Admito que, a
pesar de todo, sigo viendo la telenovela. Eso sí, en diferido y sin las
expectativas que albergaba en otros tiempos, en los que esperaba impaciente el
siguiente capítulo. Ahora solo se trata de fidelidad a un/os determinados
actores que no tienen la culpa de la deriva de las tramas, así como por la
responsabilidad adquirida (de manera voluntaria) hacia mis páginas. Vale, que
también suena a excusa, pero no lo es. Y lo saben quiénes siguen este blog o
las páginas, en las que en los últimos tiempos no me he privado de dejar
patentes mis críticas sobre el desarrollo actual de la telenovela, que en mi
opinión ha perdido credibilidad. Aunque también es cierto que ello no se
refleja demasiado en una audiencia fluctuante, que una semana está al alza y a
la siguiente experimenta un bajón, sin nada que lo justifique.
A menos que
nos tomen el pelo con estos datos, lo siguiente me dice que es la gente la que
no dice la verdad y, a pesar de afirmar lo contrario, siguen pegados a la
telenovela. Aunque por supuesto no voy a ser yo quién lo censure, porque
respeto profundamente el derecho a decidir de cada persona y los motivos que le
lleven a ello, así como no puedo dejar de pensar que detrás de este producto
está el pan de muchas personas, entre equipo técnico y los profesionales de la
escena.
Sin embargo
esto por sí solo no es motivo para tragar sin rechistar con lo que nos echen. En
mi opinión la telenovela ha perdido la calidad de otros tiempos (por supuesto
me refiero al desarrollo de la misma, no a los actores y actrices, que son unos
grandes profesionales). Ahora no es más que un culebrón, sin tramas
consistentes, ni novedosas, basando únicamente los guiones en el drama y en
cuanto más morbo mejor, además de echar mano de situaciones que escapan a toda lógica
y que en la vida real serían cuando menos incomprensibles.
Por supuesto
mi opinión es solo una gota en un inmenso mar, y no creo que vaya a contar para
nada, pero pienso que el refrán de “renovarse o morir” iría muy bien a este
producto….a menos que la deriva de las tramas sea intencionada y se trate de ir
dejándolo caer hasta que esto sirva como excusa para terminarlo.
Cierto que no
hace mucho parece que llegaron a la conclusión que, en vez de renovar, lo que
necesitaba la serie era volver a los orígenes,… aunque el resultado final que
se ha visto parece más bien un intento de remake de tramas anteriores (eso sí,
convenientemente maquilladas), que otra cosa, además de concentrar el
protagonismo en unos pocos (poca, para ser más exacta). Si, los seguidores se
quejaban de que la telenovela había perdido su esencia, pero me da la impresión
que, de ser este el motivo de un presunto cambio, se lo tomaron de manera muy literal…..y
no creo que esto fuera lo que se demandaba.
De todas
maneras no creo que la telenovela al principio tuviera el aspecto que tiene
ahora, con un drama continuado y sin apenas respiro a los personajes. Y
considero que estaría bien algo más coral, en lo que tuviera cabida un poco de
todo y no solo sufrimientos al por mayor. Tampoco pretendidas tramas románticas
que, o bien acaban mal, o conllevan meses de sufrimiento, o en el mejor de los
casos acaban convirtiendo a la pareja en un par de personajes aburridos. Una
situación (esta última) de la que solo se han salvado ejemplos puntuales. De
hecho pienso que una trama romántica por si misma ya no supone nada, solo me
parece una manera de acabar colocando a un par de personajes. Solo hay que ver
el ejemplo de Carmelo, al que le metieron a toda prisa una relación, sin
reparar en la incoherencia que suponía que le emparejaran con la viuda del
hombre al que había asesinado,…. y después él y Adela se han convertido en una
pareja tan normal que ni siquiera tienen momentos románticos. De hecho los dos personajes
por separado tienen mucha más visibilidad,…..incluso Carmelo, que llegó como el
compañero y una especie de “secretario” de Severo, ha acabado teniendo más
protagonismo que éste (a lo cual, por supuesto, no puedo poner ninguna
objeción, porque Raúl Peña es un estupendo actor, infravalorado hasta ahora por
los guiones)
Ya lo he
dicho en otras ocasiones: creo que a la telenovela no le vendría mal algo
diferente, tramas con algo más que lo que hemos visto hasta ahora. Claro que
debe estar casi todo inventado, pero seguro que todavía existe algún argumento que,
sin significar drama, ni violencia, podría aportar algo de novedad. ¿Qué tal,
por ejemplo, si Severo se decide a intentar recuperar lo que es suyo?
Por cierto,
aprovecho para seguir este hilo y significar que al igual que a otros
personajes, a éste le están desvirtuando el carácter, convirtiendo ahora al
hombre que llegó dispuesto a todo, en alguien inseguro y acomodado a la
situación actual. También alguien instalado en una permanente sensación de
culpa mezclada con sentimientos contrapuestos que mudan como una camisa, que parece
creer que debe llevar el peso del mundo a sus espaldas. También alguien que se
guía más por impulsos que por la razón,… algo que afortunadamente consigue
frenar casi siempre su amigo Carmelo. Por lo que creo que meterle en una nueva
relación no significa que vaya a cambiar nada, al contrario lo va a
“normalizar” aún más. Y en consecuencia, mucho me temo, invisibilizar también.
Porque ¿en
serio alguien cree que una nueva trama supuestamente romántica puede despertar
algún interés, o arreglar algo?
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