18 de abril de 2018

¿Serie dramática o serie de dramas?

A raíz de un comentario leído en una de las páginas de Facebook, quisiera aportar mi opinión.
Se dice en el mismo que El Secreto de Puente Viejo se vendió como una serie dramática y que por ello nadie se puede quejar por las tramas. Pienso que esto no es exacto, y que más bien se presentó como un producto que pretendía sacar el máximo partido a las premisas de la literatura romántica, con sus amores imposibles, venganzas, traiciones…y secretos inconfesables (o al menos así se describe en la página de la productora)  Y sí, todo empezó con una situación dramática, pero que enseguida se vio rodeada de otras tramas que abarcaban aspectos que no entraban plenamente en esta consideración. Por lo que creo que hablar de serie dramática no está ajustado a la realidad, a menos que se entienda por el abusivo uso de este recurso en su sentido más literal, y además de manera extendida.
Dando un rápido repaso a la información que se encuentra en internet, se desprende que dentro de esta clasificación entran sub-géneros como la comedia, la tragedia, el melodrama y lo que se concibe con finalidad didáctica. Y se puede llegar a la conclusión que en Puente Viejo se ha hecho una amalgama de todo ello (excepto lo de didáctico. Porque aun con el hecho de que en ocasiones también hagan incursiones en la historia y traigan temas curiosos, por lo demás la telenovela no aporta nada de positivo,… y menos de instructivo).
Entiendo que aun aceptando que ha de existir una parte relacionada con el sufrimiento, todo el resto de lo que configura la telenovela no tiene por que pasar por lo mismo, si no que tendría que estar rodeado de otras historias que, además de poner un contrapunto de luz y color a las tramas, reflejen todo el amplio espectro de una sociedad. Historias de amor, de cotidianidad, de ilusiones, deseos o momentos felices, de risas y llantos, de llegadas y despedidas no necesariamente traumáticas…….
Nada de ello existe ahora en Puente Viejo, solo desgracias generalizadas de las que no se ve salida inmediata, ni parcial, ni totalmente.
¿Qué lo hemos estado viendo durante siete años y ahora la gente se queja? Creo que quejas ha habido siempre, pero en este momento quizás es cierto que existen en mayor número. Y por ello habría que preguntarse si no será el abuso de tanto drama el causante de que la gente empiece a estar cansada de ver que siempre que se acaba acudiendo a este recurso. Después lo que se me ocurre es que aquello que se dice de que “como está montado así, pues hay que resignarse a que nada cambie”, sea para algunos el argumento para que la telenovela siga sin modificar el rumbo. Pero esto me parece una simplicidad, porque indicaría que somos como un rebaño que se deja conducir a donde quieren los mandamases. Y esto ya no es así para todo el mundo, porque también hay algo que se llama criterio.

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