22 de marzo de 2018

Sacar un clavo para meter otro clavo


Claro que por mucho que se vuelva sobre el tema de la que considero innecesaria muerte de Candela, nada va a cambiar.
Pero quizás se podría haber entendido mejor la desaparición de ésta, sino fuera porque el desarrollo de la trama actual de Severo se empeña en hacer patente otra cosa: aquello de sacar un clavo para meter otro clavo.
Vale, quizás alguien pueda alegar que Severo ha sufrido mucho y que ahora merece recuperar algo de paz. También que quizás no sabe manejarse muy bien con el niño ya que en los primeros meses que lo tuvo a su lado también estaba Candela, y probablemente era ella la que llevaba el peso del cuidado del bebé. Pero también vimos a Severo implicado en ello, así que no es inexperiencia.
Asimismo se puede alegar que la mentalidad de la época no contemplaba que un hombre solo se hiciera cargo de sus hijos. Pero en Nicolás tenemos el mejor ejemplo, aunque recabara ayuda para hacerlo pero sin llegar al extremo de plantearse una nueva relación. Su hija y su trabajo le llenaban por completo, y nunca dejó entrever que tuviera otras necesidades.
Y sí, es cierto que esta trama puede dar más visibilidad y protagonismo a Severo, pero al mismo tiempo nos están retratando a otro hombre distinto al que conocimos. El que hace apenas tres semanas iba penando por los rincones por su esposa muerta y su hijo desaparecido. Por supuesto me encanta que esto ya no sea así, que haya recuperado la sonrisa y las ganas de vivir, pero si bien es bonito que vuelva a tener a su hijo con él, ya no lo es tanto que dé la impresión que ahora es incapaz de enfrentarse a los problemas y busque que otro (otra) se los solucione. Y que todo ello venga de la mano de una trama forzada e incoherente, en la que además parece que han puesto la directa sin reparar en tiempos, ni en sensibilidades, y recurriendo a lo mismo de siempre: tramas llevadas al último minuto y con situaciones poco creíbles, entre las que entran de manera destacada la presencia de superheroínas, capaces de solucionar lo que nadie puede. Por cierto, remarcar que el personaje de Irene me parece muy interesante en su origen, porque encarna el de una mujer culta e independiente. Y que son los guiones los que no me parece le hagan justicia.
Hace pocos dias, Severo le pedía a Adela que se alejaran todos de él, que solo sembraba dolor a su alrededor, que todos los que se le acercaban acababan pagando con su vida o con sufrimiento. Por supuesto es normal que ahora este sentimiento haya quedado en segundo plano, cuando las cosas parecen enderezarse,… al menos en el tema de Carmelito. Lo que ya no considero tan normal es que, amparado en la idea de anteponer el bienestar de su hijo a todo lo demás, haga además dejación de su deber como padre en favor de una extraña, una mujer a la que apenas conoce y de la que sólo sabe que Carmelito la siente cercana. Claro que solo piensa en su hijo y en que éste sea feliz, pero esto no es suficiente para olvidar que hace apenas cuatro meses el pequeño perdió a su verdadera madre y él a su gran amor.
Dicen que el tiempo cura las heridas. Pero ¿tan rápido? ¿Acaso el tiempo es intemporal en Puente Viejo y transcurre a dictado de los guiones? ¿O acaso el sentimiento que Severo tenía por Candela no era tan fuerte como pretendía? Por supuesto es una pregunta retórica porque no tengo ninguna duda de ello, más después de las preciosas escenas que nos brindaron, llenas de ternura y cariño. Y por esto se hace aún más dificil de tragar todo este sinsentido en el que se está convirtiendo esta trama.
No voy a ser yo quién le niegue a Severo la posibilidad de rehacer su vida, pero no a costa de darle al personaje la vuelta como un calcetín. Más cuando se supone que después de todo lo que le ha pasado y de haber estado ofuscado durante tanto tiempo, inmerso en el dolor y la desesperación, necesita un tiempo para sanar su corazón y poner en orden su vida. En la que ahora hay una responsabilidad prioritaria: su hijo. Se lo debe a Candela y se lo debe a sí mismo. Y por todo ello se hace más incomprensible que, sin tiempo para ello, le metan en lo parece que va camino de una nueva relación.
Por lo que de nuevo se plantea la pregunta (que nunca tendrá respuesta). Si la historia de Severo pasa por tener una pareja ¿por qué era necesario que Candela desapareciera?

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