10 de noviembre de 2015

Tres hombres y una mujer

Rectifico.
En otro post, y no hace mucho, escribía que tres hombres, Mauricio, Raimundo y Bosco, dependían exclusivamente del personaje de Francisca para desarrollar su trama.
Pero después de leer en otro blog un comentario sobre esto mismo, en el que aportaba una visión diferente, no puedo más que estar de acuerdo con lo que allí se planteaba. No es Francisca el eje principal de este cuarteto, sino Bosco. De ahí el acercamiento de éste a su abuela, porque sin él no hay trama para los demás. Lo que además dibuja un paisaje de lo más desalentador para este personaje, que con su valoración actual poco puede tirar del carro.
Es cierto que Mauricio no cuelga directamente de Bosco, pero nadie duda de su total dependencia de Francisca, ya que además sin ella su personaje ni siquiera tendría sentido. Es el perro fiel y todo su mundo gira alrededor de su ama, por lo que poco puede aportar a las tramas más que una visión con un solo matiz: la falta de conciencia cuando se trata de ejecutar ciegamente las órdenes de ésta. Y por descontado no creo que un hipotético romance con Fe le pueda hacer cambiar, porque alguien así no muda de manera de obrar cuando la fidelidad siempre le mantendrá entre dos mundos. Mauricio no cuestiona (y si lo hace siempre es de manera tibia y sin llegar a negarse), no se para ante las consecuencias de sus actos (aunque sean llevados al límite), no tiene remordimientos,…… y vive única y exclusivamente para servir a Francisca, aunque ésta lo humille y lo trate a patadas en múltiples ocasiones.
En el caso de Raimundo el tema es otro, porque aun estando en este momento lejos de Francisca, su nexo sigue muy presente, aunque ahora sea para lanzarse dardos envenenados el uno al otro. Y lo cierto es que ésta, insistiendo una y otra vez que está intentando dejar atrás todo lo relacionado con el hombre, siempre acaba teniéndolo en mente.
Y queda el tercero: Bosco.
Cada vez veo más claro que sin éste, el papel de Francisca sería casi irrelevante. Siempre ha habido un hilo conductor entre ella y alguien de fuera de La Casona. Sí, es cierto, existe Severo que le da vida (aunque sea para vengarse), pero limitar el papel de la doña a rumiar y llevar a cabo sus múltiples venganzas no creo que provoque demasiado entusiasmo a la audiencia. De hecho creo que la mayoría de espectador@s, entre los que me incluyo, estamos más que hart@s de ver esta situación. Por ello pienso que están propiciando el acercamiento de Francisca con Bosco, para que ésta tenga algo más que hacer y, como es su natural, acabe entrometiéndose en la vida de su nieto, con lo que se abre otra línea de actuación. El problema es para el personaje de Bosco, que en lógica tendría que tener su propia trama, pero con esta situación vuelve casi al punto de partida, perdiendo la poca relevancia que podría haber atesorado. Vuelve a ser un títere en manos de Francisca, un personaje sin ambiciones ni proyectos, que se limita a ver pasar los días sin mostrar ninguna iniciativa.  

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