Podrían
decirme aquello de que es una ficción y que por lo tanto pueden darse todas las
licencias que se deseen.
Pero creo que
como espectadora también tengo derecho a decir que no me parece bien como norma,
y ello hablando de los personajes y del momento actual de la telenovela. Por
supuesto soy consciente, como he dicho muchas veces, que PV solo es un producto
televisivo sin más ánimo que el de ocupar una franja horaria, que presuntamente
su único fin es el de entretener, sin ir más allá, por lo que buscarle las vueltas
es una tarea bastante inútil. Pero ello no significa que los responsables se
puedan ahorrar las críticas, siempre que sean constructivas y razonadas.
Porque con la
utilización indiscriminada de este recurso (el de las licencias) puede llegar
un momento que, por ejemplo y como está sucediendo, un o unos determinados
personajes acaben destrozados sin remisión, y sin que sirva de justificación ni
la época, ni el espacio, ni el fin. De hecho incluso se me antoja peligroso
para la continuidad del mismo producto televisivo (a los datos de audiencia me remito)
Por supuesto tampoco
estoy pidiendo que pongan un psicólogo al lado de los guionistas para evaluar
las posibles consecuencias de una trama concreta o de la evolución de un
personaje, pero creo que no estaría mal que se hiciera anteriormente una
valoración más exhaustiva de lo que se escribe para algunos personajes, porque
creo que están perdiendo de vista que la gente aún tiene sentido crítico y no le
vale todo (claro que me estoy refiriendo a la telenovela. De otros productos
prefiero no opinar). Quizás también haya que diferenciar entre quienes ven ésta
sin más y quienes se mueven por las redes sociales, estos últimos mucho más
activos desmenuzando las tramas, lo que no quita que sean de alguna manera el
altavoz de los sin voz. De hecho es fácil encontrar en estos sitios corrientes
de opiniones razonadas y concretas sobre alguno de los temas, adaptadas a lo
que es la realidad y sin concesión a las incoherencias.
Creo que para
favorecer el dramatismo y la tensión, a veces los responsables del producto
quizás llegan demasiado lejos en el intento y después es difícil dar marcha
atrás. Como si por el solo hecho de que sea una telenovela se puedan justificar
situaciones que en la vida real no tendrían cabida. Pero además parece obviarse
algo importante, y es que los espectadores suelen disponer de más información
que los mismos personajes, que normalmente quienes siguen la telenovela conocen
la situación desde todos los ángulos y pueden tener una idea más exacta de
todo. Y, en consecuencia, tener también un criterio basado en hechos
contrastados sobre cada personaje. Por lo que un giro de guion inesperado para cambiar
una situación y a continuación, como si nada, enviar todo lo sucedido al ostracismo,
como si la gente no tuviera memoria o fuera tornadiza, creo que cada vez
funciona menos.
Y,
una vez bajado a los infiernos a un personaje, entiendo que para much@s es
complicado volverlo a mirar con los mismos ojos que antaño. De hecho admito que
yo misma soy una de ell@s.
¿O acaso
piensan que, por ejemplo, el lavado de cara de Francisca va a servir para
cambiar la apreciación sobre ella y sobre lo que ha sido la evolución de este
personaje a lo largo de los 6 años de emisión? Puede que se haya suavizado,
pero la esencia del personaje sigue intacta aún en la nueva situación. Precisamente
porque nadie ha llegado a creer en este cambio forzado (y porque además
periódicamente deja asomar la patita).
Aunque ahora
mismo la controversia gira básicamente alrededor de los habitantes de Los
Manantiales y las tramas que se mueven alrededor de ellos.
Quizás haya
que remontarse al inicio para encontrar justificaciones a la actitud que
muestran.
El hecho de
haber presentado ya de entrada a Hernando y Camila como los protagonistas de
una historia de amor y de haber puesto en ello unas altas expectativas, quizás
ha hecho dejar arrinconado el hecho que todo empezó de manera poco convencional
ya que su unión fue de conveniencia, sin que existieran lazos afectivos entre
ellos (por cierto, y salvando las distancias, lo mismo que sucede ahora entre
Matías y Marcela, con la diferencia que ellos si se conocían de antes y que
ella ama al chico) También que ambos, Hernando y Camila, ya habían tenido anteriormente
sus propias historias sentimentales, aunque con muy diferente resultado. Es
cierto que la cercanía, el conocerse, ha logrado forjar lazos de amor entre
ellos, pero aún unos lazos tan inestables que se tambalean ante la mínima, porque no parece llegado todavía el momento en el que la confianza y la sinceridad se instalen
también en su relación de pareja. Por supuesto el recurso fácil de crear una
situación en base a una denegación de confianza es algo por lo que han pasado
la mayor parte de los personajes en algún momento. Y ellos no tenían por qué
ser la excepción, aunque en este caso quizás hayan puesto muy a prueba la
tolerancia de los espectadores, ya bastante mermada por la situación general de
la telenovela.
Ya no hablo
de Beatriz. Por lo mismo que escribía al principio, que conocemos la evolución
del personaje desde todos los ángulos, hacerse una composición sobre el mismo en
base a ello puede llevar a colocarlo en un lugar no muy halagüeño. Hemos visto
sus constantes vaivenes en sus sentimientos, la facilidad con que se deja
embaucar por su inmadurez o por su poca personalidad, la poca sensibilidad
hacia los sentimientos de los demás colocando primero los suyos, su poca
capacidad para aceptar una derrota, su poco creíble reconocimiento de culpabilidad
por lo sucedido con Matías, … dan como resultado una imagen de chica
caprichosa, consentida, incluso esnob cuando la muestran fiada a su apariencia
externa. Que puede que crea que ama a Matías, pero que al mismo tiempo parece considerarlo
como de su propiedad, al manifestar casi la certeza de que éste sin ella no es
nadie.
Lo siento,
pero en mi opinión no han considerado lo suficiente la deriva de este personaje
y han llegado demasiado lejos con éste, así como con el de Hernando. No tanto
con el de Camila, que a pesar de todo, considero que aún conserva alguna coherencia.
Pero lo que creo que ha acabado por hacer estas tramas más difíciles de tragar ha sido
el personaje de Lucía. Lo siento por la actriz, que al fin y al cabo hace su
papel, pero pienso que ella sola (el personaje) ha conseguido acelerar la “caída
en desgracia” de los que están a su alrededor,…..
Totalmente de acuerdo, con el comentario si quieren seguir con la serie creo que los guionista tienen que ser un poco más coherentes, y darle a la serie un poquito más seriedad, y quitar personajes como Lucia que a mi umilde criterio está demás y que. Ya debería desaparecer, pues se están cargando la idea de aire fresco con la trama de los manantiales. Lástima pues era una trama que engancha o.
ResponderEliminarA mí también me pesa enormente cómo se han cargado los personajes de Los Manantiales, especialmente a Hernando: un hombre noble, leal, honesto, cabal.... y de repente, porque su mujer no esté un día, es capaz de cometer una infidelidad con una mujer que utiliza sus "artes" para llevárselo a la cama. No se entiende en un hombre como Hernando que dice por activa y por pasiva que ama con locura a su mujer. Una pena.....
ResponderEliminarSaludos,
MUGUET.