Desconozco la
edad de las personas que comentan sobre la trama de Alfonso y Emilia, pero no
creo que esto sea lo más importante, ni decisivo, para explicar unas determinadas opiniones. El tema de fondo es que, sin querer entrar
en descalificaciones y haciendo constar que es solo mi opinión, me estoy dando
cuenta que se aplica un rasero diferente en el caso de uno y el otro, que trasladado
a la vida real hace que se haga patente que, de alguna manera, aún perdura en
nuestra sociedad un cierto sentimiento patriarcal, y que ello no distingue en
edades, ni en géneros.
En estos días
que se habla del tema del machismo y de sus consecuencias, una se da más cuenta
de que hay actitudes que se siguen llevando implícitas en nuestra cultura, y
que ésta sigue siendo en buena parte misógina, de hombres para mujeres. Por
supuesto se ha avanzado mucho en temas de igualdad, pero si las mismas mujeres no
tomamos conciencia que de alguna manera somos cómplices de ello y no nos
levantamos para cambiar mentalidades que aún perduran, nunca se podrá avanzar lo
suficiente.
Todo ello
viene a cuento por lo que encabeza este comentario. En realidad no deja de
sorprenderme que haya quien piense que Emilia se está pasando con Alfonso y que
tendría que ceder. Incluso he llegado a leer que tampoco es para tanto lo que
ha hecho el hombre, afirmación que, por supuesto, no comparto en absoluto.
Porque no es solo el hecho, sino que se trata de una traición, se mire por
donde se mire, y además el hombre no ha reparado en el daño que podía
infringir, anteponiendo sus instintos primarios a todo lo demás. Lo que hace
aún más injustificable su proceder, si es que se puede justificar de alguna
manera que después de intentar traspasar su sentimiento de culpa a Emilia por
un tema del pasado, mentirle durante semanas, dejarla plantada en más de una
ocasión, rechazar sus intentos de acercamiento y finalmente consumar su
infidelidad, ahora pida hacer borrón y cuenta nueva de la noche a la mañana,
pretendiendo que Emilia no se lo tenga en cuenta.
Por supuesto
me alineo al lado de Emilia, y puedo entender cómo se siente. Otra cosa es que en
este caso de ficción, la trama pueda antojarse larga y aburrida pero, vista desde una
óptica de la vida real, a mi entender está siguiendo una progresión lógica. Porque
aquello de que el amor lo puede perdonar todo no creo que sea una afirmación
que no pueda ser discutida, aunque también es cierto que hay que distinguir
cada situación o contexto. Y el amor también se puede acabar, o al menos experimentar
un cambio. Pero lo que no se puede pedir es que en nombre de este sentimiento
se gire la vista hacia otro lado.
También dicen que el tiempo puede curar las heridas. Y en todo caso Emilia es lo que està pidiendo: tiempo