26 de febrero de 2018

No es una buena mujer


No, Irene no es una buena mujer.
Nadie puede ser calificado de este modo cuando retiene a un niño que no es suyo, al que además sabe que su padre anda buscando desesperadamente. Y no hay que olvidar que ahora también conoce la historia de éste, y sabe lo que está sufriendo.
Evidentemente desconozco los argumentos que pueden llegar a utilizarse para exculparla o justificarla, si en el futuro pretenden que sea así,… pero técnicamente ahora es una secuestradora, cuando el niño ha sido arrancado a  la fuerza de su familia. Y no hay que olvidar que existe una denuncia, por lo que Irene puede llegar a dar con sus huesos en la cárcel.
Claro que aún habrá quien siga dudando que el niño sea Carmelito, después de que, según los avances, Irene presente documentación que la acredita como madre del pequeño. No sabemos si adoptiva (cosa bastante improbable, pues no se le conoce marido y una mujer sola en 1925 no creo que pudiera llegar tan lejos), o si pretende haberlo parido. Pero el hecho es que una documentación también puede ser falsificada (o sino que se lo pregunten a la Paca, que aún no sabemos si está detrás de todo o no)
Por cierto, el argumento de que podría estar valorando sobre si Severo es válido como padre para entregarle al niño, también es algo insostenible. Nadie, excepto una autoridad y solo en el caso de que existieran dudas sobre la capacidad de Severo para cuidar a un niño (cosa que no sucede), puede decidir sobre este particular. Menos cuando ha quedado claro que éste nunca ha abandonado la búsqueda de su hijo, y que antes de que esto sucediera había dado muestras sobradas de ser un buen padre.
Así que es difícil sacar el intríngulis, después de la sarta de embustes que se le van descubriendo a la que se ha hecho pasar por periodista, pero que ya sabemos que no lo es. Y si es cierto que perdió un hijo, esto empieza a parecerse a lo que hemos visto cantidad de veces en las películas, reflejo también de lo que puede suceder en la vida real.
Mi opinión es que Irene tiene un problema, y no solo legal. Y es el de una mujer que siente la necesidad de ser madre y que no puede serlo por sus propias capacidades. Además el hecho de que lo que parece algo de conciencia le haya empujado a intentar saber más de la familia del niño, y aun así opte por seguir con su mentira, agrava más el panorama, pues demuestra que solo piensa en ella y no en el niño, que sus sentimientos y deseos pasan por encima de todo y de todos.
Claro que hacer estas conjeturas sobre este personaje, y aún más sobre el futuro, es algo atrevido. Lo único que sé es que ahora mismo se trata de alguien que está haciendo daño a Severo conscientemente, cuando parecía que ya era imposible que éste pudiera soportar más sufrimientos, cuando el ensañamiento parecía que había llegado al límite. Pero parece que siempre es posible ir más lejos.
Y también sé que esto es difícil de perdonar nunca, cuando además existe la aparente intención de Irene de arrebatar un niño a su verdadera familia. Así que las conjeturas sobre una posible relación romántica con Severo, considero que se alejan cada vez más, algo que admito que celebro. Por supuesto Severo tiene derecho a rehacer su vida, aunque tampoco entenderé nunca que estorbo hacía Candela en las tramas. Y menos entenderé que el papel de Severo tenga que incluir una relación amorosa, sin pasar antes un tiempo prudencial. No sería nada creíble que perdonara a Irene,.... aunque después de ver como esto sucede una y otra vez en la telenovela (aquello de “pelillos a la mar”), ya todo es posible.

