Salir huyendo,
o con los pies por delante y pasando a formar parte del nutrido grupo de
inquilin@s del cementerio. También marchando rumbo a instituciones de salud
mental. Y solo en contadas ocasiones los personajes que han salido de la
telenovela lo han hecho de manera voluntaria, con razones justificadas y creíbles.
Por supuesto
en todo caso me refiero a personajes, aunque también entre los actores y
actrices han habido diversidad de situaciones (nada parecido a la ficción
afortunadamente), y no tod@s se han marchado por propia decisión. Porque muchas
veces y argumentando que el periplo del personaje había llegado a su fin
(aunque a veces también porqué una trama no había dado el resultado esperado),
hemos visto como dejaban la telenovela actores y actrices que quizás podrían
haber dado más de sí, y que incluso habían conseguido hacerse un hueco con sus
personajes entre los gustos de los seguidores.
Y ahora me
dirán que en una telenovela hay que renovar las tramas y que es normal que
entren y salgan personajes. No voy a ponerlo en cuestión, porque es cierto que no
se puede seguir una sola línea argumental durante siete años sin aburrir al
personal. Y sin embargo esta renovación no sucede del todo en Puente Viejo,
donde las tramas parecen volver siempre al punto de partida, sin que ya creen
expectación.
Claro que a
veces tampoco hay más remedio que cerrar algunas, especialmente cuando un actor
o actriz opta voluntariamente por buscar nuevos horizontes a su carrera
profesional, como creo que ha sido el caso de Alejandro Siguenza.
Lo que no
quita que no lamente profundamente la marcha de éste de la telenovela, aunque
afortunadamente parece que pronto volverá a estar en la pequeña pantalla con
otra serie y podremos volver a disfrutar de su buen hacer.
Pero
principalmente lamento su marcha porque pienso que no han aprovechado lo
suficiente su profesionalidad,… y solo en las últimas semanas, primero con la
defensa de Severo y después con grandes y emotivas escenas antes de su
despedida definitiva, han conseguido sacarlo de la especie de ostracismo en el
que lo habían sumido, relegándolo a ser casi una figura decorativa.
Nicolás
siempre ha sido un personaje querido, que salvo en contadas ocasiones ha sido puesto
en entredicho. Además su unión con Mariana, otro personaje entrañable, nos dejó
grandes escenas que siempre quedarán en el recuerdo de la telenovela. También
su andadura como padre ha dejado tiernos momentos, más cuando Alejandro parece
tener una especial mano con los niños. Y además ha demostrado, en cierta
manera, que un personaje masculino puede salir adelante sin que tengan que
colocarle un romance (aunque lo intentaron con Camila, pero Nicolás dejó
patente que es un hombre de principios que jamás traicionaría a un amigo,
aunque para él suponga un sacrificio renunciar a sus sentimientos).
Pero la
suerte ya está echada y Nicolás ya ha pasado a formar parte de la historia de
Puente Viejo. Solo que ha tenido que ser huyendo, no quizás de la peor manera
como podría haber sido acabando definitivamente con el personaje, pero si como
alguien obligado a escapar sin posibilidad de redimirse, perseguido por la
amenaza no solo de la acción de la justicia, sinó también de la venganza de un
despiadado y poderoso general que utiliza su poder para poder lavar el
desprestigio que le ha causado su no menos despiadado y tenebroso hijo.
Y no se ha
valorado que había otras opciones menos traumáticas. Podría haber marchado
tranquilamente a Murcia con su hija, a gestionar su patrimonio o a ejercer la
profesión de abogado que tan buenos resultados ha dado para Severo, pero han
escogido la peor, la de cortar toda posibilidad de vuelta.
Así que me
despido de Nicolás, esperando que Alejandro tenga mucha suerte en sus nuevos
proyectos. Que seguro que va a ser así, porque cuando alguien lo vale, no hay
duda del resultado.
Y aprovecho
para hacer un inciso sobre lo que considero el actual panorama de ESDPV, que se
vislumbra desalentador después de esta nueva marcha, solo cuatro meses después
de otra despedida dolorosa de un personaje de larga trayectoria en la
telenovela, Candela.
La trama de
Nicolás ha llenado durante unas semanas un espacio importante de los capítulos
y ahora esto va a dejar un vacío dificil de rellenar con tramas algo
consistentes que ahora mismo considero que no existen en la telenovela. La
trama de La Casona, que parece destinada a ser el eje central, no es suficiente
para compensarlo, porque además no despierta precisamente demasiadas
expectativas,….. mientras la otra que podría dar juego, la de Severo y su nueva
partenaire Irene, no ha sido entendida por su irrupción metida con calzador y
con una trama incoherente desde su inicio (que por supuesto, puede mejorar con
el tiempo, dado que los dos actores son magníficos y esto ya es un plus). Y por
lo que se refiere a los demás, muchos actores y muy buenos pero con tramas
insulsas, mucho tendrían que cambiar las cosas para que no fuera más de lo
mismo de lo que viene siendo desde hace tiempo.