5 de mayo de 2016

Miedo, temor,...¿.o sentido de la responsabilidad?

 “El miedo es el camino hacia el lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Percibo mucho miedo en ti”
-Yoda a Anakin Skywalker (Star Wars)
Pero ¿es miedo o temor lo que atenaza a Severo? ¿Qué diferencia hay entre un sentimiento y otro? ¿O acaso la línea es tan fina que es difícil diferenciarlo?
La definición de miedo es la del sentimiento que experimenta alguien ante la posibilidad de que le suceda algo contrario a lo que desea. La del temor es la de huir o evitar situaciones de peligro imaginario. Pero ambos sentimientos pueden hacer que una persona se quede quieta, ambos hacen dudar, por lo que es difícil establecer cuando el temor se convierte en miedo, o al contrario.
Lo que es claro es que Severo no es un hombre cobarde, sino que es una persona que ha sabido hacerle frente a la vida con determinación y coraje. Y que no se amilana fácilmente, aunque también es cierto que el poder puede ayudar en ocasiones y en ciertos casos. Pero ni siquiera él, con todo lo que tiene al alcance, puede controlarlo todo.
Y ahora Severo tiene mucho que perder, y no es un tema económico. Sabemos que el dinero para él solo ha sido un fin, no una ambición. Y si bien es cierto que el tener posibles le ha permitido lo que más deseaba en este mundo, que era reencontrarse con su hermana, ahora también es su talón de Aquiles al ponerlo en el punto de mira de los que odian a las élites. No importa que sea justo con sus subordinados, ni su generosidad, ni que sea una persona sin ínfulas, ni que su familia también tenga estas mismas cualidades: para los extremistas es un hombre rico y poderoso, y esto es suficiente para ser odiados.
Pero aún a pesar de que Severo ya ha asumido esto último, es mucho más difícil, por no decir insoportable, hacerlo del hecho de que ello le está poniendo en peligro no solo a él, sino principalmente a toda su familia. Algo que es claro que a casi todo el mundo (y ahora me refiero a la vida real) llevaría a mal traer, y que podría impulsar a tomar decisiones parecidas y extremas. Sean erróneas o no.
Tampoco hay que olvidar que, en el caso concreto de Severo, ha adolecido buena parte de su vida del calor de una familia, y que es ahora cuando puede disfrutarla. Tiene una esposa a la que le une un amor tierno y profundo, una hermana a la que adora, un cuñado con el que le une una muy buena relación y el compañero, casi hermano, que ha sido durante años su mejor apoyo para salir adelante y llegar a donde está. Es fácil entender que el solo pensamiento de que alguno de ellos pueda sufrir algún percance, debe ser insoportable.  
Y es evidente que le importa mucho el hecho de salvaguardar a todos los suyos, por lo que entra dentro de lo comprensible que no dude demasiado en tragarse su orgullo para hacer lo que crea conveniente por ellos. Es su responsabilidad, y a ello se aferra. Y si para conseguir su propósito ha de pactar con el diablo no parece que esto vaya a detenerle.
Sin embargo cuando este diablo tiene además forma de una mujer concreta, las cosas adquieren otra dimensión. Aunque siempre visto desde la óptica de los demás, incluid@s los espectadores. Porque en su determinación está permitiendo que Francisca le manipule. De manera sutil, pero implacable, como es ella. Haciendo al mismo tiempo que Severo dé la imagen de bobo, ingenuo o cualquier otra cosa peor, y con el agravante de que sabe cómo las gasta la doña, de que no puede confiar en ella. Encima aliarse con ella le lleva a enfrentarse con toda su familia, y probablemente en el futuro a Hernando Doscasas, porque es claro que este es el objetivo de Francisca. Y por encima de todo, olvidando que uno de los motivos que le llevaron a PV fue precisamente resarcirse de todo lo que ésta le había hecho pasar a él y a su familia, y que parece haber quedado en segundo plano. ¿Por qué? ¿Por intereses de la producción del programa, para dar entrada a otros, por agotamiento de ideas,….?
Y aquí llega además una protesta, de la que me hago eco, pues no es sólo mía. Demasiadas veces hemos visto como para dar protagonismo a uno o una se hunde en el fango a alguien más. Ahora le toca otra vez a Severo (y ya van…) Y creo que ya no es cansancio sino que llega mucho más lejos, que Francisca sea de las que invariablemente suela llevarse el gato al agua. Nadie, ni siquiera ella o alguien como ella, puede ganar siempre.
Y van a conseguir que la gente huya por agotamiento.   

(Por cierto: acabo de ver las audiencias del miércoles. Creo que si no se ponen las pilas todo esto va a tener pronto fecha de caducidad. Lo cual, ya lo digo, voy a lamentar profundamente). 

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