25 de febrero de 2018

El aniversario del Secreto de Puente Viejo


He de puntualizar antes de nada que no pretendo ser la portavoz de nadie y que esta reflexión es a título particular, sin que nada me empuje a hacerla más que el deseo de poner en palabras algo que creo que por justicia hay que hacer patente. Asumiendo eso sí, que este comentario incluso puede ser malinterpretado,…. lo cual no me ha de impedir hacerlo.
En estos días que se ha celebrado el 7º aniversario de la telenovela, hemos visto desfilar en las redes a casi todos los actores que están o han estado en Puente Viejo. Y hemos visto como la mayoría se felicitaban de haber participado en este producto, lo cual es muy lícito y normal. También hemos visto quién agradecía a los actores y actrices estos años, o quien lo hacía a los guionistas por haber creado estas historias, incluso hemos visto quién lo extendía al equipo técnico,….y, por supuesto, el mayor agradecimiento ha sido para los seguidores y seguidoras. Porque es evidente que por mucho que todos, actores, guionistas o técnicos pongan su empeño, un producto no funciona si no cuenta con el apoyo del público.
Pero hay algo que he echado en falta y de lo que sólo Sandra Cervera y Fernando Coronado han hecho una ligera alusión.
Por descontado quién marca el seguimiento de la telenovela son las audiencias, pero también existe otra parte: la presencia de la misma en las redes sociales. A las que no se puede negar su influencia, cuando precisamente este es el medio utilizado para hacer llegar todos estos mensajes.  Y ello a pesar de que probablemente los que las utilizan para hablar de la telenovela aún siguen suponiendo un porcentaje ínfimo de la masa de seguidores de Puente Viejo.
Son páginas y páginas en Instagram, Facebook, Twitter,…. casi todas ellas llevadas altruistamente y voluntariamente per personas que emplean tiempo y esfuerzo en mantenerlas activas y actualizadas, y cuya única pretensión es ofrecer un espacio a las personas que desean dar su opinión sobre lo que se cuece en las tramas. Por descontado, sin esperar agradecimiento por ello. Al contrario y por propia experiencia, tengo que decir que poder contar con la participación de la gente, bien sea con comentarios o con un simple MG, es una gran recompensa. Ya no hablo de cuando entre estas personas que se acercan a las páginas te encuentras con alguien relacionado directamente con la telenovela, que incluso ocasionalmente deja algún comentario. O cuando entre estos últimos, también existan los que van más lejos y hacen llegar su agradecimiento personal a l@s administradores de la/s páginas, lo que supone un aliciente añadido para seguir al pie del cañón. En mi caso concreto tengo que hacer especial mención a Chico García, Aida de la Cruz y Ángel de Miguel, tres personas encantadoras dentro y fuera de las pantallas.  
Y llego al meollo de la cuestión, a lo que realmente quería decir con esta larga introducción. Porque, aunque sea rizar el rizo, admito que en estos mensajes a los que aludía al principio, he echado en falta un reconocimiento más explícito hacia este sector de seguidores más involucrados, a pesar de que como he dicho anteriormente. ello puede ser interpretado como un intento de barrer para casa. Sin embargo y también como he dicho antes, no es esta mi intención.  
Es evidente que las redes sociales también hacen su papel, pues a través  de ellas se puede pulsar el sentir general. Y ello sin olvidar la publicidad gratuita que suponen.
Así que rompo una lanza por toda esta gente que día a día, lidian con el desánimo, la intolerancia de algun@s, las incongruencias, las pocas facilidades, las decepciones, los giros inesperados de guión, las despedidas inexplicables y dolorosas de personajes, el drama continuado,……..pero buscando sacar de cada capítulo lo mejor, más interesante, lo más relevante o lo más criticable y, en la medida de sus posibilidades y medios, seguir con ello manteniendo en el candelero un producto que, a pesar de todo, consigue aún despertar pasiones (cada vez menos, eso sí)
Por cierto, aprovecho para extender mi reconocimiento a otro colectivo: el de los extras. Personas de las que desconocemos el nombre, pero cuyas caras nos son casi tan familiares como los de los actores y actrices de la serie. Para ellos otra lanza a romper.

