30 de abril de 2017

Estropear un personaje

Podrían decirme aquello de que es una ficción y que por lo tanto pueden darse todas las licencias que se deseen.
Pero creo que como espectadora también tengo derecho a decir que no me parece bien como norma, y ello hablando de los personajes y del momento actual de la telenovela. Por supuesto soy consciente, como he dicho muchas veces, que PV solo es un producto televisivo sin más ánimo que el de ocupar una franja horaria, que presuntamente su único fin es el de entretener, sin ir más allá, por lo que buscarle las vueltas es una tarea bastante inútil. Pero ello no significa que los responsables se puedan ahorrar las críticas, siempre que sean constructivas y razonadas.
Porque con la utilización indiscriminada de este recurso (el de las licencias) puede llegar un momento que, por ejemplo y como está sucediendo, un o unos determinados personajes acaben destrozados sin remisión, y sin que sirva de justificación ni la época, ni el espacio, ni el fin. De hecho incluso se me antoja peligroso para la continuidad del mismo producto televisivo (a los datos de audiencia me remito)
Por supuesto tampoco estoy pidiendo que pongan un psicólogo al lado de los guionistas para evaluar las posibles consecuencias de una trama concreta o de la evolución de un personaje, pero creo que no estaría mal que se hiciera anteriormente una valoración más exhaustiva de lo que se escribe para algunos personajes, porque creo que están perdiendo de vista que la gente aún tiene sentido crítico y no le vale todo (claro que me estoy refiriendo a la telenovela. De otros productos prefiero no opinar). Quizás también haya que diferenciar entre quienes ven ésta sin más y quienes se mueven por las redes sociales, estos últimos mucho más activos desmenuzando las tramas, lo que no quita que sean de alguna manera el altavoz de los sin voz. De hecho es fácil encontrar en estos sitios corrientes de opiniones razonadas y concretas sobre alguno de los temas, adaptadas a lo que es la realidad y sin concesión a las incoherencias.
Creo que para favorecer el dramatismo y la tensión, a veces los responsables del producto quizás llegan demasiado lejos en el intento y después es difícil dar marcha atrás. Como si por el solo hecho de que sea una telenovela se puedan justificar situaciones que en la vida real no tendrían cabida. Pero además parece obviarse algo importante, y es que los espectadores suelen disponer de más información que los mismos personajes, que normalmente quienes siguen la telenovela conocen la situación desde todos los ángulos y pueden tener una idea más exacta de todo. Y, en consecuencia, tener también un criterio basado en hechos contrastados sobre cada personaje. Por lo que un giro de guion inesperado para cambiar una situación y a continuación, como si nada, enviar todo lo sucedido al ostracismo, como si la gente no tuviera memoria o fuera tornadiza, creo que cada vez funciona menos.
Y, una vez bajado a los infiernos a un personaje, entiendo que para much@s es complicado volverlo a mirar con los mismos ojos que antaño. De hecho admito que yo misma soy una de ell@s.
¿O acaso piensan que, por ejemplo, el lavado de cara de Francisca va a servir para cambiar la apreciación sobre ella y sobre lo que ha sido la evolución de este personaje a lo largo de los 6 años de emisión? Puede que se haya suavizado, pero la esencia del personaje sigue intacta aún en la nueva situación. Precisamente porque nadie ha llegado a creer en este cambio forzado (y porque además periódicamente deja asomar la patita).
Aunque ahora mismo la controversia gira básicamente alrededor de los habitantes de Los Manantiales y las tramas que se mueven alrededor de ellos.
Quizás haya que remontarse al inicio para encontrar justificaciones a la actitud que muestran.
El hecho de haber presentado ya de entrada a Hernando y Camila como los protagonistas de una historia de amor y de haber puesto en ello unas altas expectativas, quizás ha hecho dejar arrinconado el hecho que todo empezó de manera poco convencional ya que su unión fue de conveniencia, sin que existieran lazos afectivos entre ellos (por cierto, y salvando las distancias, lo mismo que sucede ahora entre Matías y Marcela, con la diferencia que ellos si se conocían de antes y que ella ama al chico) También que ambos, Hernando y Camila, ya habían tenido anteriormente sus propias historias sentimentales, aunque con muy diferente resultado. Es cierto que la cercanía, el conocerse, ha logrado forjar lazos de amor entre ellos, pero aún unos lazos tan inestables que se tambalean ante la mínima, porque no parece llegado todavía el momento en el que la confianza y la sinceridad se instalen también en su relación de pareja. Por supuesto el recurso fácil de crear una situación en base a una denegación de confianza es algo por lo que han pasado la mayor parte de los personajes en algún momento. Y ellos no tenían por qué ser la excepción, aunque en este caso quizás hayan puesto muy a prueba la tolerancia de los espectadores, ya bastante mermada por la situación general de la telenovela.
Ya no hablo de Beatriz. Por lo mismo que escribía al principio, que conocemos la evolución del personaje desde todos los ángulos, hacerse una composición sobre el mismo en base a ello puede llevar a colocarlo en un lugar no muy halagüeño. Hemos visto sus constantes vaivenes en sus sentimientos, la facilidad con que se deja embaucar por su inmadurez o por su poca personalidad, la poca sensibilidad hacia los sentimientos de los demás colocando primero los suyos, su poca capacidad para aceptar una derrota, su poco creíble reconocimiento de culpabilidad por lo sucedido con Matías, … dan como resultado una imagen de chica caprichosa, consentida, incluso esnob cuando la muestran fiada a su apariencia externa. Que puede que crea que ama a Matías, pero que al mismo tiempo parece considerarlo como de su propiedad, al manifestar casi la certeza de que éste sin ella no es nadie.
Lo siento, pero en mi opinión no han considerado lo suficiente la deriva de este personaje y han llegado demasiado lejos con éste, así como con el de Hernando. No tanto con el de Camila, que a pesar de todo, considero que aún conserva alguna coherencia.
Pero lo que creo que ha acabado por hacer estas tramas más difíciles de tragar ha sido el personaje de Lucía. Lo siento por la actriz, que al fin y al cabo hace su papel, pero pienso que ella sola (el personaje) ha conseguido acelerar la “caída en desgracia” de los que están a su alrededor,….. 

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, con el comentario si quieren seguir con la serie creo que los guionista tienen que ser un poco más coherentes, y darle a la serie un poquito más seriedad, y quitar personajes como Lucia que a mi umilde criterio está demás y que. Ya debería desaparecer, pues se están cargando la idea de aire fresco con la trama de los manantiales. Lástima pues era una trama que engancha o.

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  2. A mí también me pesa enormente cómo se han cargado los personajes de Los Manantiales, especialmente a Hernando: un hombre noble, leal, honesto, cabal.... y de repente, porque su mujer no esté un día, es capaz de cometer una infidelidad con una mujer que utiliza sus "artes" para llevárselo a la cama. No se entiende en un hombre como Hernando que dice por activa y por pasiva que ama con locura a su mujer. Una pena.....

    Saludos,

    MUGUET.

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