Rectifico.
En otro post,
y no hace mucho, escribía que tres hombres, Mauricio, Raimundo y Bosco,
dependían exclusivamente del personaje de Francisca para desarrollar su trama.
Pero después
de leer en otro blog un comentario sobre esto mismo, en el que aportaba una
visión diferente, no puedo más que estar de acuerdo con lo que allí se
planteaba. No es Francisca el eje principal de este cuarteto, sino Bosco. De
ahí el acercamiento de éste a su abuela, porque sin él no hay trama para los
demás. Lo que además dibuja un paisaje de lo más desalentador para este
personaje, que con su valoración actual poco puede tirar del carro.
Es cierto que
Mauricio no cuelga directamente de Bosco, pero nadie duda de su total
dependencia de Francisca, ya que además sin ella su personaje ni siquiera
tendría sentido. Es el perro fiel y todo su mundo gira alrededor de su ama, por
lo que poco puede aportar a las tramas más que una visión con un solo matiz: la
falta de conciencia cuando se trata de ejecutar ciegamente las órdenes de ésta.
Y por descontado no creo que un hipotético romance con Fe le pueda hacer
cambiar, porque alguien así no muda de manera de obrar cuando la fidelidad
siempre le mantendrá entre dos mundos. Mauricio no cuestiona (y si lo
hace siempre es de manera tibia y sin llegar a negarse), no se para ante las
consecuencias de sus actos (aunque sean llevados al límite), no tiene
remordimientos,…… y vive única y exclusivamente para servir a Francisca, aunque
ésta lo humille y lo trate a patadas en múltiples ocasiones.
En el caso de
Raimundo el tema es otro, porque aun estando en este momento lejos de Francisca,
su nexo sigue muy presente, aunque ahora sea para lanzarse dardos envenenados
el uno al otro. Y lo cierto es que ésta, insistiendo una y otra vez que está
intentando dejar atrás todo lo relacionado con el hombre, siempre acaba
teniéndolo en mente.
Y queda el
tercero: Bosco.
Cada vez veo
más claro que sin éste, el papel de Francisca sería casi irrelevante. Siempre
ha habido un hilo conductor entre ella y alguien de fuera de La Casona. Sí, es
cierto, existe Severo que le da vida (aunque sea para vengarse), pero limitar el
papel de la doña a rumiar y llevar a cabo sus múltiples venganzas no creo que
provoque demasiado entusiasmo a la audiencia. De hecho creo que la mayoría de
espectador@s, entre los que me incluyo, estamos más que hart@s de ver esta
situación. Por ello pienso que están propiciando el acercamiento de Francisca
con Bosco, para que ésta tenga algo más que hacer y, como es su natural, acabe
entrometiéndose en la vida de su nieto, con lo que se abre otra línea de
actuación. El problema es para el personaje de Bosco, que en lógica tendría que
tener su propia trama, pero con esta situación vuelve casi al punto de partida,
perdiendo la poca relevancia que podría haber atesorado. Vuelve a ser un títere
en manos de Francisca, un personaje sin ambiciones ni proyectos, que se limita
a ver pasar los días sin mostrar ninguna iniciativa.
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