Es posible
que en el fondo sea algo de envidia, pero admito que no entiendo la diferente
vara de medir, con respecto a PV y su promoción, entre dos países con tantos
nexos en común como son España o Italia.
Por supuesto
no es un tema que despierte ninguna controversia en nuestro país (en realidad
no es nada que vaya a cambiar el mundo, por ello la importancia es inexistente). Y de
hecho si hay alguna crítica sobre esta cuestión, básicamente se circunscribe
a las redes sociales. También es posible que la escasa (por no decir nula)
promoción, sea algo generalizado a todas las series y telenovelas, ya que no
tengo demasiada constancia que ninguna otra sea promocionada más allá de alguna
cortinilla puntual. Así que tampoco se podría hablar de agravio comparativo,
porque esto no existiría en el sentido literal.
Por lo tanto prefiero creer que la justificación para esta situación tiene otra
explicación que la de la presumible certeza de la fidelidad de los seguidores y
seguidoras, a los que da la sensación que nos consideran capaces de tragar lo que sea (ya no entro en hablar de otros programas que corroborarían esta última afirmación). Pero lo que sí es fácilmente
constatable es que las cifras apabullantes de audiencia en Italia al respecto
de PV demuestran que, aparte de todo esto, y por supuesto del tirón de las tramas, la promoción también tiene sus ventajas. Además que una intensa presencia en
medios escritos y televisivos, aparte de aumentar la expectación y la audiencia, también
consigue de rebote una mayor proyección de los actores y actrices de la misma.
Algo que en España no sucede en la misma medida porque, aunque me duela tener que decirlo, creo que la
mayoría de ellos y ellas son bastante desconocidos fuera del ámbito de la
telenovela. De hecho algunos han acabado siendo más conocidos después de irse de la
misma.
¿Qué no es
necesaria la promoción? Quizás sea cierto, en especial porque se podría decir que
es necesario promocionar un producto solo cuando se desea ponerlo en primera
línea, no cuando ya está vendido y además consolidado, televisivamente hablando
(si nos atenemos a las cifras de audiencia que siguen en un buen nivel). Sin
embargo lo primero me parece una justificación, más que una constatación.
De hecho, si
nos vamos a las redes sociales nos encontraremos opiniones en diferente
sentido, que van en la línea de sentirse un poco desplazad@s en cuanto a disfrutar
de las mismas oportunidades que nuestros vecinos mediterráneos. Incluso hemos
llegado al punto de enterarnos de noticias actuales a través de las páginas
italianas. Y no se trata de tener la primicia, es cuestión de facilitar un poco
más el trabajo de los y las administradoras de las páginas.
Antes de
seguir quiero apuntar que es posible que existan diferentes opiniones sobre el
valor de las redes sociales y sus posibilidades finales. Pero creo que son una
importante herramienta para dar publicidad a un producto, además de la
particularidad que a través de este sistema la mano de obra es voluntaria y……
gratuita. Pero que no siempre es considerada en su justa medida.
Y algo más.
Es únicamente
mi opinión, pero solo hay que darse una vuelta por las diferentes páginas
monográficas sobre la telenovela, para constatar el cambio de formato de los
comentarios con respecto a otros tiempos, primando ahora el desconcierto, la
frustación, la crítica y la ironía, más que otra cosa. Claro que entiendo que no se puede generalizar
a partir de esto, porque además hay que ser consciente del efecto multiplicador
que pueden generar algunos comentarios,…. pero cuando se convierte en tendencia
pienso que quizás quiera decir algo.
Por supuesto
también puede influir el cansancio. Seis años es mucho tiempo, algo que en
Italia no ha sucedido en la misma medida, porque el visionado ha ido mucho más
rápido. Pero precisamente esta fidelidad española creo que merecería tener más
recompensa.