a otros puede que los haya idealizado demasiado.
Y también me
doy cuenta de lo que pueden haber influido en mi visión los (malos) guiones, con
la consiguiente posible repercusión en la credibilidad o no de los mismos
actores o actrices. Especialmente en los últimos casos de incorporación de profesionales sin demasiada experiencia, y
absolutamente desconocidos para la gran mayoría. Porque para un actor o actriz una mala elección puede
condicionar un futuro, aunque también entiendo que dada la actual crisis del
sector a veces tampoco pueden escoger, más cuando existe el “caramelito” que
supone entrar en una telenovela que ha sido un referente en este tipo de
productos (digo ha sido, porque ya hace meses que ha dejado de estar en el
primer lugar)
Y quisiera
referirme en especial a los hermanos Ortega y Julieta, a los que tampoco es que
haya criticado mucho, porque es que los he ignorado mucho más. Claro que sus tramas
tampoco eran para que llamaran mucho la atención,… aunque los presentaran como
protagonistas, e incluso como los que iban a devolver la esencia a la
telenovela. Pero precisamente esto es lo que en mi opinión ha fallado, porque el
enfoque de repetir tramas del pasado sin profundizar más en el tema inicial de
la telenovela, no parece despertar demasiadas expectativas. Y por si no fuera
suficiente, han optado por hacerlo apresuradamente, dejando por el camino toda
coherencia, metiendo tramas y situaciones difíciles de encontrarles parangón en
la vida real.
Por ejemplo, intentando convertir a Julieta en una super heroína capaz de las mayores hazañas
partiendo de la nada, han conseguido que poc@s acaben creyendo en el personaje,
incluso que llegue a despertar rechazo. Porque además, y con el abuso del drama
(que parece que es el leiv motiv de la telenovela), también ha dejado de
interesar su historia, que es una sucesión continuada de situaciones límite. Y “lo
poco aburre, pero lo mucho cansa”. Por supuesto, todo esto se hace extensible a
los hermanos Ortega, que cuelgan de la misma historia y a Consuelo (a la que
parece que le escogieron el nombre a propósito).
Pero hay que
distinguir entre personajes y actores.
No voy a
meterme con la profesionalidad o no de los de actores y actrices de esta trama, porque es un tema en el que
podrían influir mis gustos personales y no una crítica correcta sobre su trabajo. Y
si, puede que salir en este producto les haya ayudado a hacerse visibles, pero
sin embargo tienen en contra el que les hayan dotado con unos guiones insulsos
y poco creíbles que no creo que les hayan favorecido demasiado en cuanto a
poder demostrar su valía en su profesión.
Pero, desde este rincón, les pido disculpas por si no he sabido valorarlos lo suficiente.
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