Aunque no en
la medida que habría hecho falta, ni con la insistencia suficiente, se pedía una
trama consistente para el personaje de Nicolás. Y finalmente llegó, aunque
probablemente no como la mayoría esperaba. Porque no ha sido con un argumento
romántico, sino con algo tan diferente como darle protagonismo a través de otra
faceta como la de un profesional que hace su trabajo con dedicación y talento.
Un trabajo, por cierto, que a lo largo de la telenovela ha tenido
representantes más bien deplorables, por poco capaces o por ser precisamente
capaces…..pero de dejarse comprar o manipular. Y que ha dejado la profesión ciertamente
minusvalorada…..hasta que ha llegado Nicolás.
Pero esta
introducción no es exactamente sobre un trabajo bien hecho, si no sobre el tema del
argumento romántico para las telenovelas.
No es que yo sea
precisamente de esta cuerda, pero creo que un toque de romanticismo (y con ello
me refiero a algo con más de dos capítulos de recorrido) no le vendría mal a la
telenovela. Claro que en un producto de este tipo tiene que haber un poco de
todo, pero considero que tendría que existir un equilibrio entre tramas duras y
más amables. Porque solo los Mirañar con sus extravagancias (que no siempre son
tragables) rompen un esquema general en el que ahora mismo los dramas incluso
se cabalgan unos con otros, dibujando un panorama bastante desolador.
Claro que también
me pueden decir que en la vida real las situaciones duras superan a las demás y
que la existencia de las personas no se caracteriza precisamente por ser siempre
un camino de rosas, que en algún momento a todo el mundo le sucede algo malo o
problemático. Y que también hay personas afortunadas y otras a las que persigue
la mala suerte.
Pero estoy
hablando de una ficción, de unas situaciones que provocan los responsables del
producto y que pueden manejar a su antojo.
Hubo un
tiempo en que en la telenovela existieron bonitas historias, entrelazadas por
supuesto con tramas duras. Historias que llegaron incluso a mitificar
el amor romántico, pero creíbles al fin y al cabo. Historias que ahora no se
dan más que ocasionalmente, pero con personajes que ya no necesitan luchar por
su relación. Y considero que en la lucha por el amor está buena parte del
interés, aunque también, una vez logrado, haya que seguir abonando esto en el día
a día, con escenas como las que nos han brindado alguno de los protagonistas
que han pasado en este tiempo: Tristán con Pepa o Candela, Soledad y Juan, María
y Martín, Severo y Candela, Hernando y Camila,…….y tantos otros que ya han
desaparecido, pero que no se olvidan.
Por supuesto tampoco
estoy pidiendo tramas edulcoradas, sino algo más amable en el despropósito que
se ha convertido la telenovela.
Y aquí llego
a donde pretendía, aunque admito que lo que sigue podría parecer que entra en
contradicción con todo lo anterior. Pero es algo que también quería trasladar
al comentario.
Si bien he
hablado del romanticismo, creo que también es posible otra línea de actuación.
Aunque parece que las dos cosas tienen que estar ligadas para que un personaje
tenga visibilidad. De hecho Nicolás ha pasado bastante desapercibido desde la
desaparición de Mariana, y considero que existe la idea generalizada que solo a
través de una relación puede volver a estar en primer plano. Pero ahora se ha
demostrado que no tiene que ser precisamente así, que puede tener trama por sí
solo.
Otro tanto
sucede con Severo, sobre el que ya han empezado las especulaciones sobre un
nuevo emparejamiento, cuando Candela aún está tan reciente en el recuerdo. Pero
así como Nicolás puede volar por sí solo, sin pareja, creo que también Severo.
De hecho es el único enemigo con un cierto poder que le queda a Francisca, y
esta es una línea que se podría retomar y dar mucho juego. No olvidemos que la doña le ha
arrebatado sus posesiones, que es el germen de casi todo lo que le ha pasado a él
y a su familia, y que, aun teniendo claro que la venganza es mala consejera,
Severo tiene derecho a recuperar lo que es suyo.
Y una cosa
más al respecto de estos dos hombres. Aún con el riesgo de parecer clasista,
considero que Fe, un personaje sobre el que se han hecho conjeturas ante la
posibilidad de emparejarla con alguno de los dos, no encaja en absoluto con ninguno
de ellos. De hecho ahora mismo no puedo ni imaginarme como podría llegar a ser
posible, porque considero que Severo y Nicolás encarnan a dos tipos de personaje
muy diferenciado de lo que es el de Fe.
Y no sigo,
porque creo que acabaría metiéndome en un charco………………….primero porque aún tengo mis
dudas sobre el destino de la relación entre Fe y Mauricio, y después porque intentando evitarlo, podría acabar siendo realmente clasista en mis opiniones al
respecto de todo esto.
Y ello siendo
consciente en todo momento, que quizás estoy poniendo la venda antes de la
herida!!
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