Calculando así por encima, aunque de
manera un tanto optimista y en base a los resultados de las recientes elecciones
municipales de PV, la población total de este pueblo debe rondar alrededor de
los 800-900 habitantes. Pero lo que a priori podría parecer un sitio tranquilo,
unido a que es lugar de paso alejado de los grandes núcleos de población, en realidad
ha acabado siendo algo parecido al salvaje oeste, un lugar donde el índice de incursiones
dolosas de gente de mal vivir no parece tener fin. Y para mayor regodeo, lo más
habitual es que encima cada personaje nuevo traiga detrás de sí alguien de este
calibre.
Evidentemente entiendo que es una situación
alejada de la realidad y motivada por los intereses de la serie, que necesita
que sucedan cosas para seguir estando en el candelero. Pero pienso que ya se está
abusando de algunos temas, y no lo digo en plan de censura por el tema en
concreto (aunque en realidad algo hay de ello), sino por la reiteración, y
también porque parece circunscribirse a un género determinado.
No me voy a poner a enumerar los casos
de desquiciamiento, locura, desvaríos y trastornos psicológicos varios que han
jalonado durante cuatro años esta serie, porque seguro que me iba a dejar
algunos. Pero lo que sí da la sensación de ser un denominador común que esto, además
de suceder con una frecuencia que destroza cualquier estadística, afecte
mayoritariamente a mujeres, mientras que en los hombres que se han puesto en el
lado oscuro la apuesta es por lo malvado y retorcido. Que evidentemente también
puede ser un factor de locura, y en esto
no se distinguen hombres y mujeres, cuando se trata de personas que presentan
una baja respuesta a las amenazas, son fríos, su agresividad no tiene límites y
solo valoran las posibles consecuencias positivas de sus actos, por muy maquiavélicos que sean.
Son personas sin empatía, que además no aprenden de los castigos y errores, y
no sienten la necesidad de modificar su conducta, malvados por naturaleza o por
las circunstancias (algo que, por supuesto, no puede admitir jamás ninguna justificación).
Ahora llega Berta. Pero en el caso de
ésta, además de interrogantes creo que hay que añadir otras cosas.
Y la primera cosa es: o Bosco es gafe
(de hecho parece llevarlo impreso desde su mismo nacimiento), o han decidido
ensañarse con él. En principio parecía que la última idea era la de darle al
fin la tranquilidad afectiva, después de una primera mujer desquiciada (por
cierto, creo que perdieron la oportunidad con Aida Flix, que seguro hubiera
dado mejores resultados escénicos que la equivocada apuesta por Fariba),
después se cargan en pocos meses a su segunda mujer, y cuando parecía que
podría llegarle la estabilidad y recomponer su vida sentimental, le “colocan” a
otra mujer con problemas psicológicos. Sin contar que el chico está bajo la
égida de otra mujer no menos retorcida, que le manipula a voluntad para sus propios fines.
Lo cierto es que me cuesta entender que
es lo que se proponen con esta trama. Evidentemente uno de los fines es
devolver a Bosco a La Casona para dar visibilidad a Francisca, aunque con ello lo
único que consiguen es hundir la poca credibilidad del chico. Pero aún es mayor
el interrogante sobre Berta y su papel final en esta historia, que espero que
no sea sólo el anteriormente mencionado. Sería un total sinsentido levantar
expectativas para después volver al punto de partida, ya que creo que ello
además iba a significar el final del personaje de Bosco.
¿O es esto lo que se pretende?
Ciertamente desde su aparición en la serie el personaje de Bosco no ha logrado convencer; al principio podría tener como explicación a su comportamiento sumiso y entregado a Doña Francisca el hecho de que fuese ella quien le diese la oportunidad de tener la vida que hasta entonces no había conocido. Pero tras los acontecimientos posteriores, fundamentalmente, saber que lo había estado utilizando para hacer daño a sus hermanos, carece de sentido su actitud. Ya vimos como reaccionaron en su momento, el propio Tristán, Gonzalo, Aurora e incluso María a quien podría encontrarse cierto paralelismo con la situación de Bosco.
ResponderEliminarDesde luego, los guionistas están haciendo flaco favor a un personaje al que se presentó como el principal protagonista tras la marcha de Gonzalo, María y Aurora y que aparece desdibujado y carente de toda pujanza.
También resulta ya cansino, por exceso de repetición, el tema locura en las mujeres. Tienes razón al decir que Bosco parece gafe porque parece excesivo que ya sean dos desequilibradas las mujeres que se cruzan en su vida.
Gracias por tu comentario.
EliminarY comparto lo de cansino, porque poco puede generar expectativas una trama que reconoces enseguida como ya vista anteriormente.
Un abrazo