11 de junio de 2018

La imagen de los personajes


No pretendo decirles a los guionistas como tienen que hacer su trabajo, pero quizás un poco más de humildad y de valorar alguna vez la posibilidad de que los seguidores también tienen algo que decir, no les vendría mal. Claro ejemplo de la falta de lo primero es la "recomendación" expresada por una responsable de que la gente se busque otro producto si este no gusta, porque ello demuestra, primero arrogancia, y después poco respeto para quienes al fin y al cabo les procuran el pan de cada dia. Sí que es cierto que, a pesar de las tramas actuales que despiertan una contestación inusitada por lo generalizada, ello no se traduce en un descenso demasiado acentuado de la audiencia, que en su mayor parte aparentemente parece dispuesta a tragar con lo que sea (a menos que nos la den con queso y los datos no se correspondan con la realidad, por aquello de que ahora las audiencias se miden con “invitados”, un concepto que es dificil de cuantificar porque nadie puede saber con certeza cuantas personas están en cada casa viendo la telenovela. Pueden contabilizar cuatro, cinco, seis personas en una casa cuando solo lo está viendo una,…. pero nadie puede afirmarlo o desmentirlo)
Claro que tampoco dudo que los que escriben los guiones están convencidos de su viabilidad, pero creo que instalados en una especie de torre de marfil están obviando algo importante: la audiencia ha cambiado. Y aunque hay seguidores fieles que están desde el principio, también se han incorporado muchos más, incluso de otras culturas y nacionalidades, y la manera de pensar ya no es la misma. Igual que la sociedad ya no es la misma que la de hace siete años, es mucho más contestataria y ya no acepta sin más algunas cosas. (Sorprendentemente es un tema que si ponen en valor en un conocido anuncio de unas clínicas dentales, que además cuenta con la referencia de los mismos actores y actrices de la telenovela, con lo que es fácil establecer vínculos con ésta)
De todas maneras no hay nada mejor que poner distancia para poder ampliar la perspectiva de las cosas. O al menos así lo creo.
Y es entonces cuando me doy cuenta también de que quizás he llegado a ser injusta con algunos personajes de la telenovela, y a otros puede que los haya idealizado demasiado.
Y también me doy cuenta de lo que pueden haber influido en mi visión los (malos) guiones, con la consiguiente posible repercusión en la credibilidad o no de los mismos actores o actrices. Especialmente en los últimos casos de incorporación de profesionales sin demasiada experiencia, y absolutamente desconocidos para la gran mayoría. Porque para un actor o actriz una mala elección puede condicionar un futuro, aunque también entiendo que dada la actual crisis del sector a veces tampoco pueden escoger, más cuando existe el “caramelito” que supone entrar en una telenovela que ha sido un referente en este tipo de productos (digo ha sido, porque ya hace meses que ha dejado de estar en el primer lugar)
Y quisiera referirme en especial a los hermanos Ortega y Julieta, a los que tampoco es que haya criticado mucho, porque es que los he ignorado mucho más. Claro que sus tramas tampoco eran para que llamaran mucho la atención,… aunque los presentaran como protagonistas, e incluso como los que iban a devolver la esencia a la telenovela. Pero precisamente esto es lo que en mi opinión ha fallado, porque el enfoque de repetir tramas del pasado sin profundizar más en el tema inicial de la telenovela, no parece despertar demasiadas expectativas. Y por si no fuera suficiente, han optado por hacerlo apresuradamente, dejando por el camino toda coherencia, metiendo tramas y situaciones difíciles de encontrarles parangón en la vida real.
Por ejemplo, intentando convertir a Julieta en una super heroína capaz de las mayores hazañas partiendo de la nada, han conseguido que poc@s acaben creyendo en el personaje, incluso que llegue a despertar rechazo. Porque además, y con el abuso del drama (que parece que es el leiv motiv de la telenovela), también ha dejado de interesar su historia, que es una sucesión continuada de situaciones límite. Y “lo poco aburre, pero lo mucho cansa”. Por supuesto, todo esto se hace extensible a los hermanos Ortega, que cuelgan de la misma historia y a Consuelo (a la que parece que le escogieron el nombre a propósito).
Pero hay que distinguir entre personajes y actores.
No voy a meterme con la profesionalidad o no de los de actores y actrices de esta trama, porque es un tema en el que podrían influir mis gustos personales y no una crítica correcta sobre su trabajo. Y si, puede que salir en este producto les haya ayudado a hacerse visibles, pero sin embargo tienen en contra el que les hayan dotado con unos guiones insulsos y poco creíbles que no creo que les hayan favorecido demasiado en cuanto a poder demostrar su valía en su profesión.
Pero, desde este rincón, les pido disculpas por si no he sabido valorarlos lo suficiente.

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