Veremos a
Severo culparse de la situación de Carmelito, como antes lo hemos visto
culparse de todo, como si hubiese decidido que recaiga sobre él todo el peso
del mundo.
Claro que verlo penar parece que ya vaya inherente al personaje desde hace tiempo, pero últimamente los
guionistas parecen empeñados en poner cada dia una piedra nueva
en su camino. Convirtiéndolo así en un hombre amargado, que ha renunciado a
luchar, y que ahora es incapaz de dar un golpe sobre la mesa y coger al toro
por los cuernos. Impidiendo con ello que renazca de las cenizas el hombre
decidido, testarudo y dispuesto a hacer justicia para su familia y él mismo, el hombre que un dia conocimos pero al que han dado la vuelta como un calcetín, a base de hacerle pasar por todos los estadios del sufrimiento posibles, desde un pasado doloroso perdiendo a sus padres y separado de su hermana, su dura vida en un orfanato, encontrar a su hermana para posteriormente perderla para siempre, ver como la mujer a la que amaba era asesinada de manera cruel, le fueran arrebatadas sus propiedades en Puente Viejo, secuestraran a su hijo, le metieran a él en la cárcel y estuviera a punto de ser ajusticiado,....y ahora, sin tregua, vuelta a sufrir por su hijo recién recuperado.
Pero ahora éste es prioridad. Es normal que una vez recuperado a Carmelito, solo desee
que éste pueda vivir una existencia tranquila y feliz,….. aunque para ello él
tenga que renunciar a muchas cosas. Lo primero es el niño, después sus
sentimientos de padre,…… ahora impotente ante algo para lo que no ve más que la
solución más drástica: alejarlo para que éste pueda salir adelante.
Vale, es
evidente que el tema es meter a Irene como sea, aunque para ello se tenga que
renunciar a la lógica. Por supuesto el tema de la nostalgia de Carmelito podría
colar sino fuera porqué su corta historia se empeña en lo contrario. Como dice
alguien, con mucho acierto, si la añoranza fuera un hecho habitual tendrían que
devolver a todos los niños adoptados. Por supuesto también podría existir para
Carmelito la añoranza de unos brazos que le acunaban y le daban cariño, pero no
hay que olvidar que antes estuvo nueve meses en el vientre de su madre y
después otros nueve recibiendo el cariño de ésta y de su padre, por lo que lo
más lógico es que estos sentimientos se hubieran dado en el orfanato, y no hay
constancia de que así fuera. El niño que le dieron a Irene era un bebé sano y
fuerte, que aparentemente se adaptó rápidamente a ella, por lo que es claro que
Carmelito no tuvo antes problemas en el sentido que ahora quieren hacernos ver.
No es
exactamente lo mismo, pero no hace mucho también leía la experiencia de una
maestra de guardería, que hablaba de los niños pequeños que dejan por primera
vez a su cuidado: lloran cuando los dejan, pero enseguida se agarran a quién
les da su atención y les consuela. Y con el tiempo aprenden a separarse de su familia
sin que suponga ningún problema. (Aunque es claro que inconscientemente saben
que en algún momento van a volver a buscarlos, por lo que quizás la situación
no pueda servir totalmente como ejemplo).
Hay otro tema también, aunque
esta vez considero que entra más en el terreno de los tópicos y tiene que ver
con la visión que se tiene del rol de hombres y mujeres en el tema de cuidar a
los hijos. Claro que no es la misma visión (afortunadamente) en 1925 que en la
actualidad, pero no es menos cierto que el cuidado de los niños suele recaer
principalmente en las madres o en una figura femenina. Por ejemplo ¿cuántos hombres
profesores de guardería conocemos?
En mi opinión, en esta trama
parece que se quiera instalar la idea de que los brazos masculinos son torpes
en el cuidado de un bebé y que para ello se necesita una sensibilidad femenina.
Sin embargo Adela, que tiene experiencia como madre y seguro sabe manejar a un
bebé, tampoco puede hacerse con el niño, desmintiendo así lo anterior.
Así que es claro que se trata si
o si, de que Irene vuelva a Puente Viejo y se instale con Severo. Y que se
convierta en quién se ocupe de Carmelito,….. aunque nunca será su madre, porque
nunca se podrá apagar la llama de Candela.Que con el tiempo Irene se
convierta en la compañera de su padre, es algo que, de momento, solo entra en
el terreno de las conjeturas.
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