Primera
premisa que creo que hay que valorar: un hombre puede ser amigo de una mujer
sin que ello presuponga que existan, o vayan a existir en el futuro, segundas
intenciones.
Segunda
premisa: una mujer puede acercarse a un hombre y establecer vínculos de amistad
con él sin que ello signifique que busque su cercanía para algo más.
Y también puede que me esté equivocando, y que la
intención de los guionistas con la trama de Emilia y César acabe convertida en
otro desaguisado. Evidentemente existe el peligro de que el roce lleve a algo
más. Pero, de momento, les doy un voto de confianza a ambos, primero porque
César, a pesar de que en apariencia puede ser un tercero en discordia, el caso
es que me cae bien, y ahora mismo (y mientras no se demuestre lo contrario) no
lo veo como alguien que pretenda aprovecharse de la debilidad de otros. Segundo
porque considero al personaje de Emilia como alguien con la cabeza bien
asentada y, aunque independiente y poco dispuesta a dejar que la coaccionen los
convencionalismos, tampoco la veo como para liarse la manta a la cabeza y hacer lo mismo que la ha
llevado a apartar a Alfonso de su lado.
Pero especialmente porque tapar un despropósito con otro
significaría, en mi opinión, un enorme error de cálculo.
Lo cierto es que en los malos momentos un hombro sobre
el que apoyarse creo que puede ser una buena cosa. Otro tema es quien es el
escogido para ello, que normalmente suele ser alguien de entera confianza, ya
que sincerarse, dejando los sentimientos al descubierto, no es fácil sin tener
la absoluta seguridad de que el interlocutor sabrá escuchar, aconsejar y
comprender. Sin embargo Emilia ha optado por un hasta hace poco desconocido, y
encima hombre, lo que es algo cuando menos sorprendente, teniendo como tiene a
gente con la que podría desahogarse, como su propio padre. Pero también es
cierto que casi todos los que conforman su círculo más cercano tienen vínculos
con Alfonso, y quizás esto la haya llevado a sincerarse con alguien que puede
mirarlo con más perspectiva. O simplemente porque enseguida se ha establecido
entre ella y César un feeling especial, que no hay que confundir con otros
sentimientos.