13 de febrero de 2018

Llega una periodista a Puente Viejo


Todavía intento entender que estorbo hacía Candela en las tramas, por qué se consideró que su personaje había terminado su recorrido cuando hay tantos otros en una situación tanto o aún más invisible que en la que estaba ésta.
Claro que evidentemente desconozco, como casi todo el mundo (excepto los interesados), los motivos reales de esta despedida,…..así que, sin solución de cambio, quizás lo mejor sea pasar página. Pero aun así quería hacer otro ejercicio de reflexión sobre esto y lo que puede deparar en el futuro.
Considero que la trama del secuestro de Carmelito y la estancia en prisión de Severo, no demandaba necesariamente la desaparición de Candela. Al contrario, y al estilo de Pepa, también Candela como madre coraje se podía haber lanzado a los caminos en busca de su hijo, o luchar por la libertad de su esposo de todas las maneras posibles. Claro que sería repetir tramas, pero ¿acaso esto sería algo nuevo, cuando lo hacen continuamente? Y si de lo que se trataba (y trata) es de incidir en el drama ¿qué mejor manera que teniendo Candela a su marido en prisión y en riesgo de ser ejecutado? (claro que también sería otra trama que se hubiera repetido. Y en más de una ocasión)
Pero mejor olvidar lo que pudo ser… y no fue.
Ahora llega a Puente Viejo un nuevo personaje: una periodista que supuestamente va a ser importante en la vida de Severo. Evidentemente en este momento parece un tema profesional, pero es inevitable pensar que no se va a quedar ahí.
Y claro que la prioridad es ahora Carmelito, pero después es cuando surge la pregunta: una vez que Severo recupere a su hijo (algo de lo que nadie parece dudar) ¿qué va a pasar con este nuevo personaje? Si el tema es que Severo tenga una relación sentimental ¿era necesario deshacerse de Candela?
Sí, claro que es poner la venda antes que la herida. Y quizás los tiros no vayan por ahí y nos sorprendan, porque además ¿no sería algo sin sentido que apartaran a una para poner a otra? Y ello sin casi solución de continuidad, y sin dar un tiempo prudencial al duelo.
Por otra parte, y sin pretender hacer de guionista, ¿es absolutamente necesario que un personaje tenga visibilidad a través de una trama sentimental? ¿Acaso lo ha sido para Nicolás? ¿No se aperciben que, aparte de tener en esta trama a uno de los mejores actores de la telenovela, con el personaje de Severo también tienen en sus manos otro potencial que no parece ser tenido en cuenta? Claro que no es incompatible tener una relación amorosa con otros temas, pero considero que jamás han desarrollado lo suficiente la posibilidad de que este personaje sea el contrapunto efectivo a Francisca. ¿Una lucha de poderes no sería interesante, después de siete años de ver a la doña manejando la vida de los demás a su antojo?
Cuando Severo y Carmelo llegaron a Puente Viejo, se planteó (o al menos se dejó creer) que tenían las razones y los medios para hacer que la Montenegro dejara de tener el poder absoluto. Por supuesto, siempre con otro cariz y poniéndose del lado de los más débiles, lo que daba un panorama muy interesante, y ante todo diferente a lo visto con anterioridad. Además en medio surgió también la posibilidad de una alianza con Hernando Doscasas, lo que hubiera aumentado la tensión y ampliado el escenario…..pero enseguida todo esto se esfumó, dejando a Francisca otra vez como dueña absoluta del cotarro.
Y esto ya empieza a ser cansino.
También es cierto que esta situación de poder refleja la sociedad de la época, aunque tampoco difiere demasiado de la actualidad, cuando estamos viendo como el espacio entre las clases sociales no deja de agrandarse….y la impunidad de los poderosos no ha desaparecido. Y que solo un error importante, u otro poder mayor, pueden lograr cambiar algunas de estas situaciones.
Pero ¿que tal si, por una vez, la ficción supera a la realidad, en vez de lo contrario?

