Se dice que
el verdadero amor nunca muere, aunque esta sea una afirmación que considero cuando menos cuestionable
(a menos que uno/a sea una romántica empedernida). De hecho considero que el amor también se puede acabar, como todo en la vida. Asimismo se dice que una
situación límite puede volver a hacer volver a aflorar unos sentimientos que
permanecían en stand by, y que podían haber quedado ahí para siempre de no
darse unas determinadas circunstancias.
Esto último
si lo creo posible, y vendría a ser lo que le sucede ahora a Emilia, que cuando
ha visto que podía perder a Alfonso, se ha dado cuenta que no podía asumir
alejarse de él. Pero creo que en esta situación se conjugan otros sentimientos y
es que ni el odio, ni el rencor han hecho mella en ella, solamente la decepción,
el desengaño e incluso la duda de si ha tenido parte de culpa en la situación.
Así que puedo entender que, en un momento crítico, Emilia solo piense en el bienestar de
Alfonso y no en lo que ha sucedido entre ellos. Porque una cosa es que éste le
haya ocasionado mucho dolor con su infidelidad, y otra es perderlo para
siempre. Esto último es algo muy difícil de asumir, a pesar de que no
hace mucho incluso se había planteado el pedirle que se fuera.
Sin embargo
no creo que esta situación vaya a suponer borrón y cuenta nueva. Al menos considero
que no tendría que ser así para un personaje como el de Emilia, con una
personalidad fuerte e independiente. Evidentemente la intención de esta trama
es reivindicar la figura de Alfonso, que interponiéndose entre una bala y su
mujer, e impidiendo que ésta resultara herida, ha llevado a cabo un enorme acto
de generosidad. Y, aunque sea adelantarme a los acontecimientos, veo muy posible
que después de los cuidados y el mimo de su esposa el hombre acabe confundiendo
los sentimientos, haciéndose una idea (creo que equivocada) de que ésta ha
dejado atrás el error cometido por él. Pero esto es algo que creo no va a
suceder, aunque también cabe la posibilidad de que las cosas hayan cambiado y
ahora sea más fácil encontrar un punto de equilibrio que permita reconducir su
relación.
Pero jamás podrá
volver a ser lo mismo. Quizás Emilia perdone, pero olvidar ya es otra cosa. Es
cierto que el tiempo puede llegar a curar las heridas, pero siempre quedará la
cicatriz para recordarlo.
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