Se ha dicho
muchas veces que El Secreto de Puente Viejo es una telenovela de mujeres. Y
puede que lo sea en el sentido literal del término, porque casi todas las
historias acaban girando alrededor de ellas, pero solo en contadas ocasiones ha
sido para aportar algo de crítica hacia una sociedad profundamente patriarcal
como la de la época, o para poner sobre el tapete y visibilizar situaciones que
existen aún en la actualidad con respecto al género femenino. Y en todo caso si
llega a hacerse no es para lanzar una crítica, sino para utilizarlo como
recurso fácil y no siempre afortunado,….. como ha sucedido últimamente.
De hecho a
medida que ha ido avanzando la telenovela, la imagen de la mujer pienso que incluso
ha ido perdiendo fuerza, y actualmente da la impresión que solo está siendo
utilizada para dar morbo. Por supuesto con ello no pretendo decir que tengan que
cebarse únicamente con los hombres, pero especialmente teniendo en cuenta que
la guionista principal de la telenovela es una mujer, no estaría mal que utilizara
su posición para dar un poco más de relieve a personajes femeninos que podrían
estar mucho más desarrollados,….. sin olvidar la coherencia, por supuesto. No
se trata de sacarse de la manga situaciones nada creíbles como la de una super
Julieta que es capaz de dirigir a obreros para levantar casas y ello sin tener
la más mínima idea del tema, si no de mostrarnos por ejemplo a una Adela con
ideas revolucionarias, capaz de luchar para sacar a las mujeres, a través de la
educación y la cultura, del ostracismo ancestral al que estaban predestinadas.
Volviendo la
vista atrás, y con la excepción de Francisca, que como ejemplo de superación si
sirve pero por lo demás mejor no entrar en consideraciones,…. las mujeres de
Puente Viejo han ido perdiendo carisma. Si, cierto que cada una de ellas también tiene sus particularidades, pero ya no destaca ninguna por nada en concreto que pueda dar realce a las tramas.
Si,
existieron otros tiempos en que no era así.
Por ejemplo, Pepa fue una
revolucionaria que consiguió dejar huella y cambiar algunas mentalidades, Candela
fue un ejemplo de que se puede salir adelante…..pero especialmente pienso en
Aurora, o la doctora Casas, o la doctora Piedad Bravo,….mujeres ficticias pero que
representan a otras que realmente existieron y que se saltaron los
convencionalismos de la época para avanzar en sus carreras, sin renunciar a sus
sueños, ni a su vocación, ni a su independencia, y sin que su estado civil
fuera un problema, ni pensaran que iban a ser menos por no convertirse en
esposas y madres. ¿Que ello no garantiza que fueran felices? ¿Acaso realizarse
en algo que te apasiona no puede llevar a un estado así?
Aunque suene
a incoherente, al haber sido siempre una firme defensora de la pareja Candela y
Severo y de sus preciosas escenas, el caso es que en realidad no soy nada romántica
y quizás si demasiado racional. Y me molestan los estereotipos y que se
considere que las cosas tengan que seguir un cauce establecido porque es lo “normal”.
Y parece que dentro de esta “normalidad” entra que el destino de toda mujer que
se precie pasa por tener una relación y acabe renunciando a tener una vida
propia.
Por supuesto
que entiendo que el Secreto de Puente Viejo es una ficción y que los personajes
están al servicio de guion y no siempre al contrario, que las licencias pueden
estar a la orden del dia y hay que tomarlas como son. Pero ello no significa
que no me crea con derecho a criticarlas cuando lo considere oportuno.
Creo que las
cosas se podrían hacer de otra manera. De hecho en otra cadena están poniendo “La
otra mirada”, y realmente es lo que dice el título. Porque, siendo de la misma
época que Puente Viejo, la situación es totalmente diferente. Existe por
supuesto el patriarcado como fiel reflejo de la época, pero hasta aquí las
semejanzas. Sin anular el papel de los personajes masculinos, cosa que jamás
pretendería que sucediera, se da un amplio abanico del género femenino, pero haciendo
especial hincapié en el tema de que las chicas y mujeres piensen por sí mismas
y sepan hacer frente a la vida por sus propios medios, no porque la sociedad se
lo imponga o porque las normas sociales lo establezcan.
Es cierto que
de alguna manera la rebeldía de Julieta se encuadraría en esto, aunque después
el personaje haya acabado perdiéndose en otros aspectos. Y lo que estoy demandando
es personajes de mujeres que sean líderes, mujeres cultas que despierten
conciencias abriendo las mentes a otros mundos, que trabajen por la igualdad y
no solo para llenar las escenas. Vamos, como el personaje de Adela en sus
primeros tiempos.
Por supuesto
respeto a quien piense que las cosas han de seguir el curso que se considera
establecido, que esto es lo que se espera de una telenovela (culebrón) y quizás sea pedir demasiado que se considere la posibilidad de llegar un poco más lejos y escribir cosas más reales. Porque que casi todo acabe llegando a lo mismo, una relación romántica, no veo que suponga una gran expectativa, ...si no que es más de lo mismo.
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