7 de febrero de 2018

Y hablando de romanticismo


Siguiendo un poco más en la línea de mi anterior comentario en este blog, me gustaría entrar un poco más a fondo en el tema de las relaciones en Puente Viejo, pero diferenciando términos.
Porque, como bien comentaba alguien, no todo tiene que ver con el romanticismo tal como se entiende habitualmente, ya que considero que la palabra puede tener más acepciones. Cierto que la idea más extendida es la del amor romántico entre una pareja, pero a veces la atmósfera creada también puede llevar a sentir algo de esto y no tiene que ser necesariamente a través de una relación cuyo único (e importante) lazo es el de estar enamorado del otr@. El ejemplo más significativo de lo que digo, y el que también empleaba la persona mencionada anteriormente, fue el que Tristán y Martín llevaron a la pantalla con una química innegable, a través de una relación paterno-filial preciosa, que nos dejó unas escenas inolvidables.  
Pero estas situaciones suelen ser contadas, y la que predomina es la que tiene que ver con las relaciones de pareja, ya que entiendo que es lo que realmente trae seguimiento, lo que probablemente demanda la audiencia.
Otra cosa es que estas relaciones se vean con los mismos ojos para todo el mundo. A lo largo de toda la telenovela las diferentes parejas han tenido sus seguidores y detractores, se han creado grupos de seguimiento para casi cada una de ellas, ha existido controversia, e incluso debates encendidos, sobre la visión que se tiene de las mismas y que no siempre coincide con los gustos de la otra parte. Y claro, como no podría ser de otra manera ya que es un tema que entra de lleno en el de las simpatías personales y creencias, cada una de las tendencias considera que su pareja o personaje favorito es el mejor. Incluso los mismos guionistas dejan entrever cuáles son sus simpatías, algo fácilmente reconocible con solo pasarse por su muro. Pero en todo caso es algo que no puede ser discutido, porque el respeto a los demás pasa por la aceptación de lo que cree el otro,….aunque no sea ni mínimamente compartido.
Y llegados a este punto, quería también dar mi visión (por supuesto profana y lejos de intentar sentar cátedra), de cómo considero han de ser las relaciones románticas de pareja en la telenovela. Relaciones que últimamente me da la impresión que no están muy bien trabajadas, y que cuesta aceptar como creíbles. El ejemplo actual: el de Saúl y Julieta.
Claro que existe el amor a primera vista y que puede ser el principio de una relación fructífera, pero también hay que fundamentarlo con cimientos sólidos, con algo más que la insistencia de los guiones en la idea de fondo. No se puede creer en algo que apenas se ha visto, y mucho menos se ha trabajado, más bien al contrario. Porque los obstáculos creados han dejado patente que la solidez de los sentimientos no puede ser tanta cuando los personajes implicados renuncian tan fácilmente. Y ya no entro en la misma personalidad cambiante de los personajes, que sería objeto de otro comentario.
Cierto que el leitmotiv de una telenovela que se precie son los amores a priori imposibles, y que por lo tanto una relación no puede ser fácil, ya que de resolverse de manera inmediata podría perder interés. Aunque por descontado no del todo, ya que pueden seguir dándose situaciones de tensión, pero la lucha en este caso ya no sería por estar juntos. Aunque tampoco quiero decir que para que funcione tengan que alargarlo hasta extremos inaguantables.

6 de febrero de 2018

Romanticismo,....¿o algo diferente?


