5 de abril de 2017

Tres personas, una historia

Es muy posible que me tenga que retractar de este artículo, o en su defecto darme con un canto en los dientes, pero es la sensación que tengo ahora. Y soy consciente que probablemente vaya a ser la nota discordante en el sentir general, pero tengo necesidad de ponerlo en palabras porque pienso que a veces nos dejamos llevar por la corriente, sin valorar todos los pros y contras. Por supuesto, espero que se entienda que esto no es un reproche, porque yo misma no soy ajena a caer en ello más de una vez.
Lo he escrito muchas veces: desconozco cómo funciona la “biblia” de los guionistas y si existen unas pautas prefijadas para desarrollar los personajes y llevar el ritmo de una serie. Pero lo que es palpable es que hemos visto recurrir con frecuencia a los mismos argumentos, porque casi todos los personajes, en algún momento, han tenido su particular bajada a los infiernos. Aunque el peligro que hay en ello es que a veces se ha llegado tan lejos que se acaba instalando una visión difícil de borrar en el futuro.
Cierto que en la telenovela las cosas pueden diferir mucho de la vida real. Un giro de guion puede provocar que situaciones difíciles de perdonar acaben desapareciendo de escena, y pasen directamente al olvido. No suele suceder así en la vida real, aunque es verdad que cada persona también lo lleva a su manera y según sus convicciones. Y lo que para unos o unas es imperdonable, para otros esto será posible.
Pero mi habitual tendencia a irme por los cerros de Úbeda me está haciendo desviar del tema que quería comentar: la historia de Beatriz y Matías, con la tercera en discordia, Marcela.
De entrada ya todo el mundo parece que da por sentado que Marcela quiere engatusar a Matías. Quizás no sea cierto que esté embarazada, o que lo está de otro hombre, y en ambos casos sería igual de reprochable que destrozara la vida de una persona sólo por propios intereses, que no podrían ser otros que garantizarse un futuro medianamente estable y limpiar su reputación. Pero ¿a costa de unirse de por vida a una persona casi desconocida, pensando que en el futuro las cosas pueden ser mejores?
En el supuesto de que exista de verdad el embarazo, también es cierto que uno de adolescente puede llevar a veces a incurrir en situaciones precipitadas, y que una mujer sola, más a tan temprana edad, lo tenía muy complicado para sacar adelante un bebé. Tanto por el estigma que ello suponía, como por la dependencia hacia los hombres en aquellos tiempos. No hay que olvidar que el tema de la liberación de la mujer era entonces una utopía que casi nadie se planteaba. Y que en el caso del hombre, dejar preñada a una mujer tenía un significado muy diferente, aunque también hay que matizar que dependía de la responsabilidad que éste consideraba que tenía que asumir. O no. Y Matías no parece que desee eludirla.
Pero no por todo ello hay que poner únicamente a la chica en la picota. Creo que hay que repartir todas las culpas, y por descontado Matías también tiene su parte.
Dejando aparte la posibilidad de que le estén colocando una paternidad que no existe o no le corresponde, el caso es que si ha estado con la chica en una situación comprometida, y que no se arrepiente de ello (de momento, y al menos esto es lo que dice). Marcela no le ha forzado, y por lo tanto ha sido un acto voluntario para el que no existe ninguna excusa, ni siquiera la de una obnubilación momentánea. Porque de aceptar esto último ya volvemos a poner a Marcela en el punto de mira, deduciendo que ha sido ella la que ha empleado malas artes para llevarlo a esta situación, y exculpando en consecuencia a Matías.
Y no, tampoco me olvido de Beatriz y que ella también ha “colaborado” a que todo se torciera.
Lo cierto es que la chica que vemos ahora no es la misma que al principio. Por supuesto no espero de ella que sea una mujer sumisa y sin voluntad, si no todo lo contrario. Pero el caso es que, básicamente guiada por Lucía, ha dado un cambio radical a su persona (no solo en el aspecto físico) y ha pasado a dar la que considero una imagen de chica consentida y caprichosa, movida por el ego que le proporciona su nuevo aspecto externo, sin reparar que ello la convierte en una persona superficial. Así como está ofreciendo una idea contradictoria del amor que dice que siente por Matías, que parece que va y viene según sopla el viento. No olvidar que cuando se sentía atraída por Ismael bien que dejó claro que sus sentimientos habían cambiado y ya no consideraba a Matías su novio. Ahora no puede victimizarse y pretender que ella es la agraviada, cuando además tampoco ha tenido reparo en jugar con otros y utilizarlos para sus fines, como ella misma se encargó de declarar con respecto a Eusebio.
Así que nadie es inocente en esta historia.
Y aquí entra lo que dije al principio: el riesgo de ir demasiado lejos con las situaciones y después pretender volver al principio.
Por cierto, olvidaba otro aspecto en todo esto: el pulso que se hace visible entre dos mundos, el de una chica rica y otra pobre. Y el hecho de que se pueda generar empatía hacia la más desfavorecida. Pero no es mi caso, o al menos intento no caer en esta trampa. Solo me limito a exponer una opinión sobre los personajes de esta trama.

2 comentarios:

  1. Hola Anna: me gustan mucho tus comentarios sobre la serie y tu punto de vista, con el que coincido en muchas cosas. Yo también creo que no hay culpables en el triángulo Beatriz, Marcela y Matías. No olvidemos que son adolescentes los tres (Beatriz tiene 16 años)....

    Creo que sí está embarazada Marcela, no hay culpables en ésto: sucedió..... está claro que a Marcela le gusta mucho Matías y creyó que él podría enamorarse de ella y eso es imposible forzarlo. Matías no la engañó... Y en cuanto a Beatriz, estoy segura de que está enamorada de Matías pero su juventud hace que no actúe de forma demasiado "lógica". En fin, repito que no hay culpables en mi opinión pero que es una pena cómo se ha complicado todo.

    Lo que creo que ocurrirá es que Marcela acabará perdiendo el bebé (no sé cómo) pero aún así, Matías y sus padres la van a ayudar a escapar de ese padre y esos hermanos que la maltratan y le pagarán ese viaje a Argentina donde podrá rehacer su vida con esos familiares que tiene allí y así, desaparecerá de escena.

    Creo que estoy elucubrando mucho je je je.

    Un saludo.

    Fdo-: Muguet.

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    1. Muchas gracias por comentar.
      Y no te preocupes, elucubra todo lo que creas conveniente y te parezca.
      Mi blog está abierto a todas las opiniones.
      Un abrazo

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