Aunque no en la medida que habría hecho falta, ni con la insistencia suficiente, se pedía una trama consistente para el personaje de Nicolás. Y finalmente llegó, aunque probablemente no como la mayoría esperaba. Porque no ha sido con un argumento romántico, sino con algo tan diferente como darle protagonismo a través de otra faceta como la de un profesional que hace su trabajo con dedicación y talento. Un trabajo, por cierto, que a lo largo de la telenovela ha tenido representantes más bien deplorables, por poco capaces o por ser precisamente capaces…..pero de dejarse comprar o manipular. Y que ha dejado la profesión ciertamente minusvalorada…..hasta que ha llegado Nicolás.
Pero esta introducción no es exactamente sobre un trabajo bien hecho, si no sobre el tema del argumento romántico para las telenovelas.
No es que yo sea precisamente de esta cuerda, pero creo que un toque de romanticismo (y con ello me refiero a algo con más de dos capítulos de recorrido) no le vendría mal a la telenovela. Claro que en un producto de este tipo tiene que haber un poco de todo, pero considero que tendría que existir un equilibrio entre tramas duras y más amables. Porque solo los Mirañar con sus extravagancias (que no siempre son tragables) rompen un esquema general en el que ahora mismo los dramas incluso se cabalgan unos con otros, dibujando un panorama bastante desolador.
Claro que también me pueden decir que en la vida real las situaciones duras superan a las demás y que la existencia de las personas no se caracteriza precisamente por ser siempre un camino de rosas, que en algún momento a todo el mundo le sucede algo malo o problemático. Y que también hay personas afortunadas y otras a las que persigue la mala suerte.
Pero estoy hablando de una ficción, de unas situaciones que provocan los responsables del producto y que pueden manejar a su antojo.
Hubo un tiempo en que en la telenovela existieron bonitas historias, entrelazadas por supuesto con tramas duras. Historias que llegaron incluso a mitificar el amor romántico, pero creíbles al fin y al cabo. Historias que ahora no se dan más que ocasionalmente, pero con personajes que ya no necesitan luchar por su relación. Y considero que en la lucha por el amor está buena parte del interés, aunque también, una vez logrado, haya que seguir abonando esto en el día a día, con escenas como las que nos han brindado alguno de los protagonistas que han pasado en este tiempo: Tristán con Pepa o Candela, Soledad y Juan, María y Martín, Severo y Candela, Hernando y Camila,…….y tantos otros que ya han desaparecido, pero que no se olvidan.
Por supuesto tampoco estoy pidiendo tramas edulcoradas, sino algo más amable en el despropósito que se ha convertido la telenovela.
Y aquí llego a donde pretendía, aunque admito que lo que sigue podría parecer que entra en contradicción con todo lo anterior. Pero es algo que también quería trasladar al comentario.
Si bien he hablado del romanticismo, creo que también es posible otra línea de actuación. Aunque parece que las dos cosas tienen que estar ligadas para que un personaje tenga visibilidad. De hecho Nicolás ha pasado bastante desapercibido desde la desaparición de Mariana, y  considero que existe la idea generalizada que solo a través de una relación puede volver a estar en primer plano. Pero ahora se ha demostrado que no tiene que ser precisamente así, que puede tener trama por sí solo.
Otro tanto sucede con Severo, sobre el que ya han empezado las especulaciones sobre un nuevo emparejamiento, cuando Candela aún está tan reciente en el recuerdo. Pero así como Nicolás puede volar por sí solo, sin pareja, creo que también Severo. De hecho es el único enemigo con un cierto poder que le queda a Francisca, y esta es una línea que se podría retomar y dar mucho juego. No olvidemos que la doña le ha arrebatado sus posesiones, que es el germen de casi todo lo que le ha pasado a él y a su familia, y que, aun teniendo claro que la venganza es mala consejera, Severo tiene derecho a recuperar lo que es suyo.
Y una cosa más al respecto de estos dos hombres. Aún con el riesgo de parecer clasista, considero que Fe, un personaje sobre el que se han hecho conjeturas ante la posibilidad de emparejarla con alguno de los dos, no encaja en absoluto con ninguno de ellos. De hecho ahora mismo no puedo ni imaginarme como podría llegar a ser posible, porque considero que Severo y Nicolás encarnan a dos tipos de personaje muy diferenciado de lo que es el de Fe.
Y no sigo, porque creo que acabaría metiéndome en un charco………………….primero porque aún tengo mis dudas sobre el destino de la relación entre Fe y Mauricio, y después porque intentando evitarlo, podría acabar siendo realmente clasista en mis opiniones al respecto de todo esto.
Y ello siendo consciente en todo momento, que quizás estoy poniendo la venda antes de la herida!!

5 de febrero de 2018

La vida y los cambios


Leo con un cierto estupor en el muro de una guionista, que la marcha-despido de Aida tuvo como motivo principal que se había terminado su recorrido en la serie.
Y digo estupor, porque si lo que dice fuera un motivo, considero que se tendría que prescindir de casi la mitad de los personajes de la telenovela,…muchos de los cuales  básicamente tienen un papel de relleno en los capítulos.
Pienso que un personaje termina su recorrido cuando los guionistas lo deciden, no cuando su papel pierde protagonismo y deja de estar en primer plano un tiempo más o menos largo. De hecho, siguiendo esta misma regla de tres, y por poner un ejemplo, Raimundo ya hace tiempo que tendría que haber abandonado Puente Viejo. Y no pretendo insinuar que tenga que hacerlo, solo constatar que ahora su papel es simplemente de espectador, sin aportar casi nada. Igual que, como he dicho antes, sucede con otr@s. 

Antes de continuar tengo que entonar el mea culpa. Soy consciente de que no siempre logro ser ecuánime, y quizás a veces incluso sea injusta. Pero evidentemente mi visión solo puede ser parcial porque, a diferencia de algun@s, no tengo contacto con nadie de la otra parte, y por lo tanto me tengo que guiar por mis sensaciones sobre lo que veo y lo que creo intuir.
Porque lo que se cuece detrás de las cámaras se queda ahí y no trasciende, ya que es algo que solo atañe a los responsables del producto. Por lo tanto, toda opinión que se pueda derivar de unos hechos concretos sin tener certezas, acaba siendo pura especulación, algo que no puede contrastarse sin conocer la versión de las dos partes. E incluso si esto fuera posible, sería difícil hacerse una composición correcta, porque las más de las veces tendemos a alinearnos con quién despierta más simpatías personales.
Aunque quizás tampoco importe conocer este pormenor porque lo primero, y sin que haya vuelta de hoja, es que los espectadores no tienen capacidad de influir en las decisiones y solo pueden mostrar su descontento, y segundo porque es claro que los intereses económicos son la prioridad. Y es algo lógico, porque al fin y al cabo la telenovela es un producto que da de comer a mucha gente entre equipo artístico y técnico.
También es cierto que a veces el apasionamiento nos puede, pero que al fin y al cabo solo hablamos de personajes de ficción, y sus creadores tienen en sus manos su recorrido y su destino. Aunque no siempre este recorrido se alinee con los gustos de l@s espectadores y muchas veces el destino no se entiende,….ni se acepta sin más.
Pero como me decía alguien sabio no hace mucho, y que ha sido el detonante para hacer este comentario, a veces solo hay que detenerse a observar la vida y recibir con generosidad los constantes cambios. Claro que también es difícil trasladar esto a una ficción, porque cambiar el desarrollo de una trama solo depende de la voluntad de los guionistas (puede que a veces también de factores externos), mientras que en la vida real esto se produce de manera natural por la evolución de la sociedad.
Por supuesto una telenovela ha de adaptarse a la realidad de la época en la que se desarrolla, ha de renovarse y dejar paso a situaciones y personajes nuevos que traigan un aire diferente. Más cuando, como en este caso, se trata de un producto de larga duración que no puede quedar anclado en un pasado que ya no existe, mientras que existe el peligro real para los actores de terminar encasillados en una imagen.
El problema es cuando, como está sucediendo en El Secreto de Puente Viejo, este pasado se revive, se remoza y vuelve a traerse en forma de nuevas tramas, pero con viejas historias muy reconocibles. Y con ello se pierde la luz de posibles novedades interesantes, del toque de modernidad del que ahora mismo carece la telenovela, en la que además el romanticismo se ha perdido y solo existe el drama y el sufrimiento.
Que quizás vende, pero también